Andrés Parra, a conquistar los cines colombianos con "Sanandresito"
- por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
Ya está en las salas colombianas la comedia "Sanandresito", el regreso al cine de Andrés Parra, ahora mismo uno de los actores más populares del país gracias a su trabajo en la teleserie que ha destrozado récords, "Escobar, el patrón del mal". Ya elogiado en 2008 por su protagonismo en "La pasión de Gabriel", ahora el actor caleño da vida a Wilson Tenorio, un espontáneo agente de policía que se mueve como pez en el agua en la zona comercial informal más popular de Bogotá. En declaraciones a Shock, Parra asegura que " Estoy en un proceso, cada vez más jodido, cada vez más exigente, y sabré si soy bueno por ahí a los 45 o 50 años".
Para el protagonista de "Sanandresito" su nuevo personaje en cine, el agente Tenorio, tenía una buena base: "El personaje estaba tan bien escrito y tan claro que donde yo le metiera algo me lo cagaba. Pero si hago eso mismo con Escobar, el personaje me lo clava". Parra revela en esta entrevista con Juan Pablo Castiblanco su técnica de trabajo para cada rol: "Escribo mucho sobre el personaje en unos cuadernos que todos los días lleno de información porque estoy pensando 24 horas al día en ello. Uno tiene que interiorizar toda esa información, que son muchísimas hojas, fotografías y videos. Hay actores que estudian películas de grandes actores que han hecho lo mismo, pero eso me parece muy peligroso porque se puede caer, sin querer, en la imitación".
"El trabajo del actor -añade- es como un iceberg. Usted lo que ve es la puntica, pero por debajo del mar hay un pedazo de hielo gigantesco que sostiene todo. Hay un momento en el que el personaje empieza a mandar, expresar y pensar por uno. Pero eso es en el set, no es una cosa que uno se lleve a la casa. Hay que investigarlo mucho, obsesionarse con él, buscar cada detalle, hacer un trabajo no horizontal sino vertical, de profundidad, al punto que pueda decir cuántas caries o cicatrices tiene. Ahí puedo aportar texto o incluso plantear escenas que no había, porque sé qué diría o haría el personaje. Luego arrancan las discusiones con los directores porque ellos tienen otra investigación. Me gusta que haya ese debate".
Andrés Parra se consagró en el cine colombiano como el atribulado sacerdote Gabriel de la película de Luis Alberto Restrepo, y en televisión con el papel de Anestesia en "El cartel de los sapos" y ahora como Pablo Escobar en la serie de Caracol que triunfa en Colombia y acaba de lanzarse en Estados Unidos.
Sobre Escobar, dice el actor que la investigación que hizo y su interpretación le hicieron cambiar su punto de vista: "Desde chiquitos nos enseñaron que era lo peor, pero en la medida en que entré en su mundo, pude comprender más. No quiere decir que esté de acuerdo o me parezca bien, pero ahora comprendo mucho más al país. Pongo en tela de juicio la actitud de Estados Unidos frente al problema de la droga, que me parece una actitud completamente facilista e hipócrita. Se están lavando las manos cuando el problema realmente es de ellos. Todos los muertos los hemos puesto nosotros, ¿y a cuenta de qué?. Una serie como "Escobar", donde el protagonista termina vuelto nada, solo, al que la plata finalmente no le sirvió, no creo que haga apología. El colombiano tiene una tendencia a no querer ver los problemas, a pensar que este es el mundo feliz, que en los colegios no hay matoneo y que nadie consume droga. Lo que sí puedo asegurar es que la televisión que existió durante treinta años, que trató la historia del rico con la pobre, de las familias, no hizo a la sociedad mejor".
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Para el protagonista de "Sanandresito" su nuevo personaje en cine, el agente Tenorio, tenía una buena base: "El personaje estaba tan bien escrito y tan claro que donde yo le metiera algo me lo cagaba. Pero si hago eso mismo con Escobar, el personaje me lo clava". Parra revela en esta entrevista con Juan Pablo Castiblanco su técnica de trabajo para cada rol: "Escribo mucho sobre el personaje en unos cuadernos que todos los días lleno de información porque estoy pensando 24 horas al día en ello. Uno tiene que interiorizar toda esa información, que son muchísimas hojas, fotografías y videos. Hay actores que estudian películas de grandes actores que han hecho lo mismo, pero eso me parece muy peligroso porque se puede caer, sin querer, en la imitación".
"El trabajo del actor -añade- es como un iceberg. Usted lo que ve es la puntica, pero por debajo del mar hay un pedazo de hielo gigantesco que sostiene todo. Hay un momento en el que el personaje empieza a mandar, expresar y pensar por uno. Pero eso es en el set, no es una cosa que uno se lleve a la casa. Hay que investigarlo mucho, obsesionarse con él, buscar cada detalle, hacer un trabajo no horizontal sino vertical, de profundidad, al punto que pueda decir cuántas caries o cicatrices tiene. Ahí puedo aportar texto o incluso plantear escenas que no había, porque sé qué diría o haría el personaje. Luego arrancan las discusiones con los directores porque ellos tienen otra investigación. Me gusta que haya ese debate".
Andrés Parra se consagró en el cine colombiano como el atribulado sacerdote Gabriel de la película de Luis Alberto Restrepo, y en televisión con el papel de Anestesia en "El cartel de los sapos" y ahora como Pablo Escobar en la serie de Caracol que triunfa en Colombia y acaba de lanzarse en Estados Unidos.
Sobre Escobar, dice el actor que la investigación que hizo y su interpretación le hicieron cambiar su punto de vista: "Desde chiquitos nos enseñaron que era lo peor, pero en la medida en que entré en su mundo, pude comprender más. No quiere decir que esté de acuerdo o me parezca bien, pero ahora comprendo mucho más al país. Pongo en tela de juicio la actitud de Estados Unidos frente al problema de la droga, que me parece una actitud completamente facilista e hipócrita. Se están lavando las manos cuando el problema realmente es de ellos. Todos los muertos los hemos puesto nosotros, ¿y a cuenta de qué?. Una serie como "Escobar", donde el protagonista termina vuelto nada, solo, al que la plata finalmente no le sirvió, no creo que haga apología. El colombiano tiene una tendencia a no querer ver los problemas, a pensar que este es el mundo feliz, que en los colegios no hay matoneo y que nadie consume droga. Lo que sí puedo asegurar es que la televisión que existió durante treinta años, que trató la historia del rico con la pobre, de las familias, no hizo a la sociedad mejor".
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