"Temblando ante Dios": judaísmo y diversidad en el cubano Cine Club Diferente
- por © NOTICINE.com
Por Frank Padrón
Directamente desde el Festival Judío de Buenos Aires, por cortesía de su director, el amigo Luis Gutmann, nos llega el excelente documental que este martes motivará las reflexiones, inquietudes y polémicas de quienes, tras la proyección, se quedan al debate, en este recinto del cine 23 y 12 que se ha convertido en cita obligada para quienes desean expandir su cultura en torno a la sexualidad humana y sus múltiples y complejas opciones. "Trembling Before God" (Temblando ante Dios) es su título, y fue realizado en el año 2001 por el cineasta israelí Sandi Simcha DuBowski, aunque, además de su país de origen, Francia y Estados Unidos participaron en coproducción.
Si el fundamentalismo y la ortodoxia en torno a la diversidad de las manifestaciones eróticas signa buena parte de los núcleos doctrinales en el mundo contemporáneo –lo mismo de raíz cristiana que de otras profesiones de fe-, es el judaísmo acaso el más difícil de flexibilizar o variar respecto a sus dogmas y presupuestos esenciales.
Aunque, bien analizado, todo parte de criterios exegéticos, generalmente divorciados de contextualizaciones en las lecturas y aplicaciones de los textos sagrados, tal literalismo que pretende encerrar en columnas de conceptos apriorísticos y rígidos mandamientos algo tan complejo e inepresable en toda su magnitud como es la vida (y dentro de ella, bien se sabe, la sexualidad) ha constituido un verdadero conflicto para hombres y mujeres que, sinceramente religiosos y practicantes de su fe, encuentran un artificial cisma entre sus creencias y la orientación diferente a la hetero-normativa que promueven, aparentemente, esas escrituras.
Sin embargo, el abismo, por muy construido que sea, no deja de serlo y de generar crisis de existencia y de conciencia en mucho(a)s de eso(a)s creyentes que, entonces, se enfrentan a rabinos y estudiosos, algunos con sincero deseo de ayudarlos pero desde perspectivas cerradas, por excluyentes y unilaterales.
Filmado a lo largo de cinco años en Brooklyn, Jerusalén, Los Angeles, Londres, Miami y San Francisco, y en 84 sustanciosos minutos, el documental muestra algunos de estos encontronazos; empleando el testimonio directo, y a veces las técnicas de la “puesta en escena”, la cámara se acerca y da seguimiento, en una equilibrada edición, a judío(a)s que tratan de derribar tales muros de intolerancia y rigidez mediante vidas que trasuntan las más agudas problemáticas y contradicciones con respecto a familias y grupos sociales, luchas personales, pasados y presentes donde la idea de un Dios ceñudo y castigador (como pudiera apreciarse el del Antiguo Testamento o la Torah) amenaza con arruinar no sólo la fe sincera, sino el equilibrio, la armonía y la vida de muchas de estas personas.
Sin embargo, desde una óptica que logra incluso bien insertados guiños humorísticos dentro de “la gravedad del caso”, DuBowski logra trascender especificidades: Temblando… es, más allá del marco concreto que rastrea y estudia –el judaísmo-, una crónica de la perenne lucha del libre albedrío que enseñan las propias religiones, cualesquiera que estas sean, contra el dogmatismo y la irracionalidad de muchas de ellas: realmente, centros hegemónicos de poder que rechazan lateralidades y posibles disidencias; y es también, con mucho, otra victoria de la libertad humana, incluido por supuesto el derecho a ejercer la sexualidad personal sin por ello renunciar a la religiosidad, ni generar absurdos conflictos entre la fe y la espiritualidad no menos singulares.
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Directamente desde el Festival Judío de Buenos Aires, por cortesía de su director, el amigo Luis Gutmann, nos llega el excelente documental que este martes motivará las reflexiones, inquietudes y polémicas de quienes, tras la proyección, se quedan al debate, en este recinto del cine 23 y 12 que se ha convertido en cita obligada para quienes desean expandir su cultura en torno a la sexualidad humana y sus múltiples y complejas opciones. "Trembling Before God" (Temblando ante Dios) es su título, y fue realizado en el año 2001 por el cineasta israelí Sandi Simcha DuBowski, aunque, además de su país de origen, Francia y Estados Unidos participaron en coproducción.
Si el fundamentalismo y la ortodoxia en torno a la diversidad de las manifestaciones eróticas signa buena parte de los núcleos doctrinales en el mundo contemporáneo –lo mismo de raíz cristiana que de otras profesiones de fe-, es el judaísmo acaso el más difícil de flexibilizar o variar respecto a sus dogmas y presupuestos esenciales.
Aunque, bien analizado, todo parte de criterios exegéticos, generalmente divorciados de contextualizaciones en las lecturas y aplicaciones de los textos sagrados, tal literalismo que pretende encerrar en columnas de conceptos apriorísticos y rígidos mandamientos algo tan complejo e inepresable en toda su magnitud como es la vida (y dentro de ella, bien se sabe, la sexualidad) ha constituido un verdadero conflicto para hombres y mujeres que, sinceramente religiosos y practicantes de su fe, encuentran un artificial cisma entre sus creencias y la orientación diferente a la hetero-normativa que promueven, aparentemente, esas escrituras.
Sin embargo, el abismo, por muy construido que sea, no deja de serlo y de generar crisis de existencia y de conciencia en mucho(a)s de eso(a)s creyentes que, entonces, se enfrentan a rabinos y estudiosos, algunos con sincero deseo de ayudarlos pero desde perspectivas cerradas, por excluyentes y unilaterales.
Filmado a lo largo de cinco años en Brooklyn, Jerusalén, Los Angeles, Londres, Miami y San Francisco, y en 84 sustanciosos minutos, el documental muestra algunos de estos encontronazos; empleando el testimonio directo, y a veces las técnicas de la “puesta en escena”, la cámara se acerca y da seguimiento, en una equilibrada edición, a judío(a)s que tratan de derribar tales muros de intolerancia y rigidez mediante vidas que trasuntan las más agudas problemáticas y contradicciones con respecto a familias y grupos sociales, luchas personales, pasados y presentes donde la idea de un Dios ceñudo y castigador (como pudiera apreciarse el del Antiguo Testamento o la Torah) amenaza con arruinar no sólo la fe sincera, sino el equilibrio, la armonía y la vida de muchas de estas personas.
Sin embargo, desde una óptica que logra incluso bien insertados guiños humorísticos dentro de “la gravedad del caso”, DuBowski logra trascender especificidades: Temblando… es, más allá del marco concreto que rastrea y estudia –el judaísmo-, una crónica de la perenne lucha del libre albedrío que enseñan las propias religiones, cualesquiera que estas sean, contra el dogmatismo y la irracionalidad de muchas de ellas: realmente, centros hegemónicos de poder que rechazan lateralidades y posibles disidencias; y es también, con mucho, otra victoria de la libertad humana, incluido por supuesto el derecho a ejercer la sexualidad personal sin por ello renunciar a la religiosidad, ni generar absurdos conflictos entre la fe y la espiritualidad no menos singulares.
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