Hablamos con Guillermo Francella, ante el estreno español de "El Clan"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Guillermo Francella
El Deseo, la productora de Pedro y Agustín Almodóvar, con una larga trayectoria de colaboración con cineastas argentinos que se inició mucho antes de su último éxito, "Relatos salvajes", lanza esta semana en España "El clan", la multipremiada cinta de Pablo Trapero protagonizada por Guillermo Francella y Walter Lanzani. Dialogamos en exclusiva con el veterano Francella, cuya trayectoria evolucionó desde la comedia televisiva a personajes tan emblemáticos como el de Sandoval en "El secreto de sus ojos" o ahora el de Arquímedes Puccio, el patriarca del clan familiar que secuestró y asesino a jóvenes deportistas por dinero.

- ¿Cómo encaró a Puccio?
Mi personaje está basado en un hecho real que ocurrió en la República Argentina en la década de los 80. El título de la película viene muy bien para explicar mi personaje porque monta un verdadero clan, ya que la familia que él tiene es bastante particular. Se encuadra en dos procesos de nuestro país, la nefasta dictadura y luego la etapa de la democracia. En la dictadura era un individuo que operaba y trabajaba para el servicio secreto de la Argentina; secuestraba, extorsionaba, tenía una impunidad absoluta. Y ya con la llegada de la democracia donde ya no tuvo la protección que tenía, actuó como mano de obra desocupada raptando a amigos de sus propios hijos para cobrar la herencia por ambición personal, más que herencia el rescate. Es una película que muestra uno de los hechos policiales más emblemáticos de la Argentina de los últimos años. Se acaban de cumplir 30 años desde que los detuvieron y era muy llamativo el haberlos detenido porque nadie podía creer que esta familia haya actuado de ese modo, todos sentíamos que eran inocentes porque era una familia absolutamente normal: una madre docente, un padre que socialmente tenía una empatía fantástica con sus vecinos, un hijo exitoso en el deporte participando en la selección nacional de rugby... Todo indicaba que estén bien alejados del delito, pero no fue así. En definitiva, una historia tremenda.

- Se ha dicho que "El clan" tiene una gran carga metafórica sobre una época de la Argentina...
El contexto sin duda que es atractivo, todo lo que nos pasó a nosotros como país... No sé si fue el silencio o que no había mucho conocimiento sobre lo que ocurría en la dictadura. Yo era muy joven y a veces me enojo conmigo mismo por no haber estado más informado con lo que sucedía en esa época, pero ya en los 80 donde transcurre la película, empezaba haber más conocimiento de los secuestros y amenazas que se producían. Sin embargo, cuando empezó la dictadura por los 70 yo ignoraba que esto ocurría. En mi casa no se hablaba de esto, mi papás eran de clase trabajadora, no militaban en ningún partido...no era porque se escondieran sino que directamente no se hablaba. Era la época del mundial de fútbol del 78 en Argentina y decían que había desaparecido, nosotros creíamos que era una campaña antimundial. Con el tiempo no siento que haya una metáfora del silencio sino que pienso que es atractivo por la etapa de la dictadura y luego por el advenimiento de la democracia y lo que significaba la impunidad al cometer el delito y la no protección en el delito. Esta gente no entiende otra vida, el que mata sigue matando.    
          
- ¿Le sorprendió tanto la acogida del público en Argentina como el premio que recibieron en Venecia?
"En Argentina fue una eclosión: ¡Dos millones largos de espectadores en tres semanas y media! Extraordinario... Y ahora que empezó a viajar, con la misma respuesta fuera. Fuimos a la Mostra de Venecia, maravillosa, y encontramos un silencio absoluto durante toda la proyección y después un aplauso sostenido que duró minutos... ¡Una experiencia notable de verdad!.

- No deja de ser notable que en otros países la película cause también este impacto sin tener el conocimiento que tenían los argentinos del caso de los Puccio...

Allá (en Argentina) ocurrió también con la gente más joven, que estaba menos familiarizada con el caso, pero en Venecia fue fantástico, porque nadie conocía nada del asunto. Pero fue así. Se investigó muchísimo, con los jueces, con amigos de la familia, con familiares de las víctimas, con todos... Y por eso pudimos empezar a construir con los rasgos de conducta que tenía cada personaje, que son universales.

- Para usted no debió resultar fácil componer un personaje que aún siendo real era muy enigmático, y apenas había testimonios filmados sobre él, ¿no?
Fue duro porque efectivamente no había testimonios gráficos sobre mi personaje. Sólo material escrito, pero no había videos, donde nos pudiéramos informar sobre cómo hablaba, como se movía, cuál era su actitud... Simplemente sabemos lo que hacía, pero no había referencias. De manera que lo trabajamos con Pablo Trapero y salió algo bastante interesante.



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