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Por José Daniel Díaz

"Blancanieves" es una propuesta arriesgada, más si cabe tras los recientes estrenos de "The artist" y las dos "Blancanieves" norteamericanas. El director, Pablo Berger, así lo comentó cuando la exhibió por vez primera en nuestro país, al participar en el certamen donostiarra el pasado fin de semana. "Cuando me enteré del estreno en Cannes de "The artist" grité "Mieeeeeerda". De todas formas, él sigue apostando por el fondo y no por la forma. "Lo que importa es la historia" comentaba convencido.

Gracias a Dios, el fondo es tan bueno como la forma y de ahí el efusivo recibimiento que tuvo la película en el Festival de San Sebastián, pocos días antes de ser seleccionada para competir por el Oscar extranjero en nombre del cine español. Es un film arriesgado que cuenta la historia de los hermanos Grimm de una manera muy personal. Sur de España, años 20. Un torero (Daniel Giménez Cacho) queda malherido tras una mala cogida mientras su mujer (Inma Cuesta) pierde la vida al dar a luz a su única hija. Su nueva esposa, la malvada madrastra (Maribel Verdú), le hará la vida imposible a Carmen (la nueva Blancanieves), y ésta deberá sobrevivir con la ayuda de una "troupe" de enanitos toreros.

Todo el equipo estuvo presente en San Sebastián para presentar esta interesante visión del cuento. Aplaudida en Toronto, San Sebastián también se rindió a la propuesta de Pablo Berger. Sorprendente, imaginativa e ilusionante. Así podemos catalogar la primera película española de las concursantes en el certamen. Ahora llega a las pantallas comerciales con la esperanza de que una parte del público deje atrás sus prejuicios contra el blanco y negro y la ausencia de diálogos y disfrute de otra manera de contar una historia eterna que Berger ha hecho casi original.