Carlos Bolado habla sobre "Colosio": "Les mataron y ellos mismos les hacen las estatutas"
- por © Correcamara.com-NOTICINE.com
El film nacional "Colosio - El asesinato" es sin duda el estreno más llamativo de este viernes en México, en virtud del negro episodio que evoca y del contexto político actual, ambos situados en vísperas de la elección presidencial. Se trata de un "thriller político", dirigido por Carlos Bolado, centrado en las turbias investigaciones sobre el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, el candidato del PRI a la presidencia del país en 1994. El film mezcla personajes y sucesos reales con una trama de ficción, donde bajo otros nombres se identifican altos funcionarios y políticos, como el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, Fernando Gutiérrez Barrios o el también asesinado José Francisco Ruiz Massieu. El reparto cuenta con la participación de José María Yazpik, Kate del Castillo, Enoc Leaño (en el papel de Colosio), Daniel Giménez Cacho, Ximena González Rubio, Emilio Echevarría, Gustavo Sánchez Parra, Harold Torres, José Sefami, Teresa Ruiz, Tenoch Huerta, Odiseo Bichir y otros.
Bolado es autor de apreciables obras como "Bajo California: el límite del tiempo" (1998) y el documental "Promises" (2001), dirigido al alimón con Justine Shapiro. Además, recientemente terminó de filmar una serie y una película, "Tlatelolco", sobre la matanza estudiantil de 1968, que aun no tiene fecha de estreno. En esta conversación con Hugo Lara Chávez, Bolado asegura que esta película habla mal del gobierno de Carlos Salinas y muestra una historia de asesinato y crímenes de Estado, aunque sin inventar pruebas ni acusaciones sin fundamento. Igualmente, el cineasta pretende provocar un efecto para que la gente reflexione su voto en las próximas elecciones.
- Rodó primero "Tlatelolco" y casi de inmediato "Colosio" ¿Se está especializando en el cine histórico-político?
Filmé "Tlatelolco" hace dos años, hice "Los Minondo" y varias series de televisión. Cuando me ofrecieron esta película yo estaba pensando en hacer otra, más mía, que se llama "Sueños de agua". Pero sucedió esto. Yo si no fuera cineasta hubiera sido historiador así que ya que estaba metido en lo del 68, y había leído una gran cantidad de libros, cuando se presentó la oportunidad de contar la historia del país —que yo conozco porque he leído libros de historia— y me dije "hay que hacerlo". Esta es una película que obviamente habla mal del gobierno de Salinas, del gobierno de esos años. Aplicamos esto en el "thriller", es una historia de ficción pero metida en la Historia de México. Ya lo había hecho con lo del 68, pues de alguna forma es lo mismo porque hay personajes históricos como los ex presidentes Echeverría y Díaz Ordaz, al lado de personajes de ficción. Aquí aparece Colosio, Diana Laura Riojas y algunos personajes de ficción, que son los de Chema Yazpik y Kate del Castillo.
- ¿Cuándo llegó a sus manos el proyecto?
Yo ya había leído el guión, hace muchos años, y en algún momento pensé en hacerlo cuando lo tenía la productora Altavista. Mónica Lozano y yo habíamos platicado de trabajar un proyecto juntos y estuve leyendo guiones de ellos. Ya había leído el guión de "Colosio" como "Los capos del norte", de Vicente Leñero y Carlos Puig, que estaba basado en su libro "La culebra", pero finalmente Carlos no quiso entrarle por cuestiones políticas y su labor como comunicador —sería cuestión que él lo explicara— y nosotros hicimos una nueva versión del guión, basado en la investigación del asesinato, que es la propuesta que hizo Carlos, y sobre eso mismo Hugo Rodríguez y yo lo reescribimos. Obviamente hay una intención de lanzarla para hacer un comentario en las elecciones. Creo que es una película que tenía que haberse hecho antes, en las elecciones de 2000, que fue cuando yo leí el guión, pero entonces todavía estaba en el poder el PRI y estaba muy cercano ese suceso. Además, hay que tener un poco de distancia y eso ayuda a ver ahora cómo se olvidó el asunto, cómo se escondió.
- ¿Fue complicado levantar el proyecto, toda vez que muchos de esos personajes están vivos y les podría incomodar verse retratados en pantalla?
Si nos hablaron. Miedo sí tuvimos, un poco. Evitamos los nombres pero en la película es muy claro quién es quién…
- ¿Les amenazaron?
Sí, se recibió una llamada. A mí no. Se recibió una llamada que nos decía que por qué estábamos haciendo eso, por qué estábamos levantando muertos y moviendo cosas. Obviamente tú no puedes acusar a nadie sin las pruebas. México es un país de rumores y son muy fuertes, aunque a veces dicen la verdad. Yo quería ser un poco más radical, soy un hombre de izquierda, pero me avisaron y me advirtieron que tenía que tener pruebas. No puedes atacar o señalar a alguien si no tienes las pruebas, entonces frente a algunas de las personas que creo que había que señalar, nos tuvimos que quedar callados, porque no puedes decir que son directamente responsables o culpables. Y como dijo un amigo mío: "si lo hicieron, van a estar furiosos; y si no lo hicieron ¡también van a estar furiosos!".
- ¿Cree que los 18 años de distancia son suficientes para tratar este tema tan espinoso a nivel nacional?
Algo que para mí fue muy fuerte, fue conocer ciertas reacciones de la gente. Una vez estábamos conversando con Carlos Puig y con su esposa en su casa. Ella fue a la cocina cuando bajó su hijo, que tenía 18 años, y le preguntó "Oye mamá ¿quién es Colosio?". Esta es una historia de asesinato y crímenes de Estado que hay que traer a la memoria. Yo sí espero que tenga un efecto y que la gente piense y que lo considere. Es una vergüenza que pueda haber un personaje o el Grupo de Atlacomulco, que tienen que ver con este asunto. Eso recuerda a otro abuelo de la política, Hank González, y otras gentes que le hicieron mucho daño a este país y a varias generaciones. Yo pertenezco a una generación que creció con la represión del 68 y con lo que nos pasó en el 94, los que teníamos edad para leer y pensar, fue un crimen que nos afectó mucho.
- ¿Cuál fue su mayor hallazgo sobre este caso a lo largo de este proyecto?
Identificar quiénes son más responsables. No podemos decir las pruebas que hay por ahí sueltas o lo que nos dieron algunas personas, pero me di cuenta de que los demonios sí andan sueltos
- La escena del asesinato ¿cómo fue? ¿qué tan satisfecho quedó?
Muy insatisfecho. Porque como decía la canción de King Crimson "La confusión será mi epitafio"; yo digo que "La insatisfacción será mi epitafio". Nunca quedo satisfecho con mis películas porque nunca puedo jugar de delantero; siempre estoy jugando de portero o de defensa, hablando en términos futboleros. Es la mejor película que me han producido. Mónica Lozano es una gran productora, fue la primera vez que me sentí protegido. Con Fernando Sariñana por ejemplo no fue así ("con Tlatelolco"), él estaba metido en el Canal Once, no hubo posibilidad de que tuvieran una producción detrás tan buena, estaba muy solo y había que hacer una serie de televisión. Hice una serie de seis capítulos y una película en ocho semanas, fue una locura, tenía que filmar 15 páginas diarias. Aquí -en "Colosio"- eran pocas páginas, filmé en cinco semanas, pero aun así, sentí que tenía el respaldo de la producción, tenía a Hugo [Rodríguez] que me cuidaba las espaldas y yo nada más tenía que ver para adelante. Filmé más como yo quería, porque yo si soy una persona que creo en el cine como lenguaje y en la gramática de las imágenes.
- ¿Y hacer una escena como el asesinato, que todo mundo vio por televisión, no fue difícil hablando en términos de gramática?
¡Estaba terrible! Tuvimos que empezar con esa escena, porque Chema no podía llegar antes y no teníamos todo el stock. Lomas Taurinas lo reconstruimos en Ixtapaluca, en el Estado de México, donde fuimos a filmar en secreto, en una zona parecida. Yo fui en diciembre a Lomas Taurinas a hacer unos "pick ups", vi este lugar que es un poco patético, una plaza de tres colores —otra vez usando los colores de la bandera— y una estatua bastante patética de Colosio, que es todo lo que queda. Yo por eso quería acabar la película con la imagen de su estatua pero me dijeron que parece que le hacía un homenaje. Creo que es un personaje importante porque lo mataron. Yo quería hacer una secuencia de estatuas y terminar como "uno más de bronce", "uno más entre muchos": Villa, Obregón, y otros. Ellos mismos los mataron y ellos mismos les hacen las estatuas.
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Bolado es autor de apreciables obras como "Bajo California: el límite del tiempo" (1998) y el documental "Promises" (2001), dirigido al alimón con Justine Shapiro. Además, recientemente terminó de filmar una serie y una película, "Tlatelolco", sobre la matanza estudiantil de 1968, que aun no tiene fecha de estreno. En esta conversación con Hugo Lara Chávez, Bolado asegura que esta película habla mal del gobierno de Carlos Salinas y muestra una historia de asesinato y crímenes de Estado, aunque sin inventar pruebas ni acusaciones sin fundamento. Igualmente, el cineasta pretende provocar un efecto para que la gente reflexione su voto en las próximas elecciones.
- Rodó primero "Tlatelolco" y casi de inmediato "Colosio" ¿Se está especializando en el cine histórico-político?
Filmé "Tlatelolco" hace dos años, hice "Los Minondo" y varias series de televisión. Cuando me ofrecieron esta película yo estaba pensando en hacer otra, más mía, que se llama "Sueños de agua". Pero sucedió esto. Yo si no fuera cineasta hubiera sido historiador así que ya que estaba metido en lo del 68, y había leído una gran cantidad de libros, cuando se presentó la oportunidad de contar la historia del país —que yo conozco porque he leído libros de historia— y me dije "hay que hacerlo". Esta es una película que obviamente habla mal del gobierno de Salinas, del gobierno de esos años. Aplicamos esto en el "thriller", es una historia de ficción pero metida en la Historia de México. Ya lo había hecho con lo del 68, pues de alguna forma es lo mismo porque hay personajes históricos como los ex presidentes Echeverría y Díaz Ordaz, al lado de personajes de ficción. Aquí aparece Colosio, Diana Laura Riojas y algunos personajes de ficción, que son los de Chema Yazpik y Kate del Castillo.
- ¿Cuándo llegó a sus manos el proyecto?
Yo ya había leído el guión, hace muchos años, y en algún momento pensé en hacerlo cuando lo tenía la productora Altavista. Mónica Lozano y yo habíamos platicado de trabajar un proyecto juntos y estuve leyendo guiones de ellos. Ya había leído el guión de "Colosio" como "Los capos del norte", de Vicente Leñero y Carlos Puig, que estaba basado en su libro "La culebra", pero finalmente Carlos no quiso entrarle por cuestiones políticas y su labor como comunicador —sería cuestión que él lo explicara— y nosotros hicimos una nueva versión del guión, basado en la investigación del asesinato, que es la propuesta que hizo Carlos, y sobre eso mismo Hugo Rodríguez y yo lo reescribimos. Obviamente hay una intención de lanzarla para hacer un comentario en las elecciones. Creo que es una película que tenía que haberse hecho antes, en las elecciones de 2000, que fue cuando yo leí el guión, pero entonces todavía estaba en el poder el PRI y estaba muy cercano ese suceso. Además, hay que tener un poco de distancia y eso ayuda a ver ahora cómo se olvidó el asunto, cómo se escondió.
- ¿Fue complicado levantar el proyecto, toda vez que muchos de esos personajes están vivos y les podría incomodar verse retratados en pantalla?
Si nos hablaron. Miedo sí tuvimos, un poco. Evitamos los nombres pero en la película es muy claro quién es quién…
- ¿Les amenazaron?
Sí, se recibió una llamada. A mí no. Se recibió una llamada que nos decía que por qué estábamos haciendo eso, por qué estábamos levantando muertos y moviendo cosas. Obviamente tú no puedes acusar a nadie sin las pruebas. México es un país de rumores y son muy fuertes, aunque a veces dicen la verdad. Yo quería ser un poco más radical, soy un hombre de izquierda, pero me avisaron y me advirtieron que tenía que tener pruebas. No puedes atacar o señalar a alguien si no tienes las pruebas, entonces frente a algunas de las personas que creo que había que señalar, nos tuvimos que quedar callados, porque no puedes decir que son directamente responsables o culpables. Y como dijo un amigo mío: "si lo hicieron, van a estar furiosos; y si no lo hicieron ¡también van a estar furiosos!".
- ¿Cree que los 18 años de distancia son suficientes para tratar este tema tan espinoso a nivel nacional?
Algo que para mí fue muy fuerte, fue conocer ciertas reacciones de la gente. Una vez estábamos conversando con Carlos Puig y con su esposa en su casa. Ella fue a la cocina cuando bajó su hijo, que tenía 18 años, y le preguntó "Oye mamá ¿quién es Colosio?". Esta es una historia de asesinato y crímenes de Estado que hay que traer a la memoria. Yo sí espero que tenga un efecto y que la gente piense y que lo considere. Es una vergüenza que pueda haber un personaje o el Grupo de Atlacomulco, que tienen que ver con este asunto. Eso recuerda a otro abuelo de la política, Hank González, y otras gentes que le hicieron mucho daño a este país y a varias generaciones. Yo pertenezco a una generación que creció con la represión del 68 y con lo que nos pasó en el 94, los que teníamos edad para leer y pensar, fue un crimen que nos afectó mucho.
- ¿Cuál fue su mayor hallazgo sobre este caso a lo largo de este proyecto?
Identificar quiénes son más responsables. No podemos decir las pruebas que hay por ahí sueltas o lo que nos dieron algunas personas, pero me di cuenta de que los demonios sí andan sueltos
- La escena del asesinato ¿cómo fue? ¿qué tan satisfecho quedó?
Muy insatisfecho. Porque como decía la canción de King Crimson "La confusión será mi epitafio"; yo digo que "La insatisfacción será mi epitafio". Nunca quedo satisfecho con mis películas porque nunca puedo jugar de delantero; siempre estoy jugando de portero o de defensa, hablando en términos futboleros. Es la mejor película que me han producido. Mónica Lozano es una gran productora, fue la primera vez que me sentí protegido. Con Fernando Sariñana por ejemplo no fue así ("con Tlatelolco"), él estaba metido en el Canal Once, no hubo posibilidad de que tuvieran una producción detrás tan buena, estaba muy solo y había que hacer una serie de televisión. Hice una serie de seis capítulos y una película en ocho semanas, fue una locura, tenía que filmar 15 páginas diarias. Aquí -en "Colosio"- eran pocas páginas, filmé en cinco semanas, pero aun así, sentí que tenía el respaldo de la producción, tenía a Hugo [Rodríguez] que me cuidaba las espaldas y yo nada más tenía que ver para adelante. Filmé más como yo quería, porque yo si soy una persona que creo en el cine como lenguaje y en la gramática de las imágenes.
- ¿Y hacer una escena como el asesinato, que todo mundo vio por televisión, no fue difícil hablando en términos de gramática?
¡Estaba terrible! Tuvimos que empezar con esa escena, porque Chema no podía llegar antes y no teníamos todo el stock. Lomas Taurinas lo reconstruimos en Ixtapaluca, en el Estado de México, donde fuimos a filmar en secreto, en una zona parecida. Yo fui en diciembre a Lomas Taurinas a hacer unos "pick ups", vi este lugar que es un poco patético, una plaza de tres colores —otra vez usando los colores de la bandera— y una estatua bastante patética de Colosio, que es todo lo que queda. Yo por eso quería acabar la película con la imagen de su estatua pero me dijeron que parece que le hacía un homenaje. Creo que es un personaje importante porque lo mataron. Yo quería hacer una secuencia de estatuas y terminar como "uno más de bronce", "uno más entre muchos": Villa, Obregón, y otros. Ellos mismos los mataron y ellos mismos les hacen las estatuas.
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