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El director argentino Marco Berger ("Ausente") ha destacado que considera que su cine no se valora como es debido por estar calificado como "cine gay", con una connotación que para él en ocasiones es negativa, y que eso le ha costado quedar fuera de festivales como el de San Sebastián. El cineasta ha querido dejar claro que él no hace películas homosexuales, si no que son calificadas así porque se ven relaciones entre dos hombres pero que nadie "califica a las demás películas como heterosexuales". Estas son algunas de las declaraciones que ha dejado en su entrevista con el diario Página12, en las que ha hablado de sexualidad, activismo, o su última obra "El cazador", aprovechando su estreno gratuito en diferentes plataformas YouTube, entre otras cosas.

El bonaerense ha defendido que su cine no tiene la repercusión que se merece por que "socialmente, y sin querer, quedan las películas gay un poco como de Clase B. Por ejemplo yo nunca estuve en el Festival de San Sebastián Horizontes Latinos, y para mi tiene que ver con que hago películas gays; es como si lo gay te pusiese en otro lugar. Como la mirada es heteronormativa y patriarcal, yo soy el diferente… La etiqueta sirve para buscar, pero si es para separar no me interesa". Pese a que no está en contra de la etiqueta, porque con ella le permite al usuario ser funcional a la hora de encontrar una obra determinada, no considera que su largometraje sea gay, ha afirmado que "solamente es una película".

Además ha aprovechado para defenderse de las acusaciones que le achacan que en sus trabajos sólo se tratan las relaciones entre hombres. No considera que sea ninguna limitación, ya que otros directores, poniendo de ejemplo a su compatriota Ana Katz ("Mi amiga del parque"), que sí ha sido seleccionada para el certamen de las Conchas, hacen obras que se centran en amor heterosexual y nadie les cuestiona por ello. Ha aprovechado para afirmar que la diferencia es que "sus películas son protagonizadas por hombres y mujeres y las mías por hombres", algo que vuelve a remarcar la homofobia todavía latente en la sociedad actual, con un público que según él "nunca vio una película mía porque tengo la etiqueta de cine gay", algo que en ocasiones espanta a la gente.

Berger siempre ha sido un firme defensor de los derechos del colectivo LGTB, tanto en sus obras como en su vida personal. Por ello ha indicado que es un error separar el público en "gay y no gay", porque no permite que algunos espectadores se acerquen a la película y juzguen por ellos mismos, haciendo que la sociedad por fin pudiera tener una mentalidad más abierta. Siempre ha luchado porque "la gente deje de mirarme como un bicho raro solo porque cuento historias desde mi punto de vista. Yo podría contar 'Mujer bonita / Pretty woman' desde mi punto de vista, con un chabón rico y un pibito. Es la misma película pero lo que cambia es el punto de vista", en las que se muestran a homosexuales que se encuentran fuera de los estereotipos televisivos.

También ha tenido tiempo para hablar de "El cazador", su último trabajo que trata el tema de la pornografía infantil a través de de un thriller psicológico, que se reestrenará de forma gratuita en YouTube, y que ha estado disponible en el gigante del streaming Netflix. Una película descrita por el propio autor como una historia para "que la gente la analice y piense, que se deconstruya, se interiorice. Que te golpee y salga la discusión en la pizzería con amigos. Es una película para que te quede retumbando en la cabeza todas las ideas que propongo. No es un mero entretenimiento, creo yo, pero con un final esperanzador". Del que ha querido destacar la importancia de la música, sin la que perdería gran parte de la esencia del film.

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