Hablamos con Daniel Guzmán sobre sus candidaturas al Goya y el nuevo proyecto
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
El actor español Daniel Guzmán con su opera prima como director, la muy autobiográfica "A cambio de nada" fue una de las sorpresas de la reciente difusión de los candidatos al Goya, un premio que no le es ajeno, ya que su corto "Sueños" recibió hace una década ese mismo galardón. Ahora, pese a la escasa difusión de su criticamente alabada cinta, la Academia le ha otorgado seis nominaciones, incluidas las de mejor película, guión y dirección novel. NOTICINE.com habló en exclusiva con el intérprete madrileño, que ha alcanzado popularidad gracias a sus trabajos televisivos en series como "Aquí no hay quien viva" y "Velvet".
- Sobre todo para nuestros lectores de fuera de España, díganos que cuenta en "A cambio de nada"...
Es una historia autobiográfica, una historia en la que he invertido diez años de mi vida. Yo soy actor en España y dejé mi trabajo como actor para contar esta historia, una historia muy personal de un chaval de 15 años que se escapa de casa porque está sufriendo la separación de sus padres y junto a su mejor amigo, Luismi, y a un viejo delincuente que ocupa el lugar de su padre, junto con una abuela de 90 años, que es mi propia abuela. Allí empieza en la delincuencia y a ver otra parte de la vida. Es un viaje iniciático en clave de comedia en muchos momentos, pero también hay otros en los que uno se emociona e invita a la reflexión, al menos por lo que dice el público y la crítica. He intentado hacer una película para todos los públicos de una manera personal, que habla sobre la adolescencia y la vejez intentando que algún momento pueda ser emotiva.
- ¿Por qué le ha costado diez años poder hacerla?
Quizá porque hablar de las propias experiencias de uno cuesta más a la hora de escribir. Estuve unos cinco años escribiendo el guión, y los tres primeros dando vueltas y vueltas, porque no me atrevía a hablar de lo que había que hablar, y al final en un acto de despojarme y desnudarme fui directamente a lo que había que contar. Esa etapa de la adolescencia es para mí tan importante en nuestra vida. Y luego por el proceso de financiación, ya que atravesamos en aquel momento la crisis económica más dura de nuestro país, y si no tienes la ayuda a priori de una televisión, en los derechos de emisión que te ayuda a la financiación o parte de las ayudas del Ministerio de Cultura, no la puedes financiar. A nivel privado en España no hay incentivos fiscales que ayuden al inversor a producir cine. Por eso me costó tres años reunir todo el presupuesto de la película, que fueron de 3,5 millones de euros. Luego es verdad que una vez terminada la cinta, cuando la vieron entraron las televisiones, el grupo Telefónica, Canal +... Warner la distribuyó, pero a priori vas como aquí decimos 'a pulmón', arriesgando absolutamente todo con inversión de grandes amigos. Si no hubiera sido por su ayuda nunca pudiera haber podido hacer esta película.
- Dejando aparte ese aspecto económico, ¿qué le resultó más difícil al trabajar esta opera prima?
Encontrar esa autenticidad y esa verdad que tiene el proyecto. Es un proyecto muy ambicioso que cuenta con actores no profesionales, dos chavales de 15 años, una abuela de 90 años que era la primera vez que se ponía delante de una cámara, que como dije antes es mi propia abuela, mezclados con actores como Luis Tosar, Miguel Rellán, gente de reconocido prestigio y trayectoria. Entonces, unir eso y buscar esa autenticidad ha sido muy difícil, y es lo que he buscado. Todos los decorados son reales y creo que ha sido complicado, porque como decía Hitchcock, en una primera película nunca se debían tener niños, ancianos y animales y yo tengo todo, me he saltado sus normas y confieso que lo que más me ha gustado ha sido trabajar con niños, ancianos y animales (ríe), me ha parecido super fácil.
- La verdad es que no le ha ido nada mal con "A cambio de nada", en cuanto a las críticas y en las candidaturas al Goya, pero miremos al futuro. Siempre se dice que si debutar es difícil, conseguir hacer la segunda roza la imposible, y quizás más en su caso, cuando se ha "vaciado" al contar sus propias experiencias juveniles.
En mi caso no tengo este problema, porque yo ya lo voy a dejar, ya no voy a seguir contando historias, con esta me vale. Si la siguiente me va a costar otros diez años te aseguro que no voy a seguir como director. Las óperas primas son como la primera vez, siempre te vas acordar de ello y yo he recurrido a mis propias experiencias para conectar con el espectador, para hacerla auténtica y que tenga verdad. La siguiente historia voy a recurrir a algo totalmente distinto, voy a intentar disfrutar desde el minuto uno, no sufrir tanto, es una comedia sobre un personaje que es uno de mis mejores amigos y le conozco bastante, por lo que también voy a conectar con esa realidad. Pero si me dicen que la siguiente va a durar tanto como esta, repito, no continuo.
- ¿Entonces, habrá o no segunda película?
Se va a hacer, pero completamente distinta. Es una comedia, muy canalla, muy ácida, muy punk, que creo que puede funcionar muy bien porque es un personaje, un héroe de este país que ha vivido la idiosincrasia del nuevo rico, hablando de los valores de la cultura y de la ignorancia en aras del dinero y creo que no me va a costar tanto como "A cambio de nada".
- ¿Qué errores que ha podido cometer en su opera prima espera no repetir?
Buena pregunta... He cometido muchos, estoy muy orgulloso de haberlos cometido porque he aprendido muchísimo y quizá eso no lo vuelva a cometer porque se han grabado a hierro en mí, pero cometeré otros, seguro. Pero sobre todo hay uno que no cometeré: producir y dirigir a la vez. No vuelvo a hacerlo. O produzco o dirijo, las dos cosas no es posible. Y hay otros aciertos como haber trabajado con niños y ancianos no profesionales que volvería a hacerlo sin lugar a dudas, con los ojos cerrados. No volvería a hacer el estar escribiendo un guión durante cinco años, pero eso ya no depende de mí, o sale o no sale.
- Pero como ha dicho antes, al perder la virginidad te das cuenta que no era tan complicado como uno cree. ¿Eso pasa igual con el cine?
Sí, porque el sexo y el amor es exactamente igual que el cine, es muy placentero, es algo que cuando uno lo prueba quiere seguir contando historias, quiere seguir amando, y el cine al final es un acto de amor, muy sexual por cierto (ríe).
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- Sobre todo para nuestros lectores de fuera de España, díganos que cuenta en "A cambio de nada"...
Es una historia autobiográfica, una historia en la que he invertido diez años de mi vida. Yo soy actor en España y dejé mi trabajo como actor para contar esta historia, una historia muy personal de un chaval de 15 años que se escapa de casa porque está sufriendo la separación de sus padres y junto a su mejor amigo, Luismi, y a un viejo delincuente que ocupa el lugar de su padre, junto con una abuela de 90 años, que es mi propia abuela. Allí empieza en la delincuencia y a ver otra parte de la vida. Es un viaje iniciático en clave de comedia en muchos momentos, pero también hay otros en los que uno se emociona e invita a la reflexión, al menos por lo que dice el público y la crítica. He intentado hacer una película para todos los públicos de una manera personal, que habla sobre la adolescencia y la vejez intentando que algún momento pueda ser emotiva.
- ¿Por qué le ha costado diez años poder hacerla?
Quizá porque hablar de las propias experiencias de uno cuesta más a la hora de escribir. Estuve unos cinco años escribiendo el guión, y los tres primeros dando vueltas y vueltas, porque no me atrevía a hablar de lo que había que hablar, y al final en un acto de despojarme y desnudarme fui directamente a lo que había que contar. Esa etapa de la adolescencia es para mí tan importante en nuestra vida. Y luego por el proceso de financiación, ya que atravesamos en aquel momento la crisis económica más dura de nuestro país, y si no tienes la ayuda a priori de una televisión, en los derechos de emisión que te ayuda a la financiación o parte de las ayudas del Ministerio de Cultura, no la puedes financiar. A nivel privado en España no hay incentivos fiscales que ayuden al inversor a producir cine. Por eso me costó tres años reunir todo el presupuesto de la película, que fueron de 3,5 millones de euros. Luego es verdad que una vez terminada la cinta, cuando la vieron entraron las televisiones, el grupo Telefónica, Canal +... Warner la distribuyó, pero a priori vas como aquí decimos 'a pulmón', arriesgando absolutamente todo con inversión de grandes amigos. Si no hubiera sido por su ayuda nunca pudiera haber podido hacer esta película.
- Dejando aparte ese aspecto económico, ¿qué le resultó más difícil al trabajar esta opera prima?
Encontrar esa autenticidad y esa verdad que tiene el proyecto. Es un proyecto muy ambicioso que cuenta con actores no profesionales, dos chavales de 15 años, una abuela de 90 años que era la primera vez que se ponía delante de una cámara, que como dije antes es mi propia abuela, mezclados con actores como Luis Tosar, Miguel Rellán, gente de reconocido prestigio y trayectoria. Entonces, unir eso y buscar esa autenticidad ha sido muy difícil, y es lo que he buscado. Todos los decorados son reales y creo que ha sido complicado, porque como decía Hitchcock, en una primera película nunca se debían tener niños, ancianos y animales y yo tengo todo, me he saltado sus normas y confieso que lo que más me ha gustado ha sido trabajar con niños, ancianos y animales (ríe), me ha parecido super fácil.
- La verdad es que no le ha ido nada mal con "A cambio de nada", en cuanto a las críticas y en las candidaturas al Goya, pero miremos al futuro. Siempre se dice que si debutar es difícil, conseguir hacer la segunda roza la imposible, y quizás más en su caso, cuando se ha "vaciado" al contar sus propias experiencias juveniles.
En mi caso no tengo este problema, porque yo ya lo voy a dejar, ya no voy a seguir contando historias, con esta me vale. Si la siguiente me va a costar otros diez años te aseguro que no voy a seguir como director. Las óperas primas son como la primera vez, siempre te vas acordar de ello y yo he recurrido a mis propias experiencias para conectar con el espectador, para hacerla auténtica y que tenga verdad. La siguiente historia voy a recurrir a algo totalmente distinto, voy a intentar disfrutar desde el minuto uno, no sufrir tanto, es una comedia sobre un personaje que es uno de mis mejores amigos y le conozco bastante, por lo que también voy a conectar con esa realidad. Pero si me dicen que la siguiente va a durar tanto como esta, repito, no continuo.
- ¿Entonces, habrá o no segunda película?
Se va a hacer, pero completamente distinta. Es una comedia, muy canalla, muy ácida, muy punk, que creo que puede funcionar muy bien porque es un personaje, un héroe de este país que ha vivido la idiosincrasia del nuevo rico, hablando de los valores de la cultura y de la ignorancia en aras del dinero y creo que no me va a costar tanto como "A cambio de nada".
- ¿Qué errores que ha podido cometer en su opera prima espera no repetir?
Buena pregunta... He cometido muchos, estoy muy orgulloso de haberlos cometido porque he aprendido muchísimo y quizá eso no lo vuelva a cometer porque se han grabado a hierro en mí, pero cometeré otros, seguro. Pero sobre todo hay uno que no cometeré: producir y dirigir a la vez. No vuelvo a hacerlo. O produzco o dirijo, las dos cosas no es posible. Y hay otros aciertos como haber trabajado con niños y ancianos no profesionales que volvería a hacerlo sin lugar a dudas, con los ojos cerrados. No volvería a hacer el estar escribiendo un guión durante cinco años, pero eso ya no depende de mí, o sale o no sale.
- Pero como ha dicho antes, al perder la virginidad te das cuenta que no era tan complicado como uno cree. ¿Eso pasa igual con el cine?
Sí, porque el sexo y el amor es exactamente igual que el cine, es muy placentero, es algo que cuando uno lo prueba quiere seguir contando historias, quiere seguir amando, y el cine al final es un acto de amor, muy sexual por cierto (ríe).
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