Crítica: "Día naranja", la maternidad y un día
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Juan Pablo Russo
Qué le sucede a tres mujeres bien diferentes entre sí en tres ciudades de Latinoamérica es la propuesta ofrecida por la realizadora venezolana Alejandra Szeplaki en "Día naranja" (2009). Una alternativa para acercarse a un cine que refleja la idiosincrasia latina.
Tres ciudades -Buenos Aires, Bogotá y Caracas- son recorridas a lo largo de veinticuatro horas por tres mujeres a las que la maternidad les ha caído sin previo aviso. Lo que pasa por la mente de estas tres chicas en esos primeros instantes en que todo parece cambiar, y cómo de acuerdo a la personalidad y a la condición social de cada una, asimilarán ese estado es el núcleo de "Día naranja".
Szeplaki elige teñir la historia de colores. Esto puede ser tomado como algo literal, ya lo que estéticamente propone es distinguir cada una de las historias mediante el uso del color, pero también como algo metafórico, ya que si bien cada color tendrá un significado especial, podemos tomarlo como algo mucho más abarcativo para sostener que el engamado también está en los tonos buscados desde lo narrativo, que como una paleta abarca desde la comedia al drama pasando por el romanticismo y, en cierta medida, por el suspenso.
El relato se compone de tres historias independientes entre sí y que en ningún momento se entrecruzan, protagonizadas por tres mujeres con personalidades disímiles y que gracias a ese rasgo identificatorio lograrán dotar a cada una de identidad propia. Es cierto que es una película de personajes femeninos en donde lo masculino siempre estará en un segundo plano, pero no por eso es una película feminista sino todo lo contrario, habla de lo que le pasa a una mujer a partir de un hecho y no de cómo hacerlo sin los hombres.
"Día naranja" sumerge al espectador dentro de un mundo propio, colorido y la vez abstracto, en el que la identificación con alguno de los personajes estará dada más allá de lo personal, sino que estará en lo general de cada historia. Un cine para descubrir, un cine bien latinoamericano.
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Tres ciudades -Buenos Aires, Bogotá y Caracas- son recorridas a lo largo de veinticuatro horas por tres mujeres a las que la maternidad les ha caído sin previo aviso. Lo que pasa por la mente de estas tres chicas en esos primeros instantes en que todo parece cambiar, y cómo de acuerdo a la personalidad y a la condición social de cada una, asimilarán ese estado es el núcleo de "Día naranja".
Szeplaki elige teñir la historia de colores. Esto puede ser tomado como algo literal, ya lo que estéticamente propone es distinguir cada una de las historias mediante el uso del color, pero también como algo metafórico, ya que si bien cada color tendrá un significado especial, podemos tomarlo como algo mucho más abarcativo para sostener que el engamado también está en los tonos buscados desde lo narrativo, que como una paleta abarca desde la comedia al drama pasando por el romanticismo y, en cierta medida, por el suspenso.
El relato se compone de tres historias independientes entre sí y que en ningún momento se entrecruzan, protagonizadas por tres mujeres con personalidades disímiles y que gracias a ese rasgo identificatorio lograrán dotar a cada una de identidad propia. Es cierto que es una película de personajes femeninos en donde lo masculino siempre estará en un segundo plano, pero no por eso es una película feminista sino todo lo contrario, habla de lo que le pasa a una mujer a partir de un hecho y no de cómo hacerlo sin los hombres.
"Día naranja" sumerge al espectador dentro de un mundo propio, colorido y la vez abstracto, en el que la identificación con alguno de los personajes estará dada más allá de lo personal, sino que estará en lo general de cada historia. Un cine para descubrir, un cine bien latinoamericano.
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