José Henrique Fonseca habla sobre su "biopic" futbolística "Heleno"

por © J.Romero-NOTICINE.com
Rodrigo Santoro es Heleno
El brasileño José Henrique Fonseca ("O homem do ano") es el autor del melodrama biográfico "Heleno", uno de los films de este país más premiado en festivales en el último año (logró otro galardón hace pocos días en Lima), aparte de estar entre los más taquilleros, con más de 2 millones de dólares ingresados. El apodado "Valentino del fútbol" o "Gilda" fue uno de los primeros astros del fútbol local, en los años 30 y 40, y el máximo ídolo del Botafogo hasta la aparición de Garrincha. Pero lejos de los campos, Heleno de Freitas era mujeriego, drogadicto y autodestructivo, muriendo en un manicomio por los efectos de la sífilis con sólo 39 años. José Romero habló con Fonseca, quien colaboró en el guión con el argentino Fernando Castets y con Felipe Bragança.

- ¿Por qué llevar al cine la historia de Heleno, figura tan contradictoria como enigmática?

Hasta ahora no lo sé. Hay motivos oscuros, no sé bien. La historia de Heleno para la gente que conoce el futbol en Brasil es muy distinta. El fue una persona que existió en verdad, leí su biografía que precisamente fue lanzada en el mismo tiempo en que estábamos haciendo la película. Yo tuve acceso a los originales, como dos años antes y me quedé muy encantado. Me gustan los personajes que no tienen salida, "against the law", algo idéntico a lo que sucedía en mi primera película "El Hombre del Año". Heleno es un personaje difícil de ser retratado, eso fue lo que me cautivó del proyecto. La biografía me sirvió para conocer su vida, pero en realidad Heleno tuvo una existencia mucho peor de que mostramos en la película. Fue tratado medicamente de mala manera, porque la sífilis en esa época no tenía tratamiento. La penicilina aún no había sido descubierta y recién llegó a Brasil dos años después de su muerte. Lo trataban con Bismuto, un metal que le inyectaban en sus venas, y él decide no seguir más porque los efectos eran horribles y como se dice en la película, no quería quedar impotente. La sífilis tiene un círculo mortal, primero tienes unas manchas que rápidamente se van, luego retornan en un segundo grado y se van de nuevo, y la tercera es el fin porque llega hasta el cerebro. Así es como muere Heleno, la misma muerte de Nietzsche o Schuman.

- A diferencia de otros astros del balón, Heleno no era de extracción humilde...
En efecto, no lo era. En los años 1910 o 1920, el fútbol era un deporte de élite, solo la gente rica jugaba. El Vasco, que es mi equipo preferido, fue el primero en incluir negros entre sus trabajadores. Tanta conmoción ocasionó esto que fue alejado de la liga oficial. Este fue un hecho que marcó la historia del fútbol brasilero. Después llamaron al Vasco de vuelta porque los jugadores eran muy buenos. En los años cuarenta, cuando Heleno surgió, el futbol era jugado por personas humildes en su mayoría y Heleno era de una familia acomodada de Minas, en el interior del Brasil. Su papá era abogado, pero murió cuando tenía ocho años; y su mamá, que cuidó de todo, una mujer muy fuerte, era también de una familia pudiente. Heleno incluso fue también abogado, formado profesionalmente en derecho. Esta transición del fútbol entre la gente de élite y las clases bajas se empezó a dar en la década de los treinta, y ahora es lo contrario, pues es la gente más humilde la que juega mayoritariamente.

- ¿Encontró material disponible de la época, documentos gráficos o sonoros?

Muy poco, la voz de Heleno no se conserva, la imagen en movimiento casi tampoco. Sólo fotos. Participó en programas de radio, efectivamente, pero solamente tenemos el registro escrito. Sabíamos que había dado ese encuentro radiofónico que probablemente fue la primera entrevista que un jugador de futbol haya dado, pues la radio llegó al Brasil como en el 42. En esa época no les gustaba a las radios poner delante un micro a gente del futbol. En aquella época solo existía prensa escrita, porque la radio no entrevistaba jugadores. Sólo hay algo filmado del año en que jugó en Boca Juniors y sólo durante seis meses. Y ya estaba loco, no queda definido en qué grado se debía a su dolencia, pues ésta avanzaba lentamente, o es que su carácter ya era así. Después, en el fin de su carrera fue a jugar a Colombia y Gabriel García Márquez era periodista de El Heraldo y escribe cuatro crónicas dedicadas a Heleno de Freitas, que se pueden hallar en "Textos Costeros". Son muy interesantes. Decía algo así como: Si tu compras un billete para ver jugar a Heleno tienes la certeza de que vas a recibir por lo que pagas, porque Heleno o va a lograr jugar muy bien o va a hacer un espectáculo patético. Será un clown o un crack en un mismo jugador. Puede patear a sus colegas de equipo, salía del campo caminando o sencillamente, pegarle al árbitro.

- ¿Por qué optar por la textura del blanco y negro?
La elección del blanco y negro tuvo dos motivos bien fuertes: uno es que el blanco y negro para mi es la fantasía, la magia, lo que yo necesitaba para que el espectador fuera transportado al mundo que yo quería, a los años cuarenta. Fue muy difícil hacer una película con este presupuesto, los estudios no querían. Después, el blanco y negro es un fetiche de los cineastas, mi formación académica estuvo plagada de films en blanco y negro. Yo junté las dos cosas, porque es mejor para la historia y porque será la única película que haga así en mi vida.

- ¿Qué le pareció la recepción del público brasileño?

Se estrenó a inicios de abril en mi país y de ninguna manera se puede hablar de un éxito absoluto de taquilla, comparándola con las producciones de Hollywood. El cine brasilero tiene "un market share" que está surgiendo mucho. Hace diez años teníamos como 5% del mercado, ahora tenemos 12%. Es mejor pero es más competitivo. Aún así vamos a llegar como a 250 000 espectadores. Lo que no es tanto para Brasil.

- ¿Siempre es posible encontrar una película brasileira en la cartelera de su país?

Siempre. Estamos haciendo muchas películas, casi tan buenas como las argentinas. Será por eso, en parte, que yo trabajé en el inicio de este proyecto con un guionista argentino, Fernando Castets, el de "El Hijo de la Novia" y "La Luna de Avellaneda", ambas de Campanella. Lo conocí cuando fui jurado en Cuba, él también formaba parte del grupo. Hablamos de Heleno, que era un loco, y resultó que Fernando, era fanático del futbol, de ahí su interés por la película.

- Usted declaró que quería hacer un cine brasileño distinto y demostrar que no se producen solamente películas sobre la miseria y las favelas, "Ciudad de Dios", "Tropa de Elite"…
No podría hablar mal jamás de Fernando Meirelles o José Padilha, porque primero me gustan sus películas y segundo porque soy muy amigo de los dos. Lo que pasa es que creo que la gente de fuera de Brasil, de Europa, quiere la miseria brasilera. Es lo que más les interesa, el Brasil exótico, violento, visceral. Pero Brasil es más que eso, es más diverso.

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