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A sus 45 años, el bilbaíno Igor legarreta ha trabajado como escritor, productor y ayudante de dirección. "Autómata", "El Gran Zambini", "Películas para no dormir; Regreso a Moira" o "Zipi y Zape y la isla del capitán" son algunos de los proyectos en los que ha dejado su huella. Sin embargo, este viernes llega a las salas de cine una película que abre una nueva faceta de su carrera: la de director. Hablamos de "Cuando dejes de quererme", una producción hispano-argentina que, tras meses de rodaje en Euskadi, llega a los cines españoles de la mano de Centuria Films (España) y CEPA Audiovisual (Argentina), con la colaboración y apoyo de TVE, Elipsis Capital y el ICAA.

Como él mismo reconoce, tomar la decisión de dirigir enteramente una película no resulta fácil, así como tampoco el proceso de preparación que eso conlleva y que, en su caso, ha durado seis largos años. "Hay momentos en los que quizás sientas que no te pueden financiar el proyecto o te surjan otros problemas, pero yo intento no frustrarme. A mí me encanta el cine, disfruto mucho contando historias, pero no me frustro ante las situaciones", relataba el recién estrenado director durante una entrevista con Radio Euskadi.

No obstante, Lagarreta no ha estado solo en este largo camino, ha contado con los guionistas Asier Guerricaechevarría, Jon Iriarte y Javier Echániz, y con una banda sonora compuesta por Lucio Godoy. El reparto, sin duda a la altura, está formado por actores de la talla de Miki Esparbé ("Las distancias"), Antonio Dechent, Flor Torrente, Eduardo Blanco y Joaquín Climent ("El bar", de Álex de la Iglesia).

"Cuando dejes de quererme" es una coproducción con Argentina, lo cual, según Lagarreta, no solo ha solo ha "permitido la financiación del proyecto", sino que también lo ha hecho más "divertido".

El cineasta también cuenta, durante la entrevista con Radio Euskadi, que la participación de productoras argentinas no ha modificado el guion de la película, que se ha mantenido igual desde el comienzo salvo pequeños cambios. "matando un poco el mito, debo reconocer que no ha habido injerencias en el guion. Cuando lleguen malas críticas, que espero que no lleguen, no me podré escudar en que me cambiaron el guion los productores argentinos", bromeaba.

Esta colaboración viene dada por la participación de los actores protagonistas, los argentinos Flor Torrente, conocida por sus papeles en "Hipersomnia", "Soldado argentino" y "Silencio en la Oscuridad", y Eduardo Blanco, quien ha recibido numerosos premios como el Cóndor de Plata al mejor actor de reparto por "El hijo de la novia" o el premio Clarín por "Luna de Avellaneda".

La actriz bonaerense interpreta a Laura, una joven que vuelve al País Vasco, donde nació, desde Argentina tras recibir la noticia de que su padre biológico, el cual supuestamente la abandonó cuando era pequeña, ha sido encontrado muerto en un bosque y que las pruebas forenses afirman que fue asesinado hace 37 años por un tiro en la nuca. Blanco, por su parte, dará vida al padrastro de Laura, quien acompaña a la muchacha en ese difícil viaje.

En España, Laura conocerá a Javier Egoskue, al que ha dado vida Miki Esparbé, un agente de seguros que, intrigado por el caso de la chica, se unirá a los recién llegados en una particular investigación para descubrir al asesino.

Eneko Sagardoy, ganador del Goya al mejor actor revelación de este año, también actúa en el largometraje. "Esto viene estupendamente, todo lo que sea visibilizar y dar a conocer una película como la nuestra, sin una gran maquinaria publicitaria, es bienvenido", afirmaba al respecto el cineasta.

"Misterio con dosis de amor y salpicado con cierto humor", son las palabras que Legarreta utiliza para definir la temática de su película, que reúne una "mezcla de tonos" que, confiesa, le encanta.

"Es un drama con trazas de thriller. Hay un misterio que resolver y unos investigadores muy poco sofisticados que dan cercanía a la trama, pero en el fondo es un drama familiar sobre el abandono de la protagonista siendo una niña. El potencial dramático reside en la protagonista, que descubre que tiene dos padres al haber juzgado mal a su padre biológico y tiene que lidiar con la culpa. Esto lo hace acompañad de un padre adoptivo que la ha cuidado y educado. Ese es el atractivo, lo bonito de la película", agregaba.

Otra importante parte del largometraje es la relación que surge entre Laura y Javier, que aporta la mítica historia de amor tan utilizada en el mundo del cine. Sin embargo, a Lagarreta, tal y como contaba en Deia, no le gusta que ese recurso "exista por decreto, sin peso dramático". Por ello, en "Cuando dejes de quererme" esa parte "tiene protagonismo, porque el amor, y como lo utilizan los personajes para justificarse en un momento dado, es uno de los temas de la película".

El lugar de rodaje no fue casualidad, ya que se llevó a cabo en Euskadi, lugar de nacimiento de Igor Lagarreta. "Me estoy descubriendo rodando en localizaciones que de alguna forma tienen cercanía conmigo, sitios que conozco y que forman parte de mi imaginario. A la hora de buscar lugares donde emplazar la acción, me surgieron por sí solos. Nada es casual", contaba durante los meses de filmación.

Lugares tan bellos como Oiartzun, Zumaia, San Sebastián, Irún, Durango, Deba, Oñate, los bosques de Aldatz y Urquiola, Zumaya o Amarita, en Vitoria, acogieron a todo el equipo del film y se podrán apreciar este viernes en las pantallas de cine españolas. Argentina, sin embargo, deberá esperar hasta mayo, mes en el que, previsiblemente, se estrenará el film en el país latinoamericano.

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