Falleció la actriz Laura Hidalgo, diva de la época dorada del cine argentino
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
23-XI-05
A los 78 años de edad en su residencia de California falleció el pasado viernes la actriz Laura Hidalgo, una de las divas más destacadas del cine argentino de los años 50, que trabajó bajo las órdenes de directores como León Klimovsky, Carlos Christensen, Luis César Amadori o Armando Bo.
Nacida en Rumanía el 1 de mayo de 1927 bajo el nombre de Pesea Faerman, Hidalgo llegó a Buenos Aires junto a su familia siendo aún una niña. En 1949 debutó en cine con “Su última pelea”, película de Armando Bo, quien fue la persona que le sugirió el nombre con el que se haría famosa: Laura Hidalgo.
Con su pelo negro y sus inolvidables ojos claros, Hidalgo fue una de las presencias más importantes del cine argentino de oro. En su filmografía se destacan trabajos como “El túnel” (1952), adaptación del libro de Ernesto Sabato que dirigió León Klimovsky; “La bestia debe morir” (1952), de Román Viñoly Barreto; “Armiño negro” (1953), de Carlos Christensen; “Caídos en el infierno”, de Luis César Amadori (1954); y “Las campanas de Teresa” (1957), de Carlos Schlieper.
En el plano personal, estuvo casada con Narciso Ibánez Menta, con quien colaboró en tres obras teatrales: “El fabricante de piolín”, de Carlos Gorostiza; “La muerte de un viajante”, de Arthur Miller, y “F.B.”, de Enrique Suárez de Deza. En los años 50 viajó a México y conoció al arquitecto Manuel Rosen y se radicó en ese país. En 1987 visitó por última vez la Argentina para reencontrarse con su familia y presentar el libro de poemas “La casa a cuestas”.
A los 78 años de edad en su residencia de California falleció el pasado viernes la actriz Laura Hidalgo, una de las divas más destacadas del cine argentino de los años 50, que trabajó bajo las órdenes de directores como León Klimovsky, Carlos Christensen, Luis César Amadori o Armando Bo.
Nacida en Rumanía el 1 de mayo de 1927 bajo el nombre de Pesea Faerman, Hidalgo llegó a Buenos Aires junto a su familia siendo aún una niña. En 1949 debutó en cine con “Su última pelea”, película de Armando Bo, quien fue la persona que le sugirió el nombre con el que se haría famosa: Laura Hidalgo.
Con su pelo negro y sus inolvidables ojos claros, Hidalgo fue una de las presencias más importantes del cine argentino de oro. En su filmografía se destacan trabajos como “El túnel” (1952), adaptación del libro de Ernesto Sabato que dirigió León Klimovsky; “La bestia debe morir” (1952), de Román Viñoly Barreto; “Armiño negro” (1953), de Carlos Christensen; “Caídos en el infierno”, de Luis César Amadori (1954); y “Las campanas de Teresa” (1957), de Carlos Schlieper.
En el plano personal, estuvo casada con Narciso Ibánez Menta, con quien colaboró en tres obras teatrales: “El fabricante de piolín”, de Carlos Gorostiza; “La muerte de un viajante”, de Arthur Miller, y “F.B.”, de Enrique Suárez de Deza. En los años 50 viajó a México y conoció al arquitecto Manuel Rosen y se radicó en ese país. En 1987 visitó por última vez la Argentina para reencontrarse con su familia y presentar el libro de poemas “La casa a cuestas”.