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La magia del cine ha convertido a la española Carmen Maura en Sofia, la protagonista de "Sofía y el terco", de Andrés Burgos, una mujer madura que nunca ha salido de su pueblo de montaña colombiano y no quiere morirse sin ver el mar. Su marido, Alfredo, prometió acompañarla, pero siempre encuentra excusas para no cumplir su palabra, y Sofía, enferma y temerosa de que la vida no le brinde otra oportunidad, tendrá que tomar una decisión. "Me chifló -dice la actriz madrileña- porque no tenía nada que ver con lo que he hecho hasta ahora. Era como una aventura muy especial, porque yo no tenía ni idea de cómo era Colombia, ni su gente, ni nada de nada...".

"Me mandaron el guión a través de mi agente -recuerda Maura en declaraciones a El Colombiano- y en cuanto terminé la última página le llamé (a Andrés Burgos) y le dije: "Esta película yo la quiero hacer". Como siempre. Cogí el guion y me metí en el papel. Dónde vive, qué marido tiene, qué cosas le pasan... y luego, con una ayuda enorme del director, vas a la parte más profunda de este personaje... y eso Andrés lo tenía clarísimo. La verdad es que no me da dificultad meterme en el personaje, es mi estilo. Si me pongo a analizarlo desde afuera y me pongo a darle vueltas en la cabeza, no lo voy a disfrutar igual".

Para la protagonista de algunas de las mejores películas de Pedro Almodóvar (con quien últimamente volvió a enemistarse) convertirse en una campesina colombiana no sólo no fue un quebradero de cabeza, sino un desafío, un juego divertido: "Con las películas y los actores, si se dan las cosas que te dicen, pues me meto. Es como cuando jugaba de pequeña, pero mucho más divertido, porque de pequeña no tenía las cosas de verdad. Además, tampoco somos tan diferentes. Me daban muchas ganas de hablar como los demás, pero eso me era imposible. Fue un gran trabajo. Además vivía en una casita preciosa en la montaña que me encantaba y luego estaba Gustavo (Angarita) que era genial, y Constanza (Duque) que era tan cariñosa. Y a mí rodar esa película con botas de goma y tranquila y sin maquillar y en los campos, en la montaña, me encanta. Además me ayudó a descubrir Colombia, de la que tenía una idea totalmente diferente.

Carmen especifica que en este momento quiere que su profesión sea algo lúdico y no materia para el sufrimiento y el esfuerzo: "A estas alturas de mi vida, lo único que quiero es encontrarme cosas nuevas y que me sorprendan y pasármelo bien. No tengo ninguna ambición de ese tipo de ser la mejor, de ganarme no sé qué premio... La comedia cansa más y el drama me resulta generalmente más fácil. Lo que es genial es la mezcla, cuando el público no sabe si reír o llorar cuando te está viendo".

La madrileña califica de positiva la experiencia a las órdenes del colombiano Andrés Burgos, guionista y realizador de "Sofía y el terco". "Fue como si estuviera jugando. El tenía muy claro el personaje. Yo para él estaba estupenda para el papel, le gustaba como iba vestida... era muy fácil. La verdad, no soy una actriz complicada, me gusta que la responsabilidad sea de ellos (de los directores), desde pequeñita no me han gustado las grandes responsabilidades".

"Sofía y el terco" llega este fin de semana a una treintena de salas colombianas, con una nota para la queja... ¿Con una producción nacional no tan amplia, por qué coinciden dos estrenos colombianos (el otro es "Chocó") que se hacen mutua competencia en la misma fecha?