Crítica: "Eva no duerme", la historia desaprovechada

por © NOTICINE.com
''Eva no duerme''


Por Edurne Sarriegui

"Eva no duerme" es el tercer largometraje del argentino Pablo Agüero. Esta coproducción entre Argentina, España y Francia está basada en el extraño y largo derrotero de Eva Perón desde su muerte en 1952 hasta su sepultura definitiva en 1976. Fueron veinticuatro años durante los cuales viajó por Argentina, Italia y España. A partir de la rocambolesca historia real, Agüero escribe un guión centrado en la construcción del mito y no en los hechos históricos, desaprovechando una peripecia -la del cadáver de la popular Evita- que podía haber dado lugar a un thriller político mucho más seductor.

Eva María Duarte fue la segunda esposa de Juan Domingo Perón, tres veces presidente electo de Argentina. Su participación política al lado de su marido la convirtió en abanderada de los derechos de las mujeres y de los más humildes. Falleció a los treinta y tres años a consecuencia de un cáncer. Su muerte temprana, su particular carisma y posteriormente el embalsamamiento y desaparición de su cadáver, trasladado más o menos clandestinamente a varios países, contribuyeron a convertirla en un mito.

El realizador divide la cinta en tres capítulos claramente metafóricos. El primero de ellos, "El embalsamador",  tiene como protagonista  al Dr. Pedro Ara (Imanol Arias), médico español que tuvo a su cargo el embalsamamiento de su cuerpo, largo proceso que duró cuarenta meses.

En el segundo capítulo, "El transportador" hace referencia al  coronel  Carlos Mori Koening (Denis Lavant), encargado de sacar el cadáver del edificio de la CGT porteña donde se encontraba.

En el tercero, "El verdugo", Agüero se centra en el secuestro y ejecución del  teniente general Aramburu (Daniel Fanego) por parte de montoneros.

Abre y cierra el film un monólogo del almirante Massera interpretado por Gael García Bernal.

Pablo Agüero toma personajes y hechos reales pero no lo hace para relatar la crónica de lo acontecido. Crea una atmósfera onírica en la cual la realidad se modifica. El espectador que conozca la historia argentina y esté familiarizado con las vicisitudes que recorrió el cuerpo embalsamado de Evita, podrá reconocer algunos puntos. El que ignore la morbosa historia tendrá ciertas dificultades para hilar el devenir de los acontecimientos con los datos que se dan. Mezcla las escenas de ficción con documentales de la época que dan cuenta de la relevancia que tuvo la figura de Eva Perón durante su vida y después de su muerte.

"Eva no duerme" es un relato truculento, aspecto que se ve reforzado por una inmensa mayoría de escenas en interiores y con fuertes claroscuros. Una historia que tiene a la necrofilia en su centro y que entusiasmará casi exclusivamente a cinéfilos amantes de las metáforas y alegorías ya que no atrae ni por su trama ni por su escaso valor documental.

Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.