Homenajes mexicanos: Alfonso Arau en Guadalajara y Vicente Leñero en el Bellas Artes
- por © Sonia R. Castellanos-NOTICINE.com
Si algo tienen en común el dramaturgo Vicente Leñero y el cineasta Alfonso Arau, aparte de compartir México como país de nacimiento, es el amor por su profesión. Leñero, fallecido el año pasado, dedicó su vida a las letras como escritor y dramaturgo, con una obra que abarca tanto novelas como guiones para cine y teatro, cuentos, ensayos y textos periodísticos. Arau se encaminó más por lo audiovisual como actor, director, productor, guionista, bailarín e incluso mimo. Pero ambos artistas nacionales recibirán su merecido homenaje: a Leñero ya se le rindió el pasado martes de la mano del Palacio de Bellas Artes y Arau lo recibirá en el marco de la 31 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México), en marzo del próximo año.
El homenaje al dramaturgo fallecido, "Recordando a Leñero", fue una ceremonia en la que el escritor fue recordado por sus compañeros de profesión David Olguín y José Luis Martínez, que destacaron el temprano deseo de Leñero de dedicarse a las letras, un deseo que plasmó en "Autorretrato a los 33", publicado en 2004: "En ese texto describe su pasión por la escritura y hace un retrato del gran novelista que llegó a ser", explicó a El Universal Olguín, quien también apuntó que la preparación de Leñero como ingeniero le hacía extrapolar esa profesión a la narrativa y el teatro: "Él, cuando hablaba de teatro, siempre hablaba de estructuras, de edificios, de que el dramaturgo era básicamente un constructor". También tenía muy claras sus ideas sobre la escena mexicana, y es que según comentó Olguín, "fue un hombre de ideas muy radicales respecto a lo que debía ser la escena mexicana. Y en ese sentido, se podría decir que fue un hombre de teatro pleno", aunque también escribió guiones para cine como "Los albañiles", "La ley de Herodes", dirigido por Luis Estrada, o "El atentado", que escribió en 2010 basado en la novela "El expediente del atentado", de Álvaro Uribe.
Si tenía ideas claras respecto a la escena mexicana, Martínez explicó que el dramaturgo heredó de su padre el amor por su ciudad, Guadalajara, y es que Leñero sentía devoción por su padre, quien para él "fue como un gigante con un poder hipnótico" que además determinó desde la niñez "su gusto por la ingeniería y su ambición por las letras". Leñero empezó en las letras porque quería que su padre se sintiera orgulloso de sus obras, pero eso le llevó a convertirse en el hombre "que siempre quiso ser: un escritor de tiempo completo", concluyó Martínez. Se anunció también la organización de un ciclo de montajes, por parte de la Compañía Nacional de Teatro, de aproximadamente ocho obras escritas por Leñero, con el fin de homenajear su obra y reflexionar sobre el teatro.
Alfonso Arau, por su parte, cuenta con un amplio y reconocido prestigio mundial. Desde el estreno de "Como agua para chocolate" en 1992, adaptación de la novela de su por aquel entonces esposa, Laura Esquivel, Arau logró ensalzar el cine mexicano y abrirle las puertas del mercado mundial. El director del festival, Iván Trujillo, fue el encargado de anunciar el homenaje para su compañero de profesión y además añadió que aún tienen por delante la tarea de escoger a las doce películas que participarán en la Sección Oficial. Trujillo recibió el Premio Gava del Sector Audiovisual de Asturias otorgado durante el pasado Festival Internacional de Cine de Gijón por su labor en el cine iberoamericano. "Me da mucho gusto que se me haya considerado para ello", comentó Trujillo sobre el Premio Gava. "Una de mis prioridades es la difusión de la cultura iberoamericana", y aunque añadió que el cine mexicano se ha convertido también en una de sus preferencias "nunca he estado desligado de lo que sería toda Iberoamérica, y por supuesto de España".
El próximamente homenajeado Arau aún tiene su carrera en activo, pues actualmente se encuentra en la pre-producción de "Malacopa", una comedia en la que participa como actor y que previsiblemente será estrenada el próximo año, y podría dirigir "A Crime of Love", una historia ambientada en Berlín en 1934.
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El homenaje al dramaturgo fallecido, "Recordando a Leñero", fue una ceremonia en la que el escritor fue recordado por sus compañeros de profesión David Olguín y José Luis Martínez, que destacaron el temprano deseo de Leñero de dedicarse a las letras, un deseo que plasmó en "Autorretrato a los 33", publicado en 2004: "En ese texto describe su pasión por la escritura y hace un retrato del gran novelista que llegó a ser", explicó a El Universal Olguín, quien también apuntó que la preparación de Leñero como ingeniero le hacía extrapolar esa profesión a la narrativa y el teatro: "Él, cuando hablaba de teatro, siempre hablaba de estructuras, de edificios, de que el dramaturgo era básicamente un constructor". También tenía muy claras sus ideas sobre la escena mexicana, y es que según comentó Olguín, "fue un hombre de ideas muy radicales respecto a lo que debía ser la escena mexicana. Y en ese sentido, se podría decir que fue un hombre de teatro pleno", aunque también escribió guiones para cine como "Los albañiles", "La ley de Herodes", dirigido por Luis Estrada, o "El atentado", que escribió en 2010 basado en la novela "El expediente del atentado", de Álvaro Uribe.
Si tenía ideas claras respecto a la escena mexicana, Martínez explicó que el dramaturgo heredó de su padre el amor por su ciudad, Guadalajara, y es que Leñero sentía devoción por su padre, quien para él "fue como un gigante con un poder hipnótico" que además determinó desde la niñez "su gusto por la ingeniería y su ambición por las letras". Leñero empezó en las letras porque quería que su padre se sintiera orgulloso de sus obras, pero eso le llevó a convertirse en el hombre "que siempre quiso ser: un escritor de tiempo completo", concluyó Martínez. Se anunció también la organización de un ciclo de montajes, por parte de la Compañía Nacional de Teatro, de aproximadamente ocho obras escritas por Leñero, con el fin de homenajear su obra y reflexionar sobre el teatro.
Alfonso Arau, por su parte, cuenta con un amplio y reconocido prestigio mundial. Desde el estreno de "Como agua para chocolate" en 1992, adaptación de la novela de su por aquel entonces esposa, Laura Esquivel, Arau logró ensalzar el cine mexicano y abrirle las puertas del mercado mundial. El director del festival, Iván Trujillo, fue el encargado de anunciar el homenaje para su compañero de profesión y además añadió que aún tienen por delante la tarea de escoger a las doce películas que participarán en la Sección Oficial. Trujillo recibió el Premio Gava del Sector Audiovisual de Asturias otorgado durante el pasado Festival Internacional de Cine de Gijón por su labor en el cine iberoamericano. "Me da mucho gusto que se me haya considerado para ello", comentó Trujillo sobre el Premio Gava. "Una de mis prioridades es la difusión de la cultura iberoamericana", y aunque añadió que el cine mexicano se ha convertido también en una de sus preferencias "nunca he estado desligado de lo que sería toda Iberoamérica, y por supuesto de España".
El próximamente homenajeado Arau aún tiene su carrera en activo, pues actualmente se encuentra en la pre-producción de "Malacopa", una comedia en la que participa como actor y que previsiblemente será estrenada el próximo año, y podría dirigir "A Crime of Love", una historia ambientada en Berlín en 1934.
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