Estrenan por fín la multipremiada cinta mexicana "Alamar"

por © Redacción (México)-NOTICINE.com
Pedro González Rubio
Pedro González Rubio
Cerca de dos años, en un camino cuajado de premios en festivales, ha tardado en llegar a los cines mexicanos "Alamar", de Pedro González Rubio, una sencilla y emotiva historia paterno-filial a medio camino (aparente) entre el documental y la ficción. "Me gustaría que la gente, cuando la vea, se deje llevar, que no encuentre el drama donde no lo hay y que se dejen llevar por los sentidos. "Alamar" no es una pieza visual enfocada en una narrativa de ficción convencional, sino que se enfoca mucho en generar sentimientos, un estado de ánimo, un poco de ensoñación, un poco de paz", ha dicho su autor.

"Alamar" es la crónica del encuentro-despedida de un padre y un hijo. En la costa atlántica mexicana hay un lugar luminoso y tranquilo llamado Banco Chinchorro, un atolón de coral de donde es originario Jorge. Entre el azul del cielo y el azul del mar, en un palafito, vive su vida salvaje y marina, pescando. Por cuestiones del azar, tiene un hijo de cinco años llamado Natan con una mujer italiana. El choque de los dos mundos los aboca a la separación, pero antes de que Natan se vaya a vivir a Roma con su madre, pasa una temporada con su padre en su recio paraíso, aprendiendo las particularidades de la pesca, la naturaleza, los animales y la forma de ver el mundo de quien vive prácticamente sin pisar tierra firme.

"Yo estuve viviendo en Playa del Carmen -explicaba González Rubio a la web del Festival de Gijón- durante siete años. Al papá, a Jorge, fue al primero que encontré. No fue un proceso convencional. El conocerlo me inspiró para que fuera uno de los personajes; sabía que iba a ser alguien interesante. Después conocí al hijo. Poco a poco empezó a haber más confianza entre nosotros, y entonces entró en el juego de la película. Jorge no es pescador. Jorge, de hecho, es guía de turismo. Yo los invitaba a que fueran cómplices de mi sueño. Nos lo creíamos todos y, de cierta forma, era fácil creérselo. La dinámica del día a día era pescar, también adaptarnos a la vida de "Matraca", el pescador mayor y, conforme al trabajo del día a día, la película se fue construyendo".

La propia elaboración de "Alamar" no pudo ser más intimista. González Rubio, un mexicano nacido en Bruselas (Bélgica) en 1976, formado cinematográficamente en la London Film School y antes coautor con Carlos Armella del documental "Toro negro" (2005), no sólo escribió el guión, realizó y coprodujo, sino también ejerció como camarógrafo y editor.

"Fue una película que se hizo poco a poco. Todo en el transcurso de un año. Fui dos veces a Banco Chinchorro, y cada viaje fueron tres semanas. Me gusta mucho que haya esa complicidad de los protagonistas conmigo, y con la dinámica del equipo. El equipo de filmación era muy pequeño: yo, un sonidista y un fotógrafo submarino para las tomas submarinas. Está filmada con una cámara de vídeo HD, de forma muy independiente", recordaba González Rubio.

"En "Alamar" -agregaba- lo que me gustó explorar fue perder el control. Por ejemplo, el encuentro con Blanquita, el ave que llegó a la película. Se intenta domesticarla, hay un momento muy íntimo con la naturaleza, pero después la naturaleza sigue su camino, su propio destino. Nosotros, nuestra propia naturaleza, también. La naturaleza de Natan también sigue su propio camino, no puede seguir en Banco Chinchorro para siempre, es sólo un eslabón más en su vida. Eso estaba representado también con el personaje de Blanquita. A veces, creemos que tenemos control sobre el destino de las cosas, pero encuentro muy egoísta creernos tan importantes. Lo interesante es poder perder el control, y hacer algo a partir de eso. Ser humilde y aceptarlo, entenderlo, y poder contar algo de eso".

En otra entrevista, esta vez para para el blog Tierra en Trance, explicaba su estilo: "Yo soy de una raza de director que no tiene una postura del director que tiene ya perfectamente planeado todos los ángulos, la historia y el desenlace. Yo creo que sí tengo una escaleta, pero muchas cosas las fui construyendo en el camino, sabía que era una historia de la cual partiría y todo a partir del trabajo, pero la manera de retratarlo es muy natural, nos enfocamos básicamente en la pesca y a partir de allí ir tejiendo poco a poco la historia, y entonces de una manera muy sutil, me alejé del melodrama que caracteriza el estigma del cine mexicano. Alejándome de eso quise hacer todo de la manera más sencilla y más minimalista  posible, y así comunicar esta historia".

"Alamar", estrenada en el Festival de Toronto 2009, ha ido sumando galardones, en Toulouse, Rotterdam, Morelia, La Habana, en los australes BAFICI y SANFIC, y en Miami, sólo por citar algunos. Desde este viernes estará en los cines mexicanos.

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