Hablamos con Iván Hermes y Raúl Mérida, protagonistas de la película española "Reverso"
- por © Lidia Ene-NOTICINE.com
Iván Hermes y Raúl Mérida son los dos protagonistas principales del thriller español "Reverso", que se estrena esta semana. Ellos dan vida, junto a Elena Ballesteros, a dos amigos de la infancia que han desarrollado una relación enfermiza en la que ambos se desafían a arriesgarse cada vez más lejos. Ambos con una ya amplia carrera televisiva, antes coincidieron en la conocida serie histórica "Isabel" (donde dan vida respectivamente a los reyes Manuel I de Portugal y Felipe el Hermoso) y ahora pasan a la gran pantalla en el film del debutante Carlos Martín, con el que se han implicado más allá de lo habitual en un intérprete.
- ¿Cómo describirían a sus personajes?
Iván Hermes: Mi personaje es el de Alex y es un personaje muy introvertido, muy retraído, por lo menos al principio de la película. Y tiene un punto un poco borderline, está siempre a un paso de la locura. Aparece su hermano que es un provocador, poco a poco, va despertando algo en él que creía olvidado. Tiene un punto más cobarde, le cuesta enfrentarse a su propia vida.
Raúl Mérida: Bueno, Marcos es un poco todo lo contrario. Es más provocador, más violento, más pasional. Intenta zanjar un tema que pasó en el pasado con su hermano y está intentando. Quiere hacerle llegar un mensaje a su hermano para dejar lo que pasó en el pasado.
- ¿Dirían que Marcos consigue sacar su lado malo?
Iván Hermes: Le incita a hacer cosas que él de normal no haría. Es como su sombra, su parte oscura.
Raúl Mérida: Su reverso
- ¿Existe una evolución del personaje?
I.H.: Sí, hay una evolución desde el principio de la película. Él tiene una vida totalmente convencional. Está con su hijo, está con su pareja. No tiene ningún problema y poco a poco, aparece su hermano y vuelve a despertarse dentro de él unos instintos que creía olvidados.
- Es el primer largometraje de Carlos Martín. ¿Cómo han sido sus experiencia en el rodaje?
R.M: Fue un rodaje duro porque se filmó durante varias noches y pasamos mucho frio. Trabajar con el director fue maravilloso. Es un tío encantador, con buen trato, tiene las ideas claras. Fue muy fácil trabajar con él, fue más difícil aguantar el frio que hacía. Con Iván, por ejemplo, enseguida conectamos. Yo tengo un buen recuerdo.
I.H.: Yo también. Carlos había hecho como 54 cortometrajes antes de embarcarse con el largometraje. Había dirigido un corto maravilloso que se llamaba casa con el que ganó muchos premios y con el cual nos convenció a todos para embargarnos en esta locura. En este corto también hacia de actor y es un muy buen actor cómico. Entiende muy bien las necesidades del actor, sabe cómo tratarnos y además, como tiene esa faceta de cómico, se pasó todo el rodaje haciendo chistes. No hubo ningún momento en el que lo viera serio o enfadado. Entonces es maravilloso, aparte, tiene mucha flexibilidad. Compraba todas tus propuestas. Te hacia participe con la parte creativa y las cosas que no, te lo justificaba muy bien. Tenía las cosas muy claras. Creaba un ambiente de trabajo único. Estoy muy contento de haber trabajado con él.
- En su caso, Raúl Mérida, dijo en un vídeo de promoción a la película que el guion de Carlos Martín le llamó mucho la atención. ¿Por qué? En su caso, Hermes, ¿le pasó lo mismo?
R.M.: No conocía a Carlos, el guion fue lo que más me llamó la atención. Cuando me leí el guion, me gustó mucho, aunque fue cambiando a lo largo del rodaje. Me gustó el juego entre dos hermanos, dos adultos, tienen un juego en el que se juegan la vida. Me parece muy original. No había visto nada parecido. Con el final tan sorprendente que tiene la película. Me gustan mucho las películas que dar un giro de 180 grados y te dan una bofetada en la cara y te dejan el corazón en un puño. Cuando me leí el guion, había secuencias que me habían emocionado mucho, por ejemplo, la del cementerio que también fue muy bonita. Me emocioné mucho cuando la leí. Yo noté que leyendo el guion ya me pasaban cosas. Sabía que había una historia detrás que iba a funcionar seguro.
I.H.: Para mí fue más bien Carlos. Apareció de repente un loco en mi casa, diciendo que fuera el protagonista de su película y me enseñó el guion y yo le dije dos cosas, primero que buscara a Mario Casas, que era una locura meter a un actor que tampoco ha hecho tanto cine y que no me gustaba el guion, que iba a meter mano en el guion. Y su respuesta fue tan maravillosa, primero me dijo, mira no quiero a Mario Casas, te quiero a ti. Sé que eres un actor muy bueno y estás desaprovechado. Quiero apostar por ti y después me dijo que si quería mejorar el guion, que estaba abierto a recibir propuestas. Entonces, retocamos el guion y me tuvo enamorado hasta la final de la película.
- Participar en el proyecto fue como apostar. Todavía no tenía suficiente financiación, de hecho, los actores, es decir vosotros, participasteis de alguna forma en la producción de la película.
R.M.: Esta película se ha hecho con las ganas y con la entrega de cada uno. Cada uno ha puesto su granito de arena como ha podido. No sé por qué ha pasado esto. Es sorprendente porque esto no pasa mucho. Mis padres y mis tíos han puesto dinero en la película. Se creó la magia de Carlos.
I.H.: Sí, es mágico este hombre. Convence a la gente, es un gran vendedor. Convence a cualquiera para que le apoye. Yo terminé dejándole mi casa para rodar. Estuvimos dos semanas, entre los primeros ensayos. También le presté mi coche durante el rodaje. Rodé con la pierna rota. En todo el rodaje estuve en una silla de ruedas hasta que tengo que actuar y me pongo en pie. Algo genera el director para que quieras ayudarle y apoyarle con todo lo que puedas. Es una apuesta para nosotros, para los actores. Apostar por una película con la que está cayendo, que no se hace mucho cine y cada vez cuesta más.
- Espero que su coche no fuera el que quedó perjudicado…
I:H: No, ese fue el coche de otro productor, Juan Carlos Moya (Risas).
- Sus próximos proyectos, lo que se puedan desvelar.
R.M.: El 19 de febrero estreno “La corona partida”, la continuación de la serie "Isabel". Hemos hecho la película ahora, que se basa entre la trayectoria de Isabel y Carlos V. Se estrena en 200 salas.
I.H.: Yo me enfrento al trabajo más importante de mi vida, voy a ser padre. Estoy inmerso en la paternidad y busco trabajo.
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- ¿Cómo describirían a sus personajes?
Iván Hermes: Mi personaje es el de Alex y es un personaje muy introvertido, muy retraído, por lo menos al principio de la película. Y tiene un punto un poco borderline, está siempre a un paso de la locura. Aparece su hermano que es un provocador, poco a poco, va despertando algo en él que creía olvidado. Tiene un punto más cobarde, le cuesta enfrentarse a su propia vida.
Raúl Mérida: Bueno, Marcos es un poco todo lo contrario. Es más provocador, más violento, más pasional. Intenta zanjar un tema que pasó en el pasado con su hermano y está intentando. Quiere hacerle llegar un mensaje a su hermano para dejar lo que pasó en el pasado.
- ¿Dirían que Marcos consigue sacar su lado malo?
Iván Hermes: Le incita a hacer cosas que él de normal no haría. Es como su sombra, su parte oscura.
Raúl Mérida: Su reverso
- ¿Existe una evolución del personaje?
I.H.: Sí, hay una evolución desde el principio de la película. Él tiene una vida totalmente convencional. Está con su hijo, está con su pareja. No tiene ningún problema y poco a poco, aparece su hermano y vuelve a despertarse dentro de él unos instintos que creía olvidados.
- Es el primer largometraje de Carlos Martín. ¿Cómo han sido sus experiencia en el rodaje?
R.M: Fue un rodaje duro porque se filmó durante varias noches y pasamos mucho frio. Trabajar con el director fue maravilloso. Es un tío encantador, con buen trato, tiene las ideas claras. Fue muy fácil trabajar con él, fue más difícil aguantar el frio que hacía. Con Iván, por ejemplo, enseguida conectamos. Yo tengo un buen recuerdo.
I.H.: Yo también. Carlos había hecho como 54 cortometrajes antes de embarcarse con el largometraje. Había dirigido un corto maravilloso que se llamaba casa con el que ganó muchos premios y con el cual nos convenció a todos para embargarnos en esta locura. En este corto también hacia de actor y es un muy buen actor cómico. Entiende muy bien las necesidades del actor, sabe cómo tratarnos y además, como tiene esa faceta de cómico, se pasó todo el rodaje haciendo chistes. No hubo ningún momento en el que lo viera serio o enfadado. Entonces es maravilloso, aparte, tiene mucha flexibilidad. Compraba todas tus propuestas. Te hacia participe con la parte creativa y las cosas que no, te lo justificaba muy bien. Tenía las cosas muy claras. Creaba un ambiente de trabajo único. Estoy muy contento de haber trabajado con él.
- En su caso, Raúl Mérida, dijo en un vídeo de promoción a la película que el guion de Carlos Martín le llamó mucho la atención. ¿Por qué? En su caso, Hermes, ¿le pasó lo mismo?
R.M.: No conocía a Carlos, el guion fue lo que más me llamó la atención. Cuando me leí el guion, me gustó mucho, aunque fue cambiando a lo largo del rodaje. Me gustó el juego entre dos hermanos, dos adultos, tienen un juego en el que se juegan la vida. Me parece muy original. No había visto nada parecido. Con el final tan sorprendente que tiene la película. Me gustan mucho las películas que dar un giro de 180 grados y te dan una bofetada en la cara y te dejan el corazón en un puño. Cuando me leí el guion, había secuencias que me habían emocionado mucho, por ejemplo, la del cementerio que también fue muy bonita. Me emocioné mucho cuando la leí. Yo noté que leyendo el guion ya me pasaban cosas. Sabía que había una historia detrás que iba a funcionar seguro.
I.H.: Para mí fue más bien Carlos. Apareció de repente un loco en mi casa, diciendo que fuera el protagonista de su película y me enseñó el guion y yo le dije dos cosas, primero que buscara a Mario Casas, que era una locura meter a un actor que tampoco ha hecho tanto cine y que no me gustaba el guion, que iba a meter mano en el guion. Y su respuesta fue tan maravillosa, primero me dijo, mira no quiero a Mario Casas, te quiero a ti. Sé que eres un actor muy bueno y estás desaprovechado. Quiero apostar por ti y después me dijo que si quería mejorar el guion, que estaba abierto a recibir propuestas. Entonces, retocamos el guion y me tuvo enamorado hasta la final de la película.
- Participar en el proyecto fue como apostar. Todavía no tenía suficiente financiación, de hecho, los actores, es decir vosotros, participasteis de alguna forma en la producción de la película.
R.M.: Esta película se ha hecho con las ganas y con la entrega de cada uno. Cada uno ha puesto su granito de arena como ha podido. No sé por qué ha pasado esto. Es sorprendente porque esto no pasa mucho. Mis padres y mis tíos han puesto dinero en la película. Se creó la magia de Carlos.
I.H.: Sí, es mágico este hombre. Convence a la gente, es un gran vendedor. Convence a cualquiera para que le apoye. Yo terminé dejándole mi casa para rodar. Estuvimos dos semanas, entre los primeros ensayos. También le presté mi coche durante el rodaje. Rodé con la pierna rota. En todo el rodaje estuve en una silla de ruedas hasta que tengo que actuar y me pongo en pie. Algo genera el director para que quieras ayudarle y apoyarle con todo lo que puedas. Es una apuesta para nosotros, para los actores. Apostar por una película con la que está cayendo, que no se hace mucho cine y cada vez cuesta más.
- Espero que su coche no fuera el que quedó perjudicado…
I:H: No, ese fue el coche de otro productor, Juan Carlos Moya (Risas).
- Sus próximos proyectos, lo que se puedan desvelar.
R.M.: El 19 de febrero estreno “La corona partida”, la continuación de la serie "Isabel". Hemos hecho la película ahora, que se basa entre la trayectoria de Isabel y Carlos V. Se estrena en 200 salas.
I.H.: Yo me enfrento al trabajo más importante de mi vida, voy a ser padre. Estoy inmerso en la paternidad y busco trabajo.
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