"Gordo, calvo y bajito", animación colombiana para adultos sin prejuicios
- por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
Llega este fin de semana a los cines colombianos la insólita producción animada nacional "Gordo, calvo y bajito", opera prima de Carlos Osuna, que sin complejos se atreve a producir, realizar y escribir un film de dibujos para adultos, que huye de cualquier fantasía para moverse en un realismo cotidiano con el que es fácil identificarse... aunque -como muchas cintas de Disney- tenga su moraleja.
Álvaro Bayona, Julio Medina, Jairo Camargo, Marcela Mar, Sandra Reyes, Fernando Arévalo, Ernesto Benjumea y Elkin Díaz, entre otros, se convirtieron en dibujos animados y antes de llegar a los cines comerciales se pasearon por las pantallas de los festivales de Biarritz, Chicago, Varsovia, Amiens, el Latino de Montreal, San Diego, BAFICI, Cine de Las Américas...
"Gordo, calvo y bajito" relata la vida de Antonio Farfán (Álvaro Bayona), un hombre solitario y con pocas habilidades para construir relaciones sociales, quien atribuye su fracaso personal y profesional a su apariencia física: es gordo, calvo y bajito. La llegada del nuevo notario, el Dr. Enríquez, un hombre más gordo, más calvo y más bajito que Antonio, le demuestra al personaje que su falta de éxito no se debe a su apariencia física, ya que el Dr. Enríquez, aunque se ve como él, es exitoso y querido por los demás. Así, Antonio indaga sobre el porqué de su condición solitaria y marginada, dándose cuenta que las vidas de los demás no son necesariamente felices.
Un día conoce a Pedro, su vecino, un anciano senil de más de 80 años, quien sufre de graves problemas cardiacos. Antonio se encarga de cuidarlo como si fuera un amigo cercano, poniendo a prueba su descubrimiento y desarrollando, lentamente, habilidades para relacionarse con los demás. Así, descubre lo importante que es fingir, realizando una serie de experimentos sociales como ingresar a un grupo de autoayuda y hacer los ejercicios aeróbicos de la armada canadiense, los que le reportan algunos aparentes progresos en su vida personal y profesional, aunque su interior se siente igual de triste y estresado.
Una difícil coyuntura lo pondrá cara a cara con sus miedos y complejos, convirtiéndolo en un héroe cotidiano, con su corta estatura, su calva y su sobrepeso, que lucha contra las banalidades del mundo, transformando su vida rutinaria, en una realidad paralela en la que cada pequeña acción se convierte en una importante gesta.
Osuna, quien escribió el guión junto a su también coproductor Juan Mauricio Ruiz, considera que en muchos países latinoamericanos "hay infraestructuras de animación destinadas a la publicidad, pero no al cine", y desecha la creencia de que un film animado es necesariamente más caro que uno con imagen real, lo cual no es en su opinión cierto. En este sentido, contó a EFE que su opera prima podía cambiar algunas mentalidades, por haber creado "una forma de cómo hacer este tipo de proyectos".
Reivindica también Osuna el trabajar con este formato para tratar cuestiones adultas, como la identidad o la aceptación de uno mismo: "Una animación que no es para niños y toca una temática muy adulta", que busca "la abstracción del personaje y deshacerse de los rasgos que no son importantes, jugar con los signos vitales y los espacios, que están difuminados o incluso desaparecen".
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Álvaro Bayona, Julio Medina, Jairo Camargo, Marcela Mar, Sandra Reyes, Fernando Arévalo, Ernesto Benjumea y Elkin Díaz, entre otros, se convirtieron en dibujos animados y antes de llegar a los cines comerciales se pasearon por las pantallas de los festivales de Biarritz, Chicago, Varsovia, Amiens, el Latino de Montreal, San Diego, BAFICI, Cine de Las Américas...
"Gordo, calvo y bajito" relata la vida de Antonio Farfán (Álvaro Bayona), un hombre solitario y con pocas habilidades para construir relaciones sociales, quien atribuye su fracaso personal y profesional a su apariencia física: es gordo, calvo y bajito. La llegada del nuevo notario, el Dr. Enríquez, un hombre más gordo, más calvo y más bajito que Antonio, le demuestra al personaje que su falta de éxito no se debe a su apariencia física, ya que el Dr. Enríquez, aunque se ve como él, es exitoso y querido por los demás. Así, Antonio indaga sobre el porqué de su condición solitaria y marginada, dándose cuenta que las vidas de los demás no son necesariamente felices.
Un día conoce a Pedro, su vecino, un anciano senil de más de 80 años, quien sufre de graves problemas cardiacos. Antonio se encarga de cuidarlo como si fuera un amigo cercano, poniendo a prueba su descubrimiento y desarrollando, lentamente, habilidades para relacionarse con los demás. Así, descubre lo importante que es fingir, realizando una serie de experimentos sociales como ingresar a un grupo de autoayuda y hacer los ejercicios aeróbicos de la armada canadiense, los que le reportan algunos aparentes progresos en su vida personal y profesional, aunque su interior se siente igual de triste y estresado.
Una difícil coyuntura lo pondrá cara a cara con sus miedos y complejos, convirtiéndolo en un héroe cotidiano, con su corta estatura, su calva y su sobrepeso, que lucha contra las banalidades del mundo, transformando su vida rutinaria, en una realidad paralela en la que cada pequeña acción se convierte en una importante gesta.
Osuna, quien escribió el guión junto a su también coproductor Juan Mauricio Ruiz, considera que en muchos países latinoamericanos "hay infraestructuras de animación destinadas a la publicidad, pero no al cine", y desecha la creencia de que un film animado es necesariamente más caro que uno con imagen real, lo cual no es en su opinión cierto. En este sentido, contó a EFE que su opera prima podía cambiar algunas mentalidades, por haber creado "una forma de cómo hacer este tipo de proyectos".
Reivindica también Osuna el trabajar con este formato para tratar cuestiones adultas, como la identidad o la aceptación de uno mismo: "Una animación que no es para niños y toca una temática muy adulta", que busca "la abstracción del personaje y deshacerse de los rasgos que no son importantes, jugar con los signos vitales y los espacios, que están difuminados o incluso desaparecen".
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