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En una entrevista con Expansión, que una vez más le coloca en un lugar ascendente de su lista "Los 100 Empresarios más importantes de México", el máximo responsable de Cinélopolis y la Organización Ramírez, que desde Michoacán se ha convertido en compañía líder mundial en el campo de la exhibición cinematográfica, Alejandro Ramírez admite que podría llegarse a una situación paradójica en su negocio: saturación en algunas plazas y desatención en otras. "En México todavía se puede crecer, pero en los mercados desatendidos", afirma.

Los números de Cinépolis impresionan. Es la empresa número uno del mundo en plazas de salas VIP, y la que presume en salas tradicionales del mayor número de asistentes por pantalla, con un promedio de 61 000 al año. Además, después de expandirse internacionalmente este año que acaba, es la cuarta cadena por número de salas y la segunda por boletos vendidos, con alrededor de 312 millones el último ejercicio computado.

"Los retos que tiene Cinépolis -dice Ramírez a Expansión- son tres. Uno es la creciente saturación del mercado mexicano en salas de cine, lo que genera que los cines nuevos canibalicen mucha de la demanda existente, más que generar demanda nueva. Se están construyendo muchos centros comerciales en las mismas zonas donde ya hay una buena oferta, tanto de centros comerciales como de cines. Hay que crecer de manera inteligente. El segundo es la amenaza que hay con la contracción de las ventanas de exhibición. En el sector hay un sistema de ventanas: cine, DVD, Blu-Ray, la compra o renta que se hace de manera electrónica, televisión de paga, televisión abierta y servicios de suscripción, como Netflix. Ha habido desde hace cinco años la intención de mover o reducir este sistema de ventanas, esto es algo que nos preocupa, porque creemos que podría afectar el hábito de la gente de ir al cine. El tercer reto es la piratería digital. La piratería física es con la que hemos coexistido por muchos años y siempre nos ha dañado, pero la piratería digital se vuelve una amenaza más grande conforme aumenta la penetración de banda ancha en los hogares mexicanos".

Sobre la cifra de salas exhibidoras en Mexico, el CEO de Cinépolis destaca que con 120 millones de habitantes, frente a los 200 de Brasil, México tiene el doble de salas. Por ello, mientras aboga por crecer en las regiones del país con menor parque de pantallas, apunta Ramírez a una mayor ampliación fuera del país: "Por eso buscamos canalizar parte de nuestro crecimiento a otros mercados y no crecer solamente en México, aunque aquí también hay que buscar mercados desatendidos para no crecer en lugares donde ya está bien la oferta y saturar más el mercado, sino, más bien, tratar de detonar mercados nuevos. Ahora estamos operando en 14 países: 10 países de América Latina, y tenemos presencia en la India, España, Estados Unidos (y México). Y estamos por entrar en algunos de los países del golfo Pérsico, como Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Omán.

Repecto del imparable éxito de Cinépolis, que ahora además de exhibir cine lo distribuye y está dando sus primeros pasos en apoyar la producción, Alejandro Ramírez cree que la clave "es haber conformado un buen equipo de trabajo, con gente talentosa, con experiencia y comprometida. Luego, la continua innovación. Hemos venido innovando en un negocio muy antiguo, con nuevos formatos, servicios y productos durante décadas. Hay cosas que ahora son normales para todos. Por ejemplo, en 2011 introdujimos la butaca numerada, algo que todo mundo agradeció muchísimo".

Cinépolis dice mantener la filosofía del fundador de la compañía, allá en Morelia, con sus primeros cines: "Mi abuelito decía que la vida es como andar en bicicleta, siempre hacia adelante y guardando el equilibrio. Cuando la vida te pone subiditas hay que pedalearle más duro y cuando te pone bajaditas hay que controlar la velocidad, porque si no te estrellas. Ésa es la filosofía que guía el actuar de Cinépolis".

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