La actriz Jazmín Stuart habla de su opera prima como directora, "Desmadre"
- por © J.P.Russo / EscribiendoCine-NOTICINE.com
La argentina Jazmín Stuart se graduó como realizadora cinematográfica hace unos quince años atrás, pero tras volcarse en la actuación ha tardado todo este tiempo en conseguir dirigir su primer largometraje (aunque en este caso correalizado con Juan Pablo Martínez). "Desmadre" (2012), estrenada este fin de semana, se basa en la novela "Para ella todo suena a Franck Pourcel", del escritor mexicano Guillermo Fadanelli, y es una exploración irónica sobre el universo femenino de una hija y una madre que actúan a la inversa.
- Cuéntenos cómo llega la novela original a sus manos y qué fue lo que le interesó de ella.
Originalmente éste es un proyecto del productor y codirector de la película, Juan Pablo Martínez. Él estaba interesado en llevar al cine la novela del mexicano Guillermo Fadanelli. Juan Pablo y yo nos conocimos en una película que él dirigió y yo protagonicé y nos mantuvimos en contacto. Un tiempo después yo gané un concurso de cortometrajes y cuando él vio mi corto proyectado en el MALBA, que hablaba sobre el universo adolescente, me propuso adaptar juntos la novela de Fadanelli (que también está situada en el mundo de la adolescencia), y codirigir la película. Me pareció una buena manera de foguearme y experimentar un primer largometraje, por eso acepté. Y porque la película transita temas que siempre me interesaron como las relaciones humanas, la sexualidad, el ser mujer, el paso del tiempo, la moral versus el deseo...
- ¿Cuándo nace su interés en la dirección de cine?
Escribo desde chica y estudio actuación desde los 12 años. Mi papá es director de cine publicitario y siempre me fascinó estar en los rodajes. Siempre supe que me dedicaría a contar historias y al egresar de la secundaria no dudé en cursar la carrera de dirección cinematográfica. Sentía que el cine reunía muchas cosas que me gustaban: fotografía, música, actuación, dramaturgia, la plasticidad de la pintura y lo dinámico de la danza. Me gradué en 1997 en la FUC. En ese momento "el nuevo cine argentino" estaba apenas arrancando y no parecía haber demasiado trabajo detrás de cámara. Al mismo tiempo había empezado a formarme con quien fue mi maestro de actuación muchos años, Julio Chávez. Decidí empezar a contar historias desde el otro lado y así pude ir aprendiendo el oficio de actriz. Unos años después quise recuperar mi objetivo inicial, y empecé a ser más selectiva con mis trabajos actorales, dándole prioridad al cine. Y a la vez, escribí y dirigí teatro y cortometrajes, con la intención de prepararme para dirigir largometrajes.
- ¿Dividieron tareas o el trabajo fue compartido en todos los ámbitos?
El trabajo fue compartido. Yo estuve especialmente involucrada en el guión y la dirección actoral, pero también estuve detrás de la puesta de cámara, la musicalización, la dirección de arte, el vestuario. Quise participar en todas las áreas posibles: desde el "casting" de la protagonista y el diseño del afiche, hasta las audiciones de los actores y el montaje. Como codirectores somos distintos en algunos aspectos y tal vez eso hacía que no nos pisáramos demasiado. Juan Pablo es muy generoso y fue fácil compartir la responsabilidad. Tal vez viendo la película se adivinan qué cosas responden a su mirada y cuáles a la mía (y a eso se le suma la mirada de Fadanelli, desde la novela original). Pero durante el proceso las tres voluntades se combinaron de manera armoniosa.
- A mi criterio el punto fuerte de "Desmadre" es la dirección de actores y el trabajo de cada uno sobre los personajes. ¿Al también ser actriz el vínculo fue distinto?
Supongo que sí, porque puedo comprender lo artesanal del proceso de composición, los problemas con los que pueden toparse y tal vez tengo algunas herramientas que pueden resultarles útiles.
- ¿Tomó cosas autorreferenciales tanto en los personajes de la madre como de la hija?
Quizás inconscientemente haya cosas mías en algunos diálogos (muchas escenas no estaban en la novela y le propuse a Juan Pablo sumarlas para sumar algunas tensiones o contrapuntos).
- ¿En ningún momento le dieron ganas también de hacer uno de los personajes?
No había ninguno para el cual yo tuviera el "physique du role", y además prefería no salir de atrás de cámara. Para mí era prioritario probar ese rol. Arriesgar, equivocarme, "embarrarme" para aprender. Actuar me hubiera distraído. En una próxima oportunidad quizás me anime.
- ¿Después de esta experiencia volvería a dirigir o se queda con el rol de actriz?
Quiero volver a dirigir, ¡casi con un impulso adictivo! Tengo dos guiones listos, y estoy ansiosa por probar la odisea de dirigir sola. Pero también espero con fascinación la próxima oportunidad para actuar. Es que para mí las dos cosas son parte de un mismo asunto: contar historias.
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- Cuéntenos cómo llega la novela original a sus manos y qué fue lo que le interesó de ella.
Originalmente éste es un proyecto del productor y codirector de la película, Juan Pablo Martínez. Él estaba interesado en llevar al cine la novela del mexicano Guillermo Fadanelli. Juan Pablo y yo nos conocimos en una película que él dirigió y yo protagonicé y nos mantuvimos en contacto. Un tiempo después yo gané un concurso de cortometrajes y cuando él vio mi corto proyectado en el MALBA, que hablaba sobre el universo adolescente, me propuso adaptar juntos la novela de Fadanelli (que también está situada en el mundo de la adolescencia), y codirigir la película. Me pareció una buena manera de foguearme y experimentar un primer largometraje, por eso acepté. Y porque la película transita temas que siempre me interesaron como las relaciones humanas, la sexualidad, el ser mujer, el paso del tiempo, la moral versus el deseo...
- ¿Cuándo nace su interés en la dirección de cine?
Escribo desde chica y estudio actuación desde los 12 años. Mi papá es director de cine publicitario y siempre me fascinó estar en los rodajes. Siempre supe que me dedicaría a contar historias y al egresar de la secundaria no dudé en cursar la carrera de dirección cinematográfica. Sentía que el cine reunía muchas cosas que me gustaban: fotografía, música, actuación, dramaturgia, la plasticidad de la pintura y lo dinámico de la danza. Me gradué en 1997 en la FUC. En ese momento "el nuevo cine argentino" estaba apenas arrancando y no parecía haber demasiado trabajo detrás de cámara. Al mismo tiempo había empezado a formarme con quien fue mi maestro de actuación muchos años, Julio Chávez. Decidí empezar a contar historias desde el otro lado y así pude ir aprendiendo el oficio de actriz. Unos años después quise recuperar mi objetivo inicial, y empecé a ser más selectiva con mis trabajos actorales, dándole prioridad al cine. Y a la vez, escribí y dirigí teatro y cortometrajes, con la intención de prepararme para dirigir largometrajes.
- ¿Dividieron tareas o el trabajo fue compartido en todos los ámbitos?
El trabajo fue compartido. Yo estuve especialmente involucrada en el guión y la dirección actoral, pero también estuve detrás de la puesta de cámara, la musicalización, la dirección de arte, el vestuario. Quise participar en todas las áreas posibles: desde el "casting" de la protagonista y el diseño del afiche, hasta las audiciones de los actores y el montaje. Como codirectores somos distintos en algunos aspectos y tal vez eso hacía que no nos pisáramos demasiado. Juan Pablo es muy generoso y fue fácil compartir la responsabilidad. Tal vez viendo la película se adivinan qué cosas responden a su mirada y cuáles a la mía (y a eso se le suma la mirada de Fadanelli, desde la novela original). Pero durante el proceso las tres voluntades se combinaron de manera armoniosa.
- A mi criterio el punto fuerte de "Desmadre" es la dirección de actores y el trabajo de cada uno sobre los personajes. ¿Al también ser actriz el vínculo fue distinto?
Supongo que sí, porque puedo comprender lo artesanal del proceso de composición, los problemas con los que pueden toparse y tal vez tengo algunas herramientas que pueden resultarles útiles.
- ¿Tomó cosas autorreferenciales tanto en los personajes de la madre como de la hija?
Quizás inconscientemente haya cosas mías en algunos diálogos (muchas escenas no estaban en la novela y le propuse a Juan Pablo sumarlas para sumar algunas tensiones o contrapuntos).
- ¿En ningún momento le dieron ganas también de hacer uno de los personajes?
No había ninguno para el cual yo tuviera el "physique du role", y además prefería no salir de atrás de cámara. Para mí era prioritario probar ese rol. Arriesgar, equivocarme, "embarrarme" para aprender. Actuar me hubiera distraído. En una próxima oportunidad quizás me anime.
- ¿Después de esta experiencia volvería a dirigir o se queda con el rol de actriz?
Quiero volver a dirigir, ¡casi con un impulso adictivo! Tengo dos guiones listos, y estoy ansiosa por probar la odisea de dirigir sola. Pero también espero con fascinación la próxima oportunidad para actuar. Es que para mí las dos cosas son parte de un mismo asunto: contar historias.
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