Veteranos del cine venezolano exhiben buen humor y esperanza en "Más vivos que nunca"
- por © Corresponsal (Venezuela)-NOTICINE.com
El cine dicen que es para jóvenes, pero el protagonizado por ancianos fue tener su hueco. Incluso en Hollywood hace poco funcionó bien "Un golpe con estilo / Going in Style", interpretada por Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin, que ha recaudado más de 80 millones de dólares en todo el mundo cuando costó menos de 30. En Puerto Rico recientemente rodaban "Broche de oro: El comienzo" y ahora se prepara en Venezuela el estreno de "Más vivos que nunca", que participará en el próximo Festival de Mérida, donde será una de sus principales novedades junto a films ya conocidos, y más tarde estará en las salas en octubre.
"Más vivos que nunca" es una comedia de gente mayor dirigida por un veterano cineasta, Alfredo Anzola ("1888, el extraordinario viaje de la Santa Isabel", "De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez"), quien va camino de los 71 años. La cinta, escrita por Laura Romero, también coproductora, tiene como principales intérpretes a Rosario Prieto, Eduardo Gadea, Pedro Durán, Gonzalo "Chile Veloz", María Cristina Lozada y Haydée Faverola.
Se trata de la historia de cinco jubilados que se escapan de un asilo para cumplir el último sueño de una de las residentes, Paloma, recién fallecida: esparcir sus restos en el río del pueblo donde trascurrió su infancia, algo que sus familiares no están dispuestos a cumplir. Así, emprenden un largo viaje enun viejo auto descapotable rojo, perseguidos por sus propios hijos e incluso por la policía. Durante la aventura, se reencuentran con sus propios sueños de juventud, en un despertar que los hace sentir "Más vivos que nunca".
"Cuando Laura me llegó con ese guión, yo le dije que no quería hacer esa película de viejos, porque pa’ viejo yo y que era preferible hacer una película de jóvenes… pero cuando leí el guión me pareció algo lindo y bello", contó Anzola al boletín del CNAC.
"Muchísima gente dice -añadió- que yo hago comedia y que mis películas son comedias. Yo nunca me he planteado hacer comedia estrictamente hablando, pero yo creo que la vida hay que tomársela un poco a la mamadera de gallo, como es que somos los venezolanos. Cuando alguien está mamando gallo es que está diciendo lo que realmente le importa".
Para el realizador, estamos ante una película necesaria: "No hay muchas películas con adultos mayores, pero sí hay, creo que si hay varias. No me gusta decir ‘¿y por qué no se ha hecho esta película?’ No se ha hecho porque nadie ha tenido ganas de hacerla, y eso tiene su propia dinámica y su propia vida (…) Y no es verdad tampoco que hayan pocos temas en el cine nacional, hay muchísimos y son súper variados y cada vez hay más".
Por su parte, la joven guionista y productora Laura Romero afirmó: "Quería que la película hable de este tema desde un punto de vista esperanzador. Es dignificar la capacidad de vivir, de seguir amando y ser amado, de emprender tus sueños y de que nunca es tarde".
La idea del libreto le vino de la estrecha relación que tenía con su abuela, quien falleció a los 98 años. "Es un homenaje a los adultos de la tercera edad que han sido excluidos por años, incluso de nuestra cinematografía nacional. Reivindicarlos no es solo cuestión de una historia donde parezcan divertidos y alocados; reivindicarlos es aproximarnos a sus historias, anhelos y experiencias, también a lo que ocurre socialmente en torno a ellos, asumirlos como sujetos protagónicos, visibilizarlos y afrontar también el tema tabú de la vejez".
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"Más vivos que nunca" es una comedia de gente mayor dirigida por un veterano cineasta, Alfredo Anzola ("1888, el extraordinario viaje de la Santa Isabel", "De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez"), quien va camino de los 71 años. La cinta, escrita por Laura Romero, también coproductora, tiene como principales intérpretes a Rosario Prieto, Eduardo Gadea, Pedro Durán, Gonzalo "Chile Veloz", María Cristina Lozada y Haydée Faverola.
Se trata de la historia de cinco jubilados que se escapan de un asilo para cumplir el último sueño de una de las residentes, Paloma, recién fallecida: esparcir sus restos en el río del pueblo donde trascurrió su infancia, algo que sus familiares no están dispuestos a cumplir. Así, emprenden un largo viaje enun viejo auto descapotable rojo, perseguidos por sus propios hijos e incluso por la policía. Durante la aventura, se reencuentran con sus propios sueños de juventud, en un despertar que los hace sentir "Más vivos que nunca".
"Cuando Laura me llegó con ese guión, yo le dije que no quería hacer esa película de viejos, porque pa’ viejo yo y que era preferible hacer una película de jóvenes… pero cuando leí el guión me pareció algo lindo y bello", contó Anzola al boletín del CNAC.
"Muchísima gente dice -añadió- que yo hago comedia y que mis películas son comedias. Yo nunca me he planteado hacer comedia estrictamente hablando, pero yo creo que la vida hay que tomársela un poco a la mamadera de gallo, como es que somos los venezolanos. Cuando alguien está mamando gallo es que está diciendo lo que realmente le importa".
Para el realizador, estamos ante una película necesaria: "No hay muchas películas con adultos mayores, pero sí hay, creo que si hay varias. No me gusta decir ‘¿y por qué no se ha hecho esta película?’ No se ha hecho porque nadie ha tenido ganas de hacerla, y eso tiene su propia dinámica y su propia vida (…) Y no es verdad tampoco que hayan pocos temas en el cine nacional, hay muchísimos y son súper variados y cada vez hay más".
Por su parte, la joven guionista y productora Laura Romero afirmó: "Quería que la película hable de este tema desde un punto de vista esperanzador. Es dignificar la capacidad de vivir, de seguir amando y ser amado, de emprender tus sueños y de que nunca es tarde".
La idea del libreto le vino de la estrecha relación que tenía con su abuela, quien falleció a los 98 años. "Es un homenaje a los adultos de la tercera edad que han sido excluidos por años, incluso de nuestra cinematografía nacional. Reivindicarlos no es solo cuestión de una historia donde parezcan divertidos y alocados; reivindicarlos es aproximarnos a sus historias, anhelos y experiencias, también a lo que ocurre socialmente en torno a ellos, asumirlos como sujetos protagónicos, visibilizarlos y afrontar también el tema tabú de la vejez".
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