"Pescador", de Sebastián Cordero, se estrena en Colombia
- por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
La coproducción ecuatoriano-colombiana "Pescador", de Sebastián Cordero, ha llegado este viernes a 12 salas colombianas, casi un año después de verse en Ecuador. Se trata de una historia inspirada en hechos reales, coescrita por Cordero junto a Juan Fernando Andrade, quien publicó el reportaje "Confesiones de un Pescador de Coca", en la Revista Soho. En ella se narran los cambios que provoca en un pueblo costero de pescadores el hallazgo de unos fardos con cocaína que han sido arrojados desde algún barco de traficantes. La actriz colombiana María Cecilia Sánchez protagoniza la cinta junto al ecuatoriano Andrés Crespo, quien ganó el premio de actuación masculina tanto en Cartagena de Indias como en Guadalajara y La Habana.
Esta colaboración entre los dos países vecinos fue concebida "como un viaje de carretera, usando como referencia un mapa, pero dejándose llevar por los lados más atractivos del viaje. Desde que filmé mi primera película he querido saber qué pasaría si siguiera las tangentes de una historia, dejando que los personajes me guíen hacia donde quieran ir. Filmamos con la cámara al hombro y en locaciones reales, de hecho en el pueblo donde ocurrió esta historia. Trabajamos cronológicamente, usando luz disponible, con tomas largas y muchas improvisaciones por parte de los actores, siempre dejando que la historia dicte sus reglas", ha dicho Sebastián Cordero.
Blanquito" (Crespo) tiene 30 años y vive con su madre en un pueblo pesquero. Un cargamento de cocaína aparece un día en la playa, y allí es recuperado por pescadores que delegan en él para que venda el cargamento. Ahora tiene la oportunidad de viajar en búsqueda de una mejor vida y de un padre que nunca conoció, junto a una mujer que dice poder mover la droga. Pero las cosas no son como parecen y "Blanquito" pronto se dará cuenta de que no pertenece a ningún lugar.
"Es una película que cuenta un viaje de carretera, en el que "Blanquito" se embarca para realizar una búsqueda interna y, aunque la trama parte de un hallazgo de paquetes de cocaína, la cinta no gira en torno al narcotráfico", explicaba Cordero en una charla con lectores del diario Hoy.
"Fue filmada integramente en Ecuador, y en muchos sentidos es muy local", ha dicho Cordero, quien rodó con un equipo muy reducido para facilitar la dinámica de una "road movie". "Está basada en una crónica periodística sobre un fardo de cocaína que apareció en la playa de un pueblito, y me interesó el que el autor del artículo hablaba más sobre el personaje que sobre el hecho en sí del hallazgo y lo que se derivó de él", detallaba.
"Fue muy raro, porque recorrimos toda la costa de Ecuador en busca de un pueblo donde rodar, y finalmente el que más nos gustó fue justamente el real donde apareció la coca. Hubo una mezcla en el elenco con actores profesionales, pero también a gente del pueblo. Allí todo el mundo tenía anécdotas relacionadas con el hecho. Fue para ellos un evento muy importante, pero el pueblo no cambio en nada. Se gastó lo que consiguieron en fiestas. Fue bonito recrear aquel momento con sus verdaderos protagonistas", añadía el cineasta quiteño.
"Asumes -proseguía el director y coguionista (con Juan Fernando Andrade)- que con un punto de partida como ese la película podría convertirse en una especie de "thriller" que va a ir por un marco tensión, acción, con persecuciones... y la película que yo quería hacer era justo lo contrario, sobre el estudio de un personaje que tiene un gran descontento sobre el lugar de donde proviene, que quiere buscar algo más y buscarse a sí mismo".
"Es un regreso al tipo de cine que hice con mi primera película, "Ratas, ratones y rateros". Es una ruptura con respecto por ejemplo a "Rabia", que fue una película milimetricamente controlada en cada plano, y quería que "Pescador" fuera lo opuesto, muy libre, y que improvisáramos escenas justo allí donde se nos ocurría, si nos parecía que hacían falta. Era un lujo que normalmente no se tiene. Tenía necesidad de hacer un quiebro", recordaba Sebastián Cordero.
Para Andrés Crespo, que ya tuvo un pequeño papel en "Crónicas", el papel de "Blanquito", su primer rol protagónico en cine, ha sido la gran oportunidad, y ha sabido aprovecharla. "Me sentí muy cercano a él, porque vivir otras experiencias, a cualquier edad, es algo básico para la felicidad de cualquier persona, y romper con todas las cosas que lo atan a lo que vive, ser libro y no pertenecer a nada o nadie y salir adelante por sí mismo", explicaba el actor guayaquileño.
Esta colaboración entre los dos países vecinos fue concebida "como un viaje de carretera, usando como referencia un mapa, pero dejándose llevar por los lados más atractivos del viaje. Desde que filmé mi primera película he querido saber qué pasaría si siguiera las tangentes de una historia, dejando que los personajes me guíen hacia donde quieran ir. Filmamos con la cámara al hombro y en locaciones reales, de hecho en el pueblo donde ocurrió esta historia. Trabajamos cronológicamente, usando luz disponible, con tomas largas y muchas improvisaciones por parte de los actores, siempre dejando que la historia dicte sus reglas", ha dicho Sebastián Cordero.
Blanquito" (Crespo) tiene 30 años y vive con su madre en un pueblo pesquero. Un cargamento de cocaína aparece un día en la playa, y allí es recuperado por pescadores que delegan en él para que venda el cargamento. Ahora tiene la oportunidad de viajar en búsqueda de una mejor vida y de un padre que nunca conoció, junto a una mujer que dice poder mover la droga. Pero las cosas no son como parecen y "Blanquito" pronto se dará cuenta de que no pertenece a ningún lugar.
"Es una película que cuenta un viaje de carretera, en el que "Blanquito" se embarca para realizar una búsqueda interna y, aunque la trama parte de un hallazgo de paquetes de cocaína, la cinta no gira en torno al narcotráfico", explicaba Cordero en una charla con lectores del diario Hoy.
"Fue filmada integramente en Ecuador, y en muchos sentidos es muy local", ha dicho Cordero, quien rodó con un equipo muy reducido para facilitar la dinámica de una "road movie". "Está basada en una crónica periodística sobre un fardo de cocaína que apareció en la playa de un pueblito, y me interesó el que el autor del artículo hablaba más sobre el personaje que sobre el hecho en sí del hallazgo y lo que se derivó de él", detallaba.
"Fue muy raro, porque recorrimos toda la costa de Ecuador en busca de un pueblo donde rodar, y finalmente el que más nos gustó fue justamente el real donde apareció la coca. Hubo una mezcla en el elenco con actores profesionales, pero también a gente del pueblo. Allí todo el mundo tenía anécdotas relacionadas con el hecho. Fue para ellos un evento muy importante, pero el pueblo no cambio en nada. Se gastó lo que consiguieron en fiestas. Fue bonito recrear aquel momento con sus verdaderos protagonistas", añadía el cineasta quiteño.
"Asumes -proseguía el director y coguionista (con Juan Fernando Andrade)- que con un punto de partida como ese la película podría convertirse en una especie de "thriller" que va a ir por un marco tensión, acción, con persecuciones... y la película que yo quería hacer era justo lo contrario, sobre el estudio de un personaje que tiene un gran descontento sobre el lugar de donde proviene, que quiere buscar algo más y buscarse a sí mismo".
"Es un regreso al tipo de cine que hice con mi primera película, "Ratas, ratones y rateros". Es una ruptura con respecto por ejemplo a "Rabia", que fue una película milimetricamente controlada en cada plano, y quería que "Pescador" fuera lo opuesto, muy libre, y que improvisáramos escenas justo allí donde se nos ocurría, si nos parecía que hacían falta. Era un lujo que normalmente no se tiene. Tenía necesidad de hacer un quiebro", recordaba Sebastián Cordero.
Para Andrés Crespo, que ya tuvo un pequeño papel en "Crónicas", el papel de "Blanquito", su primer rol protagónico en cine, ha sido la gran oportunidad, y ha sabido aprovecharla. "Me sentí muy cercano a él, porque vivir otras experiencias, a cualquier edad, es algo básico para la felicidad de cualquier persona, y romper con todas las cosas que lo atan a lo que vive, ser libro y no pertenecer a nada o nadie y salir adelante por sí mismo", explicaba el actor guayaquileño.