Guillermo del Toro recuerda sus inicios con una cámara de Super 8

por © Redacción-NOTICINE.com
Guillermo del Toro
Guillermo del Toro
Este fin de semana el estreno estelar en los Estados Unidos será el que ha hermanado a Steven Spielberg con J.J. Abrams, "Super 8", una cinta cuyo arranque es la aventura de filmar, con una cámara familiar en formato Super 8, por parte de un grupo de preadolescentes a finales de los años 70, que sin saberlo, van a registrar un accidente para nada fortuito. Con ese motivo, Hollywood Reporter ha hecho una encuestra retrospectiva con algunos de los cineastas cuyas carreras se iniciaron con aquellas viejas cámaras de cine casero. El mexicano Guillermo del Toro ha sido el primero en rememorar sus primeras filmaciones.

"Yo tenía 8 años. Mi padre poseía una pequeña cámara, muy compacta, que funcionaba sólo a 24 imágenes por segundo. Nada de "stop motion" o de alta velocidad. Muy simple... Se la tomé prestada sin que él lo supiera, por supuesto", dice el autor de "El laberinto del fauno".

"Hasta hoy -continua-, nunca he estado tan emocionado como aquel día en que los de Kodak me devolvieron aquella bobina revelada. En aquellos días, llevabas tu película Super 8 al farmacéutico y éste la enviaba a revelar y regresaba 2 o 3 semanas más tarde. Cuando vi las imágenes en nuestra pantalla de proyección, flipé... Sigue siendo la mayor emoción que he sentido a lo largo de mi vida".

Respecto del contenido de aquella primera cinta, el tapatío explica: "Lo que había filmado eran unos soldaditos cayendo desde gran altura a la calle. Dos años más tarde, cuando tuve en mis manos figuras de "El planeta de los simios", hice una super-producción con escenas de batallas y algunas explosiones. Al igual que cualquier director de cine en Super 8, trabajaba con lo que tenía disponible".

"Saqué -insiste- todo lo mejor que pude de aquella primera cámara Super 8 -una Canon 1014XL-, que era preciosa y me parecía perfecta. Luego compré otra, que todavía poseo. Con ella se puede decir que comenzó el renacimiento de la animación fotograma a fotograma en mi ciudad natal, Guadalajara, que dio lugar a una generación de animadores que siguen trabajando actualmente en México. Tomamos clases de animación en mi escuela secundaria y nos pusimos a trabajar en varias cintas cortas de "stop motion" con figuras de arcilla, las cuales nos fueron robadas finalmente por un estudiante universitario sin escrúpulos, que las presentó como su propia tesis y -sorprendentemente- ¡se graduó con ellas!".

A pesar de la nostalgia, Del Toro no pierde su objetividad: "Todavía tengo algunas de aquellas primeras películas mías, e incluso las que más me gustaban, son en realidad una mierda. Algunas de aquellas imágenes las incluí en mi film de debut, "Cronos". Pero desde entonces nadie las ha visto, ¡Y que Dios no lo quiera!".

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