León Serment escribe sobre "El Efecto Tequila"

por © Redacción-NOTICINE.com
León Serment
León Serment
Por León Serment *

"El Efecto Tequila" une de manera natural mi interés por el documental y la ficción. Lo que ocurre en nuestro país, México, marca y define las historias personales de quienes estamos lejos de las grandes decisiones y de súbito vemos arrastrados nuestros sueños, proyectos y esperanzas debido a las decisiones de los poderosos, aquellos que acuerdan y se mueven en lo oscuro.

Dos preocupaciones esenciales dieron origen a "El Efecto Tequila". Ambas tienen relación con el mundo de los sueños y las esperanzas.

En el personaje femenino está presente el deseo de amar, al viejo estilo de las novelas románticas del siglo pasado. Enamorarse de un sueño es siempre más fácil que amar a un ser humano de carne y hueso, con el que hay que negociar cada día las pequeñas batallas de la cotidianeidad.

El sueño de José, mi personaje central masculino, consiste en alcanzar el éxito económico, que es la representación moderna de la caza del mamut. Es mucho más fácil soñar con ganarse la lotería, o hacer un negocio con el mil por ciento de utilidad, ninguna inversión y cero riesgos, que construir un patrimonio a través de largos años de trabajo y ahorro constante. La realidad generalmente se encarga de destruir estos sueños, que será exactamente lo que les suceda a estos personajes.

La segunda preocupación, que no es menos importante, es que pertenezco a una generación determinada por la crisis. Desde que tengo uso de razón siempre hemos estado en este riesgo permanente y sin embargo, seguimos en movimiento.

Con "El Efecto Tequila", busco retratar el sentimiento de impotencia y frustración que generan los grandes acontecimientos históricos en las personas comunes. En momentos como éstos, es cuando nos percatamos de nuestra pequeñez que resulta desproporcionada al estar en juego todos nuestros sueños. Al mismo tiempo, me planteo mostrar que el trabajo constante y la certeza de una meta que guía nuestro camino son el antídoto para romper con el fatal y trágico destino, aparentemente inamovible, que nos marca como país. Estoy convencido que ante este panorama de desencuentros amorosos y de esperanzas destrozadas, aún nos queda reír. Esta es una tragedia con ecos de risa que a veces es franca y en ocasiones, llega a ser solo una simple mueca.

Los hombres de "El Efecto Tequila" muestran su verdadera naturaleza en situaciones extremas. En México, salvo en espacios sociales muy definidos, hemos vivido un estado de relativa paz social desde 1939 hasta la fecha. No hemos enfrentado recientemente guerras o invasiones externas  que nos hayan llevado a hechos heroicos o terribles. Sin embargo, las crisis económicas tienen efectos tan trágicos y devastadores como los que dejan los conflictos bélicos.

Los mexicanos compartimos recuerdos amargos de la crisis de 1994, a la que algunos le llaman el error de diciembre y otros recuerdan como "El Efecto Tequila". Hay quienes perdieron su casa, otros además se quedaron sin empleo; hubo los que vivieron el derrumbe de su empresa, o la devastación de su familia. Algunos perdieron la vida. En su avalancha, las crisis económicas arrastran con los anhelos y sueños de cada persona. Los destinos siempre están en manos de un puñado de individuos, dueños de  tomar la gran decisión. Reducido grupo de políticos y hombres de negocios que desde las altas esferas deciden sobre la vida de millones de personas y se juegan el futuro de todos en una determinación a la que le dedican sólo unos minutos de cálculo y de paso rompen con políticas de años, mediante una declaración a destiempo.    

La primera vez que pensé esta historia que me tocó vivir fue el 19 de octubre de 1987, el llamado lunes negro de la bolsa de valores, día en que las pérdidas fueron del 22% en una sola jornada.  Mientras trabajaba filmando un comercial, el director y el fotógrafo corrían haciendo llamadas telefónicas para tratar de salvar el valor de sus acciones. No pudieron hacer nada,  parecían haber entrado a un casino donde les tocó perder. En marzo de 1994, la productora de esta cinta y yo, decidimos desarrollar esta historia y escribimos un primer tratamiento.

Tuvieron que pasar 15 años para encontrar la coyuntura en la cual se pudiera filmar una historia como ésta y se dieran las condiciones para lograrlo.

(*): Director y guionista de la cinta de ficción "Kada kien su karma", el mexicano Serment ha dirigido, escrito y fotografiado, en los últimos 15 años,  más de 40 documentales. Ahora se apresta a estrenar "El Efecto Tequila", que coprotagonizan Eduardo Victoria, Karla Souza y José María Torre, y estará en las salas mexicanas a partir del día 17.

SI QUIERES COMENTAR ESTA INFORMACIÓN, VEN A NUESTRO FACEBOOK...