Asier Altuna escribe sobre "Amama"
- por © NOTICINE.com
Por Asier Altuna *
Amama (abuela en lengua vasca) es un personaje de la película, pero más allá del personaje es un concepto, es el conocimiento heredado y transmitido por generaciones, es la sabiduría que nos conecta con nuestros antepasados. La Amama de nuestra película es un personaje de gran belleza y dignidad, un personaje simbólico que no necesita hablar para comunicarse. La protagonista de la película es la nieta, Amaia, mujer joven y fuerte que está en un momento de cambio y ruptura. Ruptura con las tradiciones heredadas y con su padre. Y que se enfrenta al reto de asumir la transmisión de conocimiento y al mismo tiempo romper con la generación anterior.
El caserío está en peligro: una forma de ser y entender el mundo desaparece. Las generaciones que conviven en ese espacio hablan distintos idiomas, ven la vida de manera muy diferente. Y en ese contexto Amaia siente que las 80 abuelas que le preceden son parte de ella, que toda esa sabiduría le da fuerza y seguridad para romper sin cortar la transmisión de conocimiento y encontrar su camino.
Para mí era importante que la protagonista fuera un personaje femenino, y que la ruptura generacional en la película fuera también un choque de géneros masculino-femenino, dos formas de ver el mundo y actuar. Por eso el eje central de la película es el enfrentamiento padre-hija, Tomás-Amaia, y a lo largo de la narración he querido profundizar en un cambio de paradigma donde las acciones más violentas y físicas que provienen del personaje central masculino llevan al punto máximo de tensión y ruptura. Y a partir de ahí el paradigma femenino va tomando el mando de la acción y logra desbloquear el conflicto; el reencuentro viene a través de un acto de sensibilidad, de una acción no violenta, a través del trabajo con las manos, de una acción física pero no agresiva. Gana la sensibilidad, se restablece la comunicación, llega el abrazo.
La película está ambientada en un caserío, en el mundo rural, algo que conozco muy bien. Yo soy parte de ese mundo, de esa cadena. Todo lo que sé de mis antepasados es que siempre han estado vinculados al caserío. Yo soy de alguna manera “caserío” y soy también cambio, ruptura y abandono del caserío. En cierta medida he vivido lo que sucede en la película aunque "Amama" es completamente ficción.
La realidad de las situaciones la vivimos de manera muy personal, cada uno las experimenta a su modo. Yo soy muy imaginativo. Siempre he imaginado de una manera muy surrealista el caserío y algunas de esas ideas las he acabado plasmando en la película. Creo que las imágenes que recordamos de la infancia las tendemos a exagerar por lo idílico o lo terrorífico, y para mí en la película estos recuerdos han sido una fuente de inspiración esencial.
La película está llena de sugerentes imágenes que me han perseguido durante años, con una narrativa muy cuidada para que el espectador disfrute de principio a fin. He batallado conmigo mismo: como creador siento la necesidad de hacer un cine mucho más libre, sin tanto efecto, un cine más improvisado, sin ataduras narrativas; pero por otro lado como espectador no soporto las películas que me aburren. Así que he buscado hacer una película muy bien estructurada que atrape al espectador y le lleve hasta al final disfrutando de ella.
(*): Tras su paso por la sección competitiva del Festival de San Sebastián, llega a los cines españoles "Amama", la segunda película de ficción del también documentalista vasco Asier Altuna (Bergara, 1969), quien debutó con "Aupa, Etxebeste!", codirigida con Telmo Esnal (2005).
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Amama (abuela en lengua vasca) es un personaje de la película, pero más allá del personaje es un concepto, es el conocimiento heredado y transmitido por generaciones, es la sabiduría que nos conecta con nuestros antepasados. La Amama de nuestra película es un personaje de gran belleza y dignidad, un personaje simbólico que no necesita hablar para comunicarse. La protagonista de la película es la nieta, Amaia, mujer joven y fuerte que está en un momento de cambio y ruptura. Ruptura con las tradiciones heredadas y con su padre. Y que se enfrenta al reto de asumir la transmisión de conocimiento y al mismo tiempo romper con la generación anterior.
El caserío está en peligro: una forma de ser y entender el mundo desaparece. Las generaciones que conviven en ese espacio hablan distintos idiomas, ven la vida de manera muy diferente. Y en ese contexto Amaia siente que las 80 abuelas que le preceden son parte de ella, que toda esa sabiduría le da fuerza y seguridad para romper sin cortar la transmisión de conocimiento y encontrar su camino.
Para mí era importante que la protagonista fuera un personaje femenino, y que la ruptura generacional en la película fuera también un choque de géneros masculino-femenino, dos formas de ver el mundo y actuar. Por eso el eje central de la película es el enfrentamiento padre-hija, Tomás-Amaia, y a lo largo de la narración he querido profundizar en un cambio de paradigma donde las acciones más violentas y físicas que provienen del personaje central masculino llevan al punto máximo de tensión y ruptura. Y a partir de ahí el paradigma femenino va tomando el mando de la acción y logra desbloquear el conflicto; el reencuentro viene a través de un acto de sensibilidad, de una acción no violenta, a través del trabajo con las manos, de una acción física pero no agresiva. Gana la sensibilidad, se restablece la comunicación, llega el abrazo.
La película está ambientada en un caserío, en el mundo rural, algo que conozco muy bien. Yo soy parte de ese mundo, de esa cadena. Todo lo que sé de mis antepasados es que siempre han estado vinculados al caserío. Yo soy de alguna manera “caserío” y soy también cambio, ruptura y abandono del caserío. En cierta medida he vivido lo que sucede en la película aunque "Amama" es completamente ficción.
La realidad de las situaciones la vivimos de manera muy personal, cada uno las experimenta a su modo. Yo soy muy imaginativo. Siempre he imaginado de una manera muy surrealista el caserío y algunas de esas ideas las he acabado plasmando en la película. Creo que las imágenes que recordamos de la infancia las tendemos a exagerar por lo idílico o lo terrorífico, y para mí en la película estos recuerdos han sido una fuente de inspiración esencial.
La película está llena de sugerentes imágenes que me han perseguido durante años, con una narrativa muy cuidada para que el espectador disfrute de principio a fin. He batallado conmigo mismo: como creador siento la necesidad de hacer un cine mucho más libre, sin tanto efecto, un cine más improvisado, sin ataduras narrativas; pero por otro lado como espectador no soporto las películas que me aburren. Así que he buscado hacer una película muy bien estructurada que atrape al espectador y le lleve hasta al final disfrutando de ella.
(*): Tras su paso por la sección competitiva del Festival de San Sebastián, llega a los cines españoles "Amama", la segunda película de ficción del también documentalista vasco Asier Altuna (Bergara, 1969), quien debutó con "Aupa, Etxebeste!", codirigida con Telmo Esnal (2005).
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