Hernán Guerschuny habla sobre la comedia romántica "Una noche de amor"
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
"Una noche de amor" (2016), segunda película de Hernán Guerschuny, explora las vicisitudes que le tocan atravesar a una pareja, interpretada por Sebastián Wainraich y Carla Peterson, mientras reflexionan sobre su matrimonio al enterarse de la repentina separación de una pareja de amigos. El disparador del film funciona para que luego la aparente comedia romántica termine por desandar el camino del lugar que el mismo tiene en la vida actual y cómo se puede o no reflotarlo. Nuestros compañeros de EscribiendoCine hablaron con el director y coguionista (con Sebastián Wainraich), que sostiene: " No sé hacia donde me llevará mi trabajo pero tener esto como oficio me hace muy feliz".
- ¿Cómo fue trabajar con otro guionista, que además es su protagonista?
La primera versión claramente es de Sebastián Wainraich, trabajamos un año después en él y hubo nuevas versiones, pero los temas igual son tan afines a mi vida, tenemos la misma edad, hijos de la misma edad, vivimos cerca, nos gustan cosas similares, con lo cual cuando leí el guion tenía que ver conmigo y hablaba de mí, por eso la reescritura tuvo que ver con encontrar cierta estructura que hiciera que la película funcione mejor. Cuando hablas de temas que conocés no hay otra opción que hacerla propia, porque no es lo mismo que te contraten para dirigir la saga de no se qué, que nunca me va a pasar, ahí sí te pones en director de oficio para que funcione la escena de acción, pero acá no hay otra que te la creas y trates de encontrar verdad y esa verdad solo podés encontrarla si recurrís a cosas que vos vivís, por eso en ningún momento sentí que el guion no era mío, sentí que habíamos hecho un proceso para apropiármelo y si no hubiera sido muy complicado.
- ¿Cómo llegaban a acuerdos, principalmente cuando había disparidad de opiniones?
Con Sebastián nos llevamos muy bien, nos respetamos mucho mutuamente y yo entendí rápidamente que el fuerte de él son los diálogos, es muy buen dialoguista, algo que en el cine es muy difícil, creo que el cine tiene que tener la capacidad de sacar de otras artes y lugares cosas que le aporten a él, así como un director de fotografía muchas veces se inspira en obras pictóricas o un director de arte saca ideas de otros lados que no tienen que ver con el cine, también como director o guionista esta bueno utilizar a gente que aprovecha el sentido del humor de manera cotidiana y que logra el efecto o chispa que el cine por los tiempos que tiene es muy difícil de lograr. El humor en el cine es complicado justamente por esto, entre que escribiste el chiste y lo terminaste de mostrar pasaron dos procesos en el medio, y el chiste termina volviéndose tan gastado que pierde la chispa. Creo que el stand up o el tipo que hace todos los días humor en radio logra inmediatez, que había que aprovechar para hacer una película.
- Igual a Sebastián se le ve bastante medido en el film, a Carla también ¿cómo lograron ese tono?
Confiaron mucho en mí, se dejaron dirigir mucho, yo sabía que con este tipo de guiones que apuntan a la identificación o temas que vivimos todos los días, el riesgo es volverte costumbrista y empezar a entrar en lugares que se describen como uy sí "como nos pasa a nosotros". En cine es tan riesgoso porque uno quiere ir a ver historias particulares, es importante la identificación, pero también que haya algo único, un universo propio, teníamos que lograr que ellos sean "ese matrimonio" y no "como todos nosotros" porque si no se convertía en matrimonios y algo más que es algo que no me atrae como espectador y que yo no quería lograr como director, y ellos entendieron rápidamente que quería lograr un tono en el film. Para esto tenía que "emparejarlos" como actores, ya que venían de lugares distintos y lo más difícil de lograr era hacer creer que es un matrimonio que preexiste a la película, no son dos que se conocieron ayer, sino que hay muchos códigos que comparten hace años y entramos a su universo de pronto.
- ¿Se ensayó para lograr esto? ¿Cómo fue la preparación?
Se ensayó mucho, conversamos mucho, teníamos en claro esto, que ningún chiste sea dicho para lograr risa a continuación, sino que cuando uno lo escucha sea una frase que ellos ya dijeron muchas veces en su vida. Trabajamos mucho la escucha, eso de que te digan una frase mil veces y que vos reacciones de una manera porque ya conocés esa radio y esa canción, y eso fue en lo que se trabajó.
- ¿En dónde buscó referencias para lograr que el tono entretenga más allá del punchline o el gag y en cierto punto se asemeje a su film anterior, "El crítico" (2013) ?
Como espectador las comedias que me gustan ver son aquellas que tienen una segunda capa, no sólo las que poseen un gag para que te rías, eso tiene poca vida para mí, te reís y te olvidas, a mi me interesa que el humor sea un vehículo para reflexionar sobre otros temas, no eso que con la música resalte el melodrama, me parece más interesante algo que se presenta como más pequeño y que genera más empatía y te lleva a otro lugar. En relación a "El crítico" había algo que el protagonista decía que el problema de las comedias románticas es que terminan con el beso, recién ahí empezaría todo. Yo creo que esta es una película sobre lo que pasa 12 años después que terminan las comedias románticas, y acá es lo qué pasa cuando todo eso que nos apasionaba y enamoraba ya lo vivimos tanto que parece un disco rayado, el matrimonio muchas veces es eso, como un disco que nos encanta pero que suena rayado y esas eran las preguntas que nos hacíamos cuando la filmábamos.
- ¿Qué devolución les hicieron sus respectivas mujeres?
Mi mujer es vestuarista del film y fue parte de todo el proceso y nos parece gracioso que hay diálogos que repetimos en la vida real y decimos "Ah, como en la película", y nos divierte eso, Dalia Gutman (mujer de Wainraich) aún no la vio, la va a ver en la avant premiere, pero hay cosas que son muy reconocibles porque las grandes tragedias del matrimonio no son los engaños, las aventuras, y demás, la gran tragedia es "la duda", me arriesgo a eso o, todo el universo que rodea a la duda es la gran tragedia, "pateo el tablero o en realidad lo que estoy viviendo está bien", eso tratamos de recorrer en la noche de la película, no quisimos abarcar todo sobre un matrimonio, sino sólo una noche de los personajes en los que se despiertan y se acuestan de la misma manera, o tal vez no.
- ¿Cómo seleccionó el casting?
El cine tiene algo muy particular, que es que pensás nombres, pero cuando los elegís y ves la película terminada hay algo asertivo que es que no podes imaginar lo que ves con otro, hoy no se me ocurre mejor vecina que Justina Bustos, no pienso en mejor pareja que Rafael Spregelburd y María Carámbula, cuando encarnan son ellos, y le sumaron cosas. El gran desafío era la pareja, y creo que logramos emparejarlos.
- Hay un interés por mostrar una Buenos Aires más glamourosa o universal ¿por qué?
Yo estaba re obsesionado con esto, con "El crítico" también, son películas porteñas, pero no quería que en la elección de las locaciones esto esté, me gusta que te des cuentas que es Buenos Aires, pero que no haya un anclaje, que no esté claro, en el auto se ve la ciudad borrosa, quiero que cuando la veas sea algo que no envejezca, que no sea 2016, quiero que sea la historia de una pareja, no la historia de una pareja porteña, como en los clásicos que trascienden la coyuntura y el momento.
- ¿Como productor hacia dónde quiere ir en el cine?
Es muy difícil planearlo, lo que tenés que hacer es tratar de jugar varios partidos al mismo tiempo, tener un tanque, una película mediana y otra más chica, que no compitan entre sí, que la pequeña vaya a salas arte, que el tanque pueda explotar, me gusta como productor construir cada camino particular de cada uno, lo mejor que te puede pasar es que lo que previste se cumpla y puedas dirigirla y transmitir el producto con claridad. Disfruto mucho hacerlo, si puedo combinar la producción con la dirección es ideal.
- ¿Cuáles son sus expectativas ante el estreno?
Yo quiero seguir filmando, aunque suene a frase hecha, si le va bien, me va a permitir eso, quiero que le guste a la gente porque es un trabajo de un año y medio, donde la pasé muy bien, y quiero seguir con más proyectos.
- ¿Ya tiene algo programado? ¿Seguirá en la comedia?
Yo creo que me estoy oscureciendo más, tengo un guión ya escrito y quiero ahondar más en él porque eludo cuestiones con la comedia, pero quiero, porque el proceso de "Una noche de amor", fue tan rápido que me quiero tomar mi tiempo, porque es cuando todo es posible. Disfruto todas las instancias de un film, cuando tu guión comienza a ser cierto es orgiástico, me da mucho placer, en la edición por ejemplo comenzás a construir algo nuevo. No sé hacia donde me llevará mi trabajo pero tener esto como oficio me hace muy feliz.
- ¿Cómo fue trabajar con otro guionista, que además es su protagonista?
La primera versión claramente es de Sebastián Wainraich, trabajamos un año después en él y hubo nuevas versiones, pero los temas igual son tan afines a mi vida, tenemos la misma edad, hijos de la misma edad, vivimos cerca, nos gustan cosas similares, con lo cual cuando leí el guion tenía que ver conmigo y hablaba de mí, por eso la reescritura tuvo que ver con encontrar cierta estructura que hiciera que la película funcione mejor. Cuando hablas de temas que conocés no hay otra opción que hacerla propia, porque no es lo mismo que te contraten para dirigir la saga de no se qué, que nunca me va a pasar, ahí sí te pones en director de oficio para que funcione la escena de acción, pero acá no hay otra que te la creas y trates de encontrar verdad y esa verdad solo podés encontrarla si recurrís a cosas que vos vivís, por eso en ningún momento sentí que el guion no era mío, sentí que habíamos hecho un proceso para apropiármelo y si no hubiera sido muy complicado.
- ¿Cómo llegaban a acuerdos, principalmente cuando había disparidad de opiniones?
Con Sebastián nos llevamos muy bien, nos respetamos mucho mutuamente y yo entendí rápidamente que el fuerte de él son los diálogos, es muy buen dialoguista, algo que en el cine es muy difícil, creo que el cine tiene que tener la capacidad de sacar de otras artes y lugares cosas que le aporten a él, así como un director de fotografía muchas veces se inspira en obras pictóricas o un director de arte saca ideas de otros lados que no tienen que ver con el cine, también como director o guionista esta bueno utilizar a gente que aprovecha el sentido del humor de manera cotidiana y que logra el efecto o chispa que el cine por los tiempos que tiene es muy difícil de lograr. El humor en el cine es complicado justamente por esto, entre que escribiste el chiste y lo terminaste de mostrar pasaron dos procesos en el medio, y el chiste termina volviéndose tan gastado que pierde la chispa. Creo que el stand up o el tipo que hace todos los días humor en radio logra inmediatez, que había que aprovechar para hacer una película.
- Igual a Sebastián se le ve bastante medido en el film, a Carla también ¿cómo lograron ese tono?
Confiaron mucho en mí, se dejaron dirigir mucho, yo sabía que con este tipo de guiones que apuntan a la identificación o temas que vivimos todos los días, el riesgo es volverte costumbrista y empezar a entrar en lugares que se describen como uy sí "como nos pasa a nosotros". En cine es tan riesgoso porque uno quiere ir a ver historias particulares, es importante la identificación, pero también que haya algo único, un universo propio, teníamos que lograr que ellos sean "ese matrimonio" y no "como todos nosotros" porque si no se convertía en matrimonios y algo más que es algo que no me atrae como espectador y que yo no quería lograr como director, y ellos entendieron rápidamente que quería lograr un tono en el film. Para esto tenía que "emparejarlos" como actores, ya que venían de lugares distintos y lo más difícil de lograr era hacer creer que es un matrimonio que preexiste a la película, no son dos que se conocieron ayer, sino que hay muchos códigos que comparten hace años y entramos a su universo de pronto.
- ¿Se ensayó para lograr esto? ¿Cómo fue la preparación?
Se ensayó mucho, conversamos mucho, teníamos en claro esto, que ningún chiste sea dicho para lograr risa a continuación, sino que cuando uno lo escucha sea una frase que ellos ya dijeron muchas veces en su vida. Trabajamos mucho la escucha, eso de que te digan una frase mil veces y que vos reacciones de una manera porque ya conocés esa radio y esa canción, y eso fue en lo que se trabajó.
- ¿En dónde buscó referencias para lograr que el tono entretenga más allá del punchline o el gag y en cierto punto se asemeje a su film anterior, "El crítico" (2013) ?
Como espectador las comedias que me gustan ver son aquellas que tienen una segunda capa, no sólo las que poseen un gag para que te rías, eso tiene poca vida para mí, te reís y te olvidas, a mi me interesa que el humor sea un vehículo para reflexionar sobre otros temas, no eso que con la música resalte el melodrama, me parece más interesante algo que se presenta como más pequeño y que genera más empatía y te lleva a otro lugar. En relación a "El crítico" había algo que el protagonista decía que el problema de las comedias románticas es que terminan con el beso, recién ahí empezaría todo. Yo creo que esta es una película sobre lo que pasa 12 años después que terminan las comedias románticas, y acá es lo qué pasa cuando todo eso que nos apasionaba y enamoraba ya lo vivimos tanto que parece un disco rayado, el matrimonio muchas veces es eso, como un disco que nos encanta pero que suena rayado y esas eran las preguntas que nos hacíamos cuando la filmábamos.
- ¿Qué devolución les hicieron sus respectivas mujeres?
Mi mujer es vestuarista del film y fue parte de todo el proceso y nos parece gracioso que hay diálogos que repetimos en la vida real y decimos "Ah, como en la película", y nos divierte eso, Dalia Gutman (mujer de Wainraich) aún no la vio, la va a ver en la avant premiere, pero hay cosas que son muy reconocibles porque las grandes tragedias del matrimonio no son los engaños, las aventuras, y demás, la gran tragedia es "la duda", me arriesgo a eso o, todo el universo que rodea a la duda es la gran tragedia, "pateo el tablero o en realidad lo que estoy viviendo está bien", eso tratamos de recorrer en la noche de la película, no quisimos abarcar todo sobre un matrimonio, sino sólo una noche de los personajes en los que se despiertan y se acuestan de la misma manera, o tal vez no.
- ¿Cómo seleccionó el casting?
El cine tiene algo muy particular, que es que pensás nombres, pero cuando los elegís y ves la película terminada hay algo asertivo que es que no podes imaginar lo que ves con otro, hoy no se me ocurre mejor vecina que Justina Bustos, no pienso en mejor pareja que Rafael Spregelburd y María Carámbula, cuando encarnan son ellos, y le sumaron cosas. El gran desafío era la pareja, y creo que logramos emparejarlos.
- Hay un interés por mostrar una Buenos Aires más glamourosa o universal ¿por qué?
Yo estaba re obsesionado con esto, con "El crítico" también, son películas porteñas, pero no quería que en la elección de las locaciones esto esté, me gusta que te des cuentas que es Buenos Aires, pero que no haya un anclaje, que no esté claro, en el auto se ve la ciudad borrosa, quiero que cuando la veas sea algo que no envejezca, que no sea 2016, quiero que sea la historia de una pareja, no la historia de una pareja porteña, como en los clásicos que trascienden la coyuntura y el momento.
- ¿Como productor hacia dónde quiere ir en el cine?
Es muy difícil planearlo, lo que tenés que hacer es tratar de jugar varios partidos al mismo tiempo, tener un tanque, una película mediana y otra más chica, que no compitan entre sí, que la pequeña vaya a salas arte, que el tanque pueda explotar, me gusta como productor construir cada camino particular de cada uno, lo mejor que te puede pasar es que lo que previste se cumpla y puedas dirigirla y transmitir el producto con claridad. Disfruto mucho hacerlo, si puedo combinar la producción con la dirección es ideal.
- ¿Cuáles son sus expectativas ante el estreno?
Yo quiero seguir filmando, aunque suene a frase hecha, si le va bien, me va a permitir eso, quiero que le guste a la gente porque es un trabajo de un año y medio, donde la pasé muy bien, y quiero seguir con más proyectos.
- ¿Ya tiene algo programado? ¿Seguirá en la comedia?
Yo creo que me estoy oscureciendo más, tengo un guión ya escrito y quiero ahondar más en él porque eludo cuestiones con la comedia, pero quiero, porque el proceso de "Una noche de amor", fue tan rápido que me quiero tomar mi tiempo, porque es cuando todo es posible. Disfruto todas las instancias de un film, cuando tu guión comienza a ser cierto es orgiástico, me da mucho placer, en la edición por ejemplo comenzás a construir algo nuevo. No sé hacia donde me llevará mi trabajo pero tener esto como oficio me hace muy feliz.