Viggo Mortensen: “Me gustaría trabajar en Argentina”

por © Cynthia M. García (Argentina)-NOTICINE.com
Cartel promocional de Alatriste
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Una historia violentaCartel promocional de Alatriste16-XI-05

Cada visita que Viggo Mortensen realiza a la Argentina es una mezcla exacta de trabajo y placer, ya que por un lado su arribo es siempre consecuencia de la promoción de alguna película-en este caso “Una historia violenta”, de David Cronenberg-, pero es también una nueva oportunidad para reencontrarse con el país en el que vivió desde los 2 a los 11 años y que le aportó tres elementos básicos para su vida: su acento argentino al hablar en español, su afición por el mate y la pasión por el club de fútbol San Lorenzo de Almagro.

Mortensen, de 47 años, llegó a la Argentina el pasado domingo con motivo del estreno de “Una historia violenta”, que se exhibirá en las salas locales a partir de este jueves 17. Como era de esperarse su primera actividad consistió en ir a ver el partido que disputaba San Lorenzo ese día. El lunes también su jornada estuvo ligada al fútbol, ya que en un programa televisivo -el de la diva nacional Susana Giménez- se dio el gusto de conocer en persona a Diego Maradona, ante quien se arrodilló para tocar sus preciados pies y se lo pudo ver especialmente emocionado, más cuando tuvo el momento mágico de ver juntos al “pelusa” junto al “Beto” Acosta, el ídolo de los cuervos, nombre con el que popularmente se los conoce a los hinchas de San Lorenzo.

El martes fue el día elegido para su comparecencia frente a la prensa, donde se dedicó a hablar largamente sobre “Una historia violenta”, de la que pidió que no se hablara demasiado sobre su trama para no arruinar las sorpresas al espectadores, pero de la que se puede decir que es la historia de un hombre con una familia ideal, que de pronto ve cambiar su vida cuando mata a dos hombres en defensa personal.

“La violencia siempre es un tema actual, siempre lo ha sido, forma parte del ser humano. Los seres humanos somos capaces de imaginar cosas feísimas y de actuar de formas buenas y malas. Si lo podes pensar, imaginar, entonces lo podes hacer”, comentó Mortensen acerca del tema de la violencia, que forma parte vital del film. El actor se encargó de desestimar la visión política que muchos le han querido otorgar al largometraje: “Hay gente que ha dicho que esta película es como una crítica de la violencia en Norteamérica, especialmente, en Estados Unidos, que era una crítica a la política exterior de Estados Unidos. Pero la verdad es que la película es mucho mejor que eso y el director es uno de los pocos genios que hay en el cine mundial. Él no tiene la costumbre de imponer que uno piense una cosa u otra, no te da ni respuestas ni preguntas, te ofrece un cuento bien contado y vos podés hacerte las preguntas”.

“Un buen cuento”, como él dice, es lo que lo motiva a elegir una película por sobre otra, entre las muchas ofertas que recibe, que espera que alguna vez provenga de la Argentina. “Me gustaría trabajar acá. He trabajado tres veces en español, la primera vez hice de argentino en “La pistola de mi hermano”, de Ray Loriga, que permitió hacer cuervo al personaje, así que estuve totalmente de acuerdo. Me gustaría trabajar en Argentina porque hay muchos buenos actores y directores. Se hace buen cine acá. Argentina tiene una historia larga y buena de hacer cine. Ya he visto algunas cosas, he tenido algunas oportunidades, no muchas, pero no he podido porque tenía otras cosas que hacer en ese momento”.

Tras unos primeros años profesionales, donde se destacó en el cine independiente, Mortensen se convirtió en una estrella de Hollywood gracias a la trilogía de “El señor de los anillos”, sin embargo son aquellos films más intimistas los que más le atraen, aunque confiesa que las grandes producciones pueden tener sus momentos íntimos. “Prefiero actuar con gente o animales que están ahí en el momento, pero también aprendí mucho y me divertí con esto (“El señor de los anillos”). Que un rodaje tenga muchos meses y escenas de grandes batallas, que también fue el caso de “El capitán Alatriste”, no quiere decir que no pueda existir un trabajo de equipo bastante íntimo. Yo cuando acepto un trabajo no pienso: ‘esto es una película gran de Hollywood o una pequeña de Toronto o Argentina’, es el cuento el que importa, y después quién lo dirige y lo que parece ser su punto de vista. Eso es lo que vale”.