Crítica: "Una Navidad en verano", colorida fantasía infantil

por © NOTICINE.com
"Una Navidad en verano"
Por José Romero Carrillo    

La primera incursión en la pantalla grande del experimentado productor televisivo Ricardo Morán, "Una navidad en verano" (2017), finalmente se estrenó en territorio peruano. La película cuenta la historia de Daniela (Maricarmen Marín), una mujer luchadora que cuida a cuatro niños y a pocos días de la Navidad ocurre un hecho que cambia sus vidas para siempre, demostrando que el amor y la unión vence todos los retos.

En la nota de prensa, se indica que la película es una historia musical y familiar creada por el mismo productor de "Yo soy" (popular reality de noveles cantantes que lleva años emitiéndose en el Perú). A través de su compañía Rayo en la Botella, produjo esta "comedia familiar" que tiene como a Maricarmen Marín, Marco Zunino y Armando Machuca como los actores experimentados. A su lado, están los pequeños intérpretes Ray Del Castillo, Kareem Pizarro, Aitana Osorio y Raúl Huamán. Hay además, un personaje inusual, un canino de nombre "Bandido" un bulldog inglés que habla, y es el actor Carlos Carlín el encargado de darle voz.

La productora Rayo en la Botella confirmó también que "Una navidad en verano" será distribuida internacionalmente en otros nueve países de Latinoamérica. La primera entrega cinematográfica de Ricardo Morán, se estrenará en Ecuador, Bolivia, Paraguay, Costa Rica, Panamá, Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana. La empresa Tondero Distribución, estará a cargo de las ventas internacionales.

El pilar de todo, sin duda, es la presencia de Maricarmen Marín. A ella la cámara la quiere. Tiene aquello que llaman carisma, y Morán muy bien lo sabe. Por ello incluirla en este moderno cuento navideño, no es para nada descabellado. De lo que sí discrepo es que se denomine a este proyecto como "película familiar". Algo tan ambiguo pero de imperiosidad necesidad tanto para los distribuidores como para los exhibidores. En lo que mi concierne, y según lo que se observa, es una película infantil. Un formato, que sin temor a equivocarme, nunca ha sido tratado (en acción en vivo) por el cine peruano. Y por si esto no fuera suficiente, es además un musical, con canciones inéditas que están al servicio de la narración. Por lo que se ve, un proyecto doblemente ambicioso.

En estas dos vertientes, lo infantil y musical- el saldo es positivo. Sin embargo, uno tiene antes que aceptar que se está frente a una colorida fantasía con sus propios mecanismos. Un añejo folletín infantil que pareciera extraído de la televisión de décadas atrás.

El novel cineasta rueda con convicción, una historia trillada y le agrega espectáculo, brío y la justa dosis de inocencia. En contraposición, dudo que esta película sea del agrado mayoritario de la gran familia peruana, una audiencia que está acostumbrada a recibir comedias de risa fácil y humor ramplón.

Ricardo Morán ha logrado algo curioso, un proyecto personal que destaca dentro del aluvión de producciones nacionales de este 2017. Cuando muchos tratan de hacer algo "familiar", el realizador opta por enfocarse en lo infantil. De toda la retahíla de películas comerciales que hemos soportado en nuestra cartelera, esta es sin duda, la más independiente, la más arriesgada y comprometida con eso que se conoce como entretenimiento.

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