Hablamos con Damián Alcázar sobre "Magallanes", el "Chapo" y la política mexicana
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
En pocas semanas, la cinta peruana "Magallanes", de Salvador del Solar, estará en los Goya compitiendo por la estatuilla a mejor cinta iberoamericana. Reciente ganador del Festival de Huelva y con ya una amplia carrera de festivales, este drama inspirado por la represión militar durante la lucha contra Sendero Luminoso en el país andino, tiene como protagonista al veterano actor mexicano Damián Alcázar, cuya composición de un exmilitar que participó en la guerra sucia ha impresionado a las audiencias en medio mundo. Hablamos en exclusiva con el intérprete michoacano, artista comprometido dentro y fuera de los sets.
- Sorprende cómo consiguió usted ese acento peruano del personaje de "Magallanes", quien no lo conociera en ese país puede creer que usted es un compatriota...
Eso espero. Es de lo que se trataba. El desafío era que siendo el personaje peruano, sonara a peruano. Los gringos hacen de ingleses, australianos... Y viceversa. ¿Por qué nosotros no? Yo he hecho de colombiano, boliviano, peruano... Significa un esfuerzo, un entrenamiento suplementario, pero es una obligación. Agradezco a los cineastas que me llaman a mí y no a un actor de esas nacionalidades. Para mi es un compromiso con ellos y con las películas.
- ¿Cómo ve usted a Magallanes, su personaje?
Es complejo, un ser sensible al que la milicia y la represión en Ayacucho no consiguió quitar del todo esa sensibilidad. Ha cometido muchos errores en su vida. Tiene un pasado oscuro, pero sigue siendo alguien sensible, humano. Entender eso era el atractivo más grande para mí del personaje.
- Usted se ha convertido en el actor mexicano más internacional. Trabaja tanto en México como en Latinoamérica o en Hollywood. ¿Esto de salir fuera estuvo siempre en su horizonte?
Soy un actor mexicano y apoyo a nuestro cine, pero es cierto que el destino me ha llevado a trabajar lejos sin dejar de estar acá. No me lo había propuesto, pero ha pasado y estoy encantado. Me enorgullezco de que se me considere un actor latinoamericano, y ahora sí que es un objetivo trabajar en cuantos más países mejor. Confío en la globalización de los intercambios culturales. Es mucho más seductora que la del dinero y los negocios. Hablamos también de coproducciones, porque hay países pequeños, Ecuador por ejemplo. Es imposible que se hagan 20 películas al año porque su mercado no da, pero si se coproduce con otros todos salen ganando.
- Leí unas declaraciones suyas en las que mostraba su escasa confianza en que "Magallanes" consiguiera el Goya a mejor film iberoamericano...
Soy excéptico con los premios. Hace unos años parecía que eramos favoritos al Goya por "El infierno", de Luis Estrada, y al final se lo llevó una película chilena, que en mi opinión era menos importante como film, comparada con la nuestra que tenía una carga política y una relevancia mayores. Pero bueno, hay opiniones para todo. Los premios tampoco son tan importantes. Las películas quedan...
- Usted recientemente sufrió del grave problema que afecta al cine mexicano en su propio país, con "Eddie Reynolds y los ángeles de acero", que desapareció de las salas pese a la buena acogida...
Sí, es un problema generalizado. Los dueños de los cines miran por su dinero, y eso me parece normal, pero la cuestión es que tienen compromisos con compañías gringas y enseguida quitan nuestras películas para estrenar las de ellos. El Estado mexicano interviene en el cine financiando películas. Apoya a la producción, pero se olvida de las otras dos patas de este asunto, la distribución y la exhibición. La gran excusa del Estado es que el mercado es libre. Es una excusa perfecta, pero falaz, porque no existe tal libertad, es un mercado cautivo. Yo pienso que debería ser también responsable de la exhibición del cine nacional, de la Cultura. El cine es nuestra Cultura.
- Luis Estrada prepara una nueva película. Usted es podríamos decir su "actor fetiche". ¿Le veremos en ella?
Si, seguro. El es además de amigo un gran director. Puede contar siempre conmigo, y sabe que no tiene que ser en un protagónico, porque lo único que quiero es estar aunque el rol sea chico.
- No le duelen prendas al analizar criticamente la realidad mexicana. ¿Cómo ha visto la reciente detención del "Chapo" Guzmán?
No se, creo que hay una gran confusión en el país, gente que lo ve como un héroe, y gente que piensa que todo esto es un gran teatro, que existe una connivencia muy grande entre la política mexicana y el crimen organizado. No entendemos muchas cosas, como por ejemplo cómo gente, políticos, sospechosos de trabajar con los cárteles acaban siendo cónsules o embajadores para mandarlos lejos... Todo es sospechosísimo y gobierno tras gobierno no hay cambios reales. Es muy raro que un tipo se escape de una cárcel de máxima seguridad. Implica complicidades de mucha gente. Particularmente me molesta que el gobierno haya puesto tantos medios en atrapar al "Chapo" mientras siguen desaparecidos los 43 estudiantes de Iguala, que haya sospechas de intervención de uniformados, y de eso nadie se preocupe.
- Precisamente por ese supuesto crimen multiple hubo grandes movimientos de protesta en México, manifestaciones... ¿Piensa que todo esto algún día puede convertirse en un futuro movimiento político organizado, de regeneración, como pasó por ejemplo en España con el 15-M y ahora Podemos, que reivindica ese origen y está en el Parlamento?
La comparación entre México y España no puede hacerse. No tiene nada que ver. España es una sociedad desarrollada, y nosotros tenemos a la mitad de la población en la pobreza, con mucha ignorancia y falta de educación. Los poderosos se benefician de ello. Nunca se han preocupado los políticos por desarrollar el país desde el poder. Teniamos que quitarnos de encima a los políticos en general. Habría que hacer borrón y cuenta nueva desde la base. Aquí se dedican a vender el país y hacerse millonarios, a ponerse al servicio de las empresas de dentro y fuera, y a hacer beneficios. La solución la tiene la ciudadanía pero ellos controlan los medios de comunicación. Y si algún periodista sale del tiesto lo eliminan profesional o en el sentido propio de la palabra. Hay decenas de periodistas muertos.
- ¿Y a usted que denuncia todo esto nunca lo amenazaron?
No, me dejan hablar porque realmente no tiene efecto. Y además así dicen que existe libertad de expresión...
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- Sorprende cómo consiguió usted ese acento peruano del personaje de "Magallanes", quien no lo conociera en ese país puede creer que usted es un compatriota...
Eso espero. Es de lo que se trataba. El desafío era que siendo el personaje peruano, sonara a peruano. Los gringos hacen de ingleses, australianos... Y viceversa. ¿Por qué nosotros no? Yo he hecho de colombiano, boliviano, peruano... Significa un esfuerzo, un entrenamiento suplementario, pero es una obligación. Agradezco a los cineastas que me llaman a mí y no a un actor de esas nacionalidades. Para mi es un compromiso con ellos y con las películas.
- ¿Cómo ve usted a Magallanes, su personaje?
Es complejo, un ser sensible al que la milicia y la represión en Ayacucho no consiguió quitar del todo esa sensibilidad. Ha cometido muchos errores en su vida. Tiene un pasado oscuro, pero sigue siendo alguien sensible, humano. Entender eso era el atractivo más grande para mí del personaje.
- Usted se ha convertido en el actor mexicano más internacional. Trabaja tanto en México como en Latinoamérica o en Hollywood. ¿Esto de salir fuera estuvo siempre en su horizonte?
Soy un actor mexicano y apoyo a nuestro cine, pero es cierto que el destino me ha llevado a trabajar lejos sin dejar de estar acá. No me lo había propuesto, pero ha pasado y estoy encantado. Me enorgullezco de que se me considere un actor latinoamericano, y ahora sí que es un objetivo trabajar en cuantos más países mejor. Confío en la globalización de los intercambios culturales. Es mucho más seductora que la del dinero y los negocios. Hablamos también de coproducciones, porque hay países pequeños, Ecuador por ejemplo. Es imposible que se hagan 20 películas al año porque su mercado no da, pero si se coproduce con otros todos salen ganando.
- Leí unas declaraciones suyas en las que mostraba su escasa confianza en que "Magallanes" consiguiera el Goya a mejor film iberoamericano...
Soy excéptico con los premios. Hace unos años parecía que eramos favoritos al Goya por "El infierno", de Luis Estrada, y al final se lo llevó una película chilena, que en mi opinión era menos importante como film, comparada con la nuestra que tenía una carga política y una relevancia mayores. Pero bueno, hay opiniones para todo. Los premios tampoco son tan importantes. Las películas quedan...
- Usted recientemente sufrió del grave problema que afecta al cine mexicano en su propio país, con "Eddie Reynolds y los ángeles de acero", que desapareció de las salas pese a la buena acogida...
Sí, es un problema generalizado. Los dueños de los cines miran por su dinero, y eso me parece normal, pero la cuestión es que tienen compromisos con compañías gringas y enseguida quitan nuestras películas para estrenar las de ellos. El Estado mexicano interviene en el cine financiando películas. Apoya a la producción, pero se olvida de las otras dos patas de este asunto, la distribución y la exhibición. La gran excusa del Estado es que el mercado es libre. Es una excusa perfecta, pero falaz, porque no existe tal libertad, es un mercado cautivo. Yo pienso que debería ser también responsable de la exhibición del cine nacional, de la Cultura. El cine es nuestra Cultura.
- Luis Estrada prepara una nueva película. Usted es podríamos decir su "actor fetiche". ¿Le veremos en ella?
Si, seguro. El es además de amigo un gran director. Puede contar siempre conmigo, y sabe que no tiene que ser en un protagónico, porque lo único que quiero es estar aunque el rol sea chico.
- No le duelen prendas al analizar criticamente la realidad mexicana. ¿Cómo ha visto la reciente detención del "Chapo" Guzmán?
No se, creo que hay una gran confusión en el país, gente que lo ve como un héroe, y gente que piensa que todo esto es un gran teatro, que existe una connivencia muy grande entre la política mexicana y el crimen organizado. No entendemos muchas cosas, como por ejemplo cómo gente, políticos, sospechosos de trabajar con los cárteles acaban siendo cónsules o embajadores para mandarlos lejos... Todo es sospechosísimo y gobierno tras gobierno no hay cambios reales. Es muy raro que un tipo se escape de una cárcel de máxima seguridad. Implica complicidades de mucha gente. Particularmente me molesta que el gobierno haya puesto tantos medios en atrapar al "Chapo" mientras siguen desaparecidos los 43 estudiantes de Iguala, que haya sospechas de intervención de uniformados, y de eso nadie se preocupe.
- Precisamente por ese supuesto crimen multiple hubo grandes movimientos de protesta en México, manifestaciones... ¿Piensa que todo esto algún día puede convertirse en un futuro movimiento político organizado, de regeneración, como pasó por ejemplo en España con el 15-M y ahora Podemos, que reivindica ese origen y está en el Parlamento?
La comparación entre México y España no puede hacerse. No tiene nada que ver. España es una sociedad desarrollada, y nosotros tenemos a la mitad de la población en la pobreza, con mucha ignorancia y falta de educación. Los poderosos se benefician de ello. Nunca se han preocupado los políticos por desarrollar el país desde el poder. Teniamos que quitarnos de encima a los políticos en general. Habría que hacer borrón y cuenta nueva desde la base. Aquí se dedican a vender el país y hacerse millonarios, a ponerse al servicio de las empresas de dentro y fuera, y a hacer beneficios. La solución la tiene la ciudadanía pero ellos controlan los medios de comunicación. Y si algún periodista sale del tiesto lo eliminan profesional o en el sentido propio de la palabra. Hay decenas de periodistas muertos.
- ¿Y a usted que denuncia todo esto nunca lo amenazaron?
No, me dejan hablar porque realmente no tiene efecto. Y además así dicen que existe libertad de expresión...
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