Entrevista a Leandro Ipiña, director de "Revolución. El cruce de los Andes": "Esta película es consecuencia del cambio de paradigma en Latinoamérica"
- por © Cynthia García Calvo (Argentina)-NOTICINE.com
"Revolución. El cruce de los Andes" se estrena este jueves en 61 salas de buena parte de la Argentina para ofrecer una relectura del mayor personaje de su Historia: José de San Martín, figura clave en la independencia no solo de este país, sino también de Perú y Chile. El film protagonizado por Rodrigo de la Serna y con dirección del debutante Leandro Ipiña forma parte de "Libertadores", la serie de películas con producción de Televisión Española (TVE) centrada en ocho Libertadores de América Latina que próximamente se podrá ver por su pantalla.
El film es el resultado de un largo proceso escalonado. Años atrás, Ipiña junto a Tristán Bauer ("Iluminados por el fuego") pensaron en hacer una serie de cuatro capítulos sobre las batallas que libró San Martín para el por entonces flamante Canal Encuentro. Finalmente, en 2008 se hizo una docu-ficción de 45 minutos, "El combate de San Lorenzo". La idea era realizar otro producto similar sobre otra batalla pero la aparición de la TVE con su propuesta modificó los planes, al proponer realizar una producción sobre San Martín para su serie "Libertadores".
Así, los cinco años de investigación ininterrumpida de Ipiña y su equipo en torno a la figura de San Martín, más el trabajo que se venía realizando para el telefilm que en principio tenían diagramado, terminó encausado en un largometraje de espíritu épico que recupera un cine histórico que la producción nacional había abandonado.
Producida por TV Pública / RTA, Canal Encuentro, TVE, Wanda Films y Lusa Films, con el auspicio del Incaa, la película busca retratar al hombre detrás de la imagen de bronce de San Martín establecida en el imaginario popular, narrando asimismo su cruzada libertadora, haciendo hincapié en ese histórico cruce de los Andes con un ejército de 5.200 hombres, que permanece como una de las mayores proezas militares de la Historia.
- Estaba trabajando en un telefilm en torno a San Martín que se convirtió en película ante la propuesta puntual de TVE. ¿Cómo se asimiló ese cambio en el proyecto que ya tenía planteado?
Cuando aparece TVE pensamos que estaba bueno hacer una película. Todo tomó una dimensión mucho más grande, más interesante. Se reescribió el guión que se tenía con Andrés Maino y terminamos haciendo esta película que es el cruce de los Andes, con la batalla de Chacabuco, narrada a través de la mirada de un amanuense de 14 años. Dejamos de lado todo lo escolar o informativo para pasar a hacer algo netamente de ficción, dramática, épica, de suspenso, con pedacitos de western, o sea, pasa a ser una película de género prácticamente. Tuvimos la posibilidad de hacer "El combate de San Lorenzo" como una especie de -si se quiere- ensayo para ver cómo era y poder acercarnos un poco, y ese núcleo duro de vestuario, fotografía, arte y maquillaje es el que continúa en la película, entonces lo que ya se había hecho se pudo mejorar posteriormente.
- ¿TVE le dio algún tipo de parámetro?
No. Lo maravilloso fue que cuando nos vino a ver José María Morales, de Wanda, nos dijo: 'A nosotros nos interesa que cada país cuente su Libertador como mejor le parezca. Nosotros no vamos a incidir en nada, ni siquiera en la elección del actor'. Algo increíble. Básicamente nos daban dinero para producir lo que quisiéramos. Yo espero que a TVE le guste mucho, a Wanda y Lusa les gusta muchísimo. De hecho, por ahí es la película más fuerte de todo el concierto de películas que llevan hechas. Y nosotros dimos el giro en el momento justo para pasar de ser un telefilm a una película, para poder hacerla crecer para el lugar que nos parecía más conveniente para que sea un gran espectáculo en la pantalla grande.
- Comenta que le dieron la libertad de contar al Libertador como mejor le parecía. Eres de una generación que creció con la imagen del San Martín de bronce, de libro de escuela, que luego los historiados contemporáneos se encargaron de desmentir. ¿Cómo le interesaba mostrar a San Martín?
Me interesaba San Martín como un personaje que está en un momento muy complicado y cumbre de su vida. Me interesan los personajes que están al límite de posibilidades, capacidades o en algún momento crucial. San Martín me interesaba por eso, más allá de que es San Martín, que es como la iconografía máxima de Argentina. La argentinidad es San Martín. Me interesaba como una persona que tiene a su cargo mucha gente, demasiada gente, no solamente para que trabajen sino para que mueran. En el ejército hay soldados, y los soldados van a la guerra a morir para poder ganar. Y lo que la película tiene es que cada uno de los hechos que hay son hechos históricos comprobados, discutidos algunos, por son hechos históricos concretos. Lo que nosotros hicimos fue conectar todos esos momentos históricos que están separados. Por ahí se habla de que San Martín se humanizó. No se humanizó. La postal sola no dice nada, pero narrar cómo se llega a la postal dice todo. San Martín sí es el gran capitán, sí pasa a ser el Libertador de América, pero llega a serlo a través de un proceso. Ese proceso es el que narramos. Me interesa muchísimo ese personaje así, en ese límite moral, ético, de capacidades, físico.
- La historia de San Martín como la del resto de libertadores que componen la serie hablan de un momento de cambio de toda la región. Las películas se hacen y llegan en un momento donde también se da un cambio en América Latina. ¿Tenía especial interés en trazar ese paralelismo?
Creo que la película es más bien consecuencia del cambio de paradigma en Latinoamérica. Esta película no habría existido en otro contexto. El ejemplo más claro es la película "El santo de la espada", donde el trabajo de Alfredo Alcón -que es maravilloso- está truncado por la opinión de un militar que le dice que el general no llora o no vomita. Si la línea artística la lleva -si se quiere- un poder opresor como puede haber sido ese momento, no hay obra de arte posible, no hay comunicación posible. Esta película está gracias al momento que se está viviendo en Argentina y Latinoamérica, que tiene mucho más que ver con ese momento histórico. Todo lo que está pasando en este momento en América Latina con el Unasur, el Mercosur, con está alineación permanente que hay de unificación con Cristina y Néstor Kirchner, está muchísimo más cerca a los ideales de 1810. San Martín en todo momento habla de la unión de Latinoamérica. Habla de la causa americana, nunca dice la causa argentina o de las provincias unidas del Río de la Plata. Era gente que bregaba por la unión de todo un continente porque entendía que cada uno tenía una cosita diferente que dar, eso lo plantea Bolívar. Y ahora estamos un poco más cercanos a eso. Esta película hace veinte años no se hubiese dado...hace 10 años no se hubiese dado. Se da ahora en este momento particular de América Latina.
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