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Eduardo Piñero, Pablo Fernández y Alejandro Pi se embarcaron en la realización de "Reus" (2011), considerada por muchos la primera película policial uruguaya. Luego de mantenerse doce semanas al tope de la taquilla en su país de rodaje, se estrena en ahora en la vecina Argentina, país del que es oriundo su protagonista Camilo Parodi. "Si uno le despierta el deseo a cualquier ciudadano las reglas se aprenden mucho más fáciles", dicen los autores en una charla con Juan Pablo Russo.

- ¿Cómo surge la idea da filmar una película sobre el tradicional barrio Reus de Montevideo?
Eduardo Piñero: Yo nací y crecí en Reus. De chico me llamaron la atención un montón de cosas que pasaban ahí y que no había visto en otros barrios donde había tenido la posibilidad de vivir. Es un barrio muy colorido a nivel de infraestructura, con una arquitectura muy particular, con mucho movimiento de gente de diferentes zonas que van a comprar ahí. Básicamente yo tenía la idea de escribir un libro sobre Reus viviendo en Brasil, Pablo (Fernández) me va a visitar, él estaba estudiando cine, yo le comento la idea y él me dice que no era para leerlo sino para mostrarlo. A partir de ahí nos embarcamos a escribir el guión. Luego se suma el tercer director, que obviamente también trabajó en la creación del guión.

- ¿Siempre estuvo la idea de dirigirla entre los tres?
Pablo Fernández: Yo estaba estudiando cine en Montevideo y tenía de compañero de cine a Alejandro Pi, así que le propuse a Eduardo sumarlo para tener otra cabeza a la historia. La película requería casi una megaproducción y necesitábamos tener los pies sobre la tierra. Entre los tres íbamos trabajando como un motor y creo que ese mecanismo de trabajar en el guión nos fue llevando a trabajar en el rodaje. Ya desde el guión estaba la idea de hacerla de a tres.

- ¿Cómo es hacer cine de género en Uruguay?
P.F: Todo un desafío. Nosotros ya habíamos empezado a presentarnos a fondos  y cuando viene Caetano como jurado le digo a Eduardo: “Si no ganamos esta”. En Uruguay no hay referentes, no hay cine de género directamente. Hay muchos críticos que dicen que es la primera película de género en Uruguay, sobre todo policial. En ese sentido era todo un desafío porque no había actores para agarrar. No tenés técnicos que hayan trabado en cine de género. Todo eso fue un desafío y sobre todo que entendieran que queríamos una película de barrio de género.  Y eso fue y no viene más. Nosotros en Uruguay estrenamos hace un año y en los guiones que vienen ganando los fondos no vemos cine de género.

- ¿Cómo entra el actor argentino Camilo Parodi en la historia?
Camilo Parodi: Vinieron a audicionar a Buenos Aires, yo me enteré el último día que me avisó un amigo, me pasó el dato, fui y quedé.  Era muy loco que ellos tuvieran un protagonista argentino en una película tan típica, filmada en un barrio tradicional. Ellos creían que tenía que ser yo y defendieron eso  sin que la película sea una coproducción con Argentina.

- ¿Cómo hicieron para que un argentino entrara en el código barrial de Reus?
E. P: Cuando planteamos este personaje era el jefe de un barrio muy particular que tenía su propio lenguaje, su propio código. El trabajo que hicimos con Camilo fue generar un antes, que él no cayera con el personaje que iba a decir lo que estaba en el guión. Era fundamental estudiar el antes, la raíz de lo que pasa en la película. Para eso Camilo tuvo una entrega absoluta.
P.F: Camilo fue el único actor que leyó el guión. Los otros actores nunca leyeron el guión completo. Todo el trabajo era el antes. Durante un mes y medio no trabajamos ninguna escena de la película sino que trabajamos  el antes de los personajes.
E.P: Cada escena se ensayó durante cuatro meses y estaba hasta cronometrada. Esto es ficción y había que lograr transmitir en un tiempo esa acción dramática. Con Camilo no era difícil pero con los chicos se nos complicaba un poco.

- ¿No encontraron un protagonista uruguayo?
E.P: No lo encontrábamos y eso dolió en Uruguay, le dolió a los actores, le dolió al sindicato… Reus es un proyecto rioplatense, no solo uruguayo, y esto se debe por tenerlo a Camilo y todo lo que nos entregó,  no solo a nivel personal sino a nivel de sumar en el grupo.

- ¿El resto de los chicos eran actores o chicos del barrio?
E. P: Eran pibes del barrio. Todos personajes divinos que obviamente a nivel de vida tenían un montón de problemas. Todo el mundo nos decía que estábamos locos si íbamos a trabajar con no actores. Pero teníamos armado un proyecto tan sólido y del que teníamos tanta seguridad que se basó en despertarles el deseo a estos chicos. Si uno le despierta el deseo a cualquier ciudadano las reglas se aprenden mucho más fáciles. No era nuestra intención cambiarle la vida a nadie sino darles una oportunidad.

- ¿Qué influencias cinematográficas tuvieron a la hora de contar la historia?
E.P: Muchos en Uruguay decían que era estaba influenciada por el cine americano y no teníamos miedo de que dijeran eso porque lamentablemente para muchos es una mala palabra y para mí no lo es. Cuando hablo de cine americano hablo de Martin Scorsese por ejemplo. Hubo influencias de Adrián Israel Caetano con "Un oso rojo", "Ciudad de Dios" en el trabajo de actores, no la película porque Brasil es otro mundo

- ¿De no haber sido tres sienten que todo hubiera sido diferente?
P. F: Un director solo se hubiera vuelto loco. En una ópera prima hay que dejar de lado el egocentrismo y hay que jugársela a dirigirla con otro. Hay que meter al productor y al "coach" de actores en el rodaje para que las cosas salgan mejor.

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