Telmo Esnal escribe sobre "¡Feliz año, abuela!"
- por © Irusoin-NOTICINE.com
Por Telmo Esnal *
Siempre se ha dicho que las personas al envejecer se vuelven como niños; todos sabemos que los niños son egoístas, pero sin malicia. El eje central de esta historia es la anciana Mari. Mari ha envejecido, sí, pero no se ha vuelto niña, al menos en cuanto a malicia se refiere. Mari teme a la soledad, siempre la ha temido, y nada más morir su marido se fue a vivir con su hija. Mari, poco a poco, a base de "oprimir" a su hija, se ha vuelto poderosa. La actitud de la abuela hace insoportable la vida familiar.
Ésta es la situación de partida de nuestra historia. La abuela Mari tiene totalmente sometida a su hija. Maritxu no se plantea otro modo de vida que no sea "el que le ha tocado". Pero Maritxu y Mari no viven solas. Joxemari, marido de Maritxu, ve claramente el declive de su esposa, debido a su sumisión a la abuela Mari, y no está dispuesto a perderla. Para ello necesitará de la colaboración de su hija, Miren y su yerno, Kintxo.
Esta historia no tiene un protagonista absoluto. Aunque es Kintxo quien hace evolucionar la película, esta historia es la historia de tres mujeres.
"Urteberri on, Amona! / ¡Feliz año, abuela!" está planteada como una historia que se repite. Se quiere contar cómo se repiten las actitudes entre las personas, más aún cuando son similares "genéticamente". Así, Maritxu toma el rol de Mari en el último tercio de la película, y Miren el de Maritxu. No en vano las tres mujeres se llaman igual. Mari, Maritxu y Miren son distintas versiones de María. Quizás sea esto lo que las haga tan iguales entre ellas.
En esta historia, en esta familia, los personajes no son lo que parecen al principio. Todos se irán transformando y cada uno irá mostrando su verdadero carácter según los acontecimientos. En última instancia nos encontramos ante una familia egoísta, o mejor dicho, ante una familia constituida por personas egoístas.
Cuando hablamos de la familia, nos referimos a la familia. La familia no considera iguales a los de su misma sangre y a los agregados, es decir, a los advenedizos que han venido a mezclarse con los de su sangre.
Esta es la situación en la que se encuentra Kintxo, el yerno de Maritxu, marido de Miren: Ha sido aceptado en la familia, pero no es de la familia. Seguramente él es la persona más noble de esta historia. Él hace las cosas por el bien de los demás, por ayudar, pero cuando surgen los problemas todos se volverán contra él.
Por último, está Asier. Hijo de Kintxo y Miren. Es el que realmente sufre todas las contradicciones de todos los personajes, el que está en la mitad y quizás más claro lo tenga todo. O por lo menos el que no tiene prejuicios y es capaz de asimilar la situación mejor que nadie. Sugeriremos que Asier puede tomar el rol de su padre Kintxo en el futuro, pues los humanos somos los únicos animales que volvemos a tropezar con la misma piedra. Pero quizás esto cambie. Ya que Asier y Jokin (Kintxo) no son el mismo nombre, y si tan importante es el nombre en el caso de las mujeres, en el caso de los hombres también lo es. Lo cual nos abre una pequeña esperanza al cambio.
"Urteberri on, Amona! / ¡Feliz año, abuela!" quiere ser una historia dura contada con humor. La dureza de los acontecimientos y unos personajes llenos de contradicciones constituyen el eje central. Inicialmente la historia se nos plantea en tono de comedia, siempre negra, pero el hecho de que los personajes de la película vayan tomando la justicia por su mano irá endureciendo la película hasta dejar en el espectador un poso de tristeza por la situación en la que acabarán cada uno de ellos.
(*): "Está muy bien": son palabras de Alex de la Iglesia a NOTICINE.com sobre esta comedia negra vasca de Telmo Esnal, su segundo largo tras "¡Aupa, Etxebeste!". Filmada como aquella originalmente en euskera, cuenta con Joxean Bengoetxea, Nagore Aramburu, Montserrat Carulla, Kontxu Odriozola y Pedro Otaegi como protagonistas. El guión es del propio Esnal y de Asier Altuna, y se estrena este viernes en España.
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Siempre se ha dicho que las personas al envejecer se vuelven como niños; todos sabemos que los niños son egoístas, pero sin malicia. El eje central de esta historia es la anciana Mari. Mari ha envejecido, sí, pero no se ha vuelto niña, al menos en cuanto a malicia se refiere. Mari teme a la soledad, siempre la ha temido, y nada más morir su marido se fue a vivir con su hija. Mari, poco a poco, a base de "oprimir" a su hija, se ha vuelto poderosa. La actitud de la abuela hace insoportable la vida familiar.
Ésta es la situación de partida de nuestra historia. La abuela Mari tiene totalmente sometida a su hija. Maritxu no se plantea otro modo de vida que no sea "el que le ha tocado". Pero Maritxu y Mari no viven solas. Joxemari, marido de Maritxu, ve claramente el declive de su esposa, debido a su sumisión a la abuela Mari, y no está dispuesto a perderla. Para ello necesitará de la colaboración de su hija, Miren y su yerno, Kintxo.
Esta historia no tiene un protagonista absoluto. Aunque es Kintxo quien hace evolucionar la película, esta historia es la historia de tres mujeres.
"Urteberri on, Amona! / ¡Feliz año, abuela!" está planteada como una historia que se repite. Se quiere contar cómo se repiten las actitudes entre las personas, más aún cuando son similares "genéticamente". Así, Maritxu toma el rol de Mari en el último tercio de la película, y Miren el de Maritxu. No en vano las tres mujeres se llaman igual. Mari, Maritxu y Miren son distintas versiones de María. Quizás sea esto lo que las haga tan iguales entre ellas.
En esta historia, en esta familia, los personajes no son lo que parecen al principio. Todos se irán transformando y cada uno irá mostrando su verdadero carácter según los acontecimientos. En última instancia nos encontramos ante una familia egoísta, o mejor dicho, ante una familia constituida por personas egoístas.
Cuando hablamos de la familia, nos referimos a la familia. La familia no considera iguales a los de su misma sangre y a los agregados, es decir, a los advenedizos que han venido a mezclarse con los de su sangre.
Esta es la situación en la que se encuentra Kintxo, el yerno de Maritxu, marido de Miren: Ha sido aceptado en la familia, pero no es de la familia. Seguramente él es la persona más noble de esta historia. Él hace las cosas por el bien de los demás, por ayudar, pero cuando surgen los problemas todos se volverán contra él.
Por último, está Asier. Hijo de Kintxo y Miren. Es el que realmente sufre todas las contradicciones de todos los personajes, el que está en la mitad y quizás más claro lo tenga todo. O por lo menos el que no tiene prejuicios y es capaz de asimilar la situación mejor que nadie. Sugeriremos que Asier puede tomar el rol de su padre Kintxo en el futuro, pues los humanos somos los únicos animales que volvemos a tropezar con la misma piedra. Pero quizás esto cambie. Ya que Asier y Jokin (Kintxo) no son el mismo nombre, y si tan importante es el nombre en el caso de las mujeres, en el caso de los hombres también lo es. Lo cual nos abre una pequeña esperanza al cambio.
"Urteberri on, Amona! / ¡Feliz año, abuela!" quiere ser una historia dura contada con humor. La dureza de los acontecimientos y unos personajes llenos de contradicciones constituyen el eje central. Inicialmente la historia se nos plantea en tono de comedia, siempre negra, pero el hecho de que los personajes de la película vayan tomando la justicia por su mano irá endureciendo la película hasta dejar en el espectador un poso de tristeza por la situación en la que acabarán cada uno de ellos.
(*): "Está muy bien": son palabras de Alex de la Iglesia a NOTICINE.com sobre esta comedia negra vasca de Telmo Esnal, su segundo largo tras "¡Aupa, Etxebeste!". Filmada como aquella originalmente en euskera, cuenta con Joxean Bengoetxea, Nagore Aramburu, Montserrat Carulla, Kontxu Odriozola y Pedro Otaegi como protagonistas. El guión es del propio Esnal y de Asier Altuna, y se estrena este viernes en España.
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