Oriol Estrada habla sobre el estreno de la coproducción dominicano-española "Miriam miente"
- por © J.A.-NOTICINE.com
La película ganadora del Colón de Oro la pasada semana en Huelva, "Miriam miente", de Natalia Cabral y Oriol Estrada, coproducción dominicano-española, tendrá este fin de semana su estreno comercial español, de momento en Madrid. Ubicada en la adolescencia, narra la historia de una chica mulata que se enamora por internet de un chico hasta que descubre que es negro, lo que le genera un conflicto personal de cara a su familia. NOTICINE.com habló con Estrada sobre la cinta.
- El origen del film está en un hecho real que vivió su codirectora, Natalia Cabral, ¿cómo lo ficcionaron?
Partío en parte de una situación vivida y, a partir de entonces, desarrollamos una historia más compleja. A partir del encuentro con ese chico negro y evitarlo, que es lo que le pasó a Natalia. A mí, una cosa que me parecía interesante, nos gusta las películas de conflicto interno y algo interesante que le pasa a Miriam es que ella no es blanca, ella es mulata y evita a alguien por ser de su misma condición, y eso es algo que trabajamos mucho, porque de repente no se ve tanto. La mayor parte de las cintas en torno al racismo lo ven como un conflicto externo. Son muy activas en cuanto hay alguien que te está atacando y tú reaccionas a eso. Pero el problema de la película es que Miriam tiene ese racismo internamente, y eso mismo que le pasa a ella, lo hace. Es algo muy común en República Dominicana, y es algo que a mí me sorprendió mucho cuando llegué. Ves una sociedad donde el 70% de la población es negra, pero que no se quiere reconocer como tal. Esa herencia española la viven de una manera muy intensa. En cambio la herencia africana es como algo escondido. Hay una frase dominicana que dice: "es el negro detrás de la oreja", o sea, lo negro lo tienes escondido y, a partir de ahí, nos parecía muy interesante bordar ese tema. Para nosotros es una cosa universal. Abordamos el tema en la República Dominicana pero creo que sobre todo nos interesa eso, los conflictos familiares, los conflictos internos y la película fue surgiendo a partir de esos recuerdos y, a partir de ahí, fuimos capturando momentos, cosas que se dicen en el entorno y fuimos armando esa historia.
- Las cuestiones de identidad son especialmente punzantes en la adolescencia, la edad de su protagonista...
Totalmente, por eso también elegimos un personaje de esa edad, porque con la edad uno se va cristalizando, la gente tiene más clara las cosas pero al mismo tiempo no hay ese debate, ese cuestionamiento de uno mismo y, de repente, con Miriam es muy interesante porque ella en cierta manera se está descubriendo a sí misma y eso es bonito. Con las otras niñas pasa igual, por eso en esas películas de adolescentes es tan interesante cuando no se hace de una manera superficial, cuando tratas de acercarte realmente a lo que es, a esas dudas. Al final, parece fácil, porque los adultos te dicen una cosa pero realmente tú tienes otros sentimientos, otras emociones. Con la edad yo creo que uno tiene mucho más claro lo que le interesa, lo que piensa y ahí uno empieza a cuestionar a los padres. Miriam está en esa edad donde ella no lo tiene completamente claro. Tiene unas ideas, pero en su entorno se dice lo opuesto e incluso hay un tema del divorcio. Su padre es de una manera y piensa de una manera y su madre es lo opuesto y constantemente ella está entre la espada y la pared, y entre dos frentes y además, no puede expresarse, todo lo interioriza y eso es la película.
- Ustedes estudiaron juntos en la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba, y decidieron convertir esta historia en su opera prima ¿Les resultó muy complicado juntar el dinero para poder hacerla?
Sí, fue complicado. Hacer una película siempre es complicado, de todas formas, es una película que, al inicio,tenía a una productora española al frente, que estuvo buscando el dinero, y no lo conseguimos. Era un momento muy difícil en España, en plena crisis económica. Entonces, al final, fuimos a República Dominicana, montamos una productora, y fue mucho más sencillo. A veces no es el proyecto, es el lugar o el momento. Lo que pasa es que en República Dominicana ahora se vive un momento muy dulce, porque la cinematografía está empezando, hay muchas expectativas, están muy abiertos y uno se siente muy bienvenido. Nosotros llegamos con esas ideas, con muchas ganas de hacer películas, que traíamos ya de la escuela de cine y a partir de ahí ha sido más sencillo. Siempre es difícil buscar dinero, porque es para hacer una película muy personal, muy actoral, que nunca la escribimos pensando en un mercado ni en venderla, sencillamente pensamos en hacer una buena película. Entonces, siempre es difícil pero al final lo conseguimos nosotros, que somos jóvenes, ni si quiera éramos productores en ese momento, la producción la fuimos aprendiendo trabajando, encontrándonos en reuniones de producción y ahí fuimos aprendiendo y la financiamos.
- ¿Y coordinarse, organizar el trabajo entre ustedes dos, resultó complicado?
Es muy intuitivo, porque nosotros venimos de hacer documentales. Básicamente en los documentales, yo hago la cámara, Natalia hace el sonido, después editamos más o menos conjuntamente y nos vamos organizando en función de lo va ocurriendo, no es como qué hace cada quién, sino que depende del momento. En el caso de "Miriam miente", nos íbamos dividiendo, incluso a veces dirigíamos los dos, conversábamos. Hay algo que funcionó muy bien y creo que en Dominicana se recomendaría a todo el mundo, y es que nosotros pasamos como un año antes de empezar la película trabajando con los actores. Entonces, tranquilamente en la casa ensayando muchas escenas, improvisando, y en muchas improvisaciones apuntábamos cosas. Entonces, en cierta manera, cuando llega el rodaje, es como que ya está todo. Tú pones la cámara y las cosas surgen y si no surge sabes más o menos, ya has tenido esa experiencia, y ya sabes más o menos por donde puedes tirar. Entonces, en ese aspecto es más sencillo y la codirección también, es como que ya se han hablado muchas cosas, ya se han tratado, puesto que somos pareja y compartimos nuestra vida. Entiendo que la codirección puede ser muy difícil cuando de repente es alguien que no conoces. Lo interesante es que nosotros, trabajamos todo el día y llegamos a la casa y estamos en la cama trabajando, seguimos hablando de la película. Eso es una ventaja y es un problema al mismo tiempo.
- Ahora que se se estrena la película, ¿cree que el éxito en Huelva les ayudará?
Sí, fue algo importante, porque es una película que, de entrada, no tiene una plataforma comercial fuerte, es una película de autor. Se va a empezar a distribuir en España el día 30 de noviembre, gracias a que es una coproducción con España. Hay muy pocas salas, pero yo creo que este premio nos puede ayudar a que se hable de la película y que visibilice más. Al final, los premios para estas películas son más importantes que incluso para películas grandes ganarse un Oscar, porque es una manera de que se hable de ella.
- ¿Piensan en nuevos proyectos?
Tenemos más proyectos, tenemos otros proyecto... El otro día, Natalia me dice: "No lo cuentes tanto de qué va" (risas). Voy a tener que intentar no contar mucho. Hay otro proyecto que queremos filmar en Cataluña, yo soy catalán y la cuestión es que los protagonistas son dos niños de trece años, en ese caso son niños.
- ¿Volverían entonces a la adolescencia?
Sí, porque uno empieza a escribir y sale por ahí. A veces te preguntan por qué escribes sobre eso, y es que es difícil de explicar. La cuestión es que salió esa idea también de recuerdos, y pasó un suceso inicial que es que los dos niños participan en un abuso colectivo a una niña de su misma edad, y a partir de ese hecho, que es cuando empieza la película, va de cómo los dos niños que son amiguitos, pero tienen distintas redes sociales dentro de ese pueblo y cómo tienen distinta suerte a partir de quiénes son sus padres. Uno sufre consecuencias más graves y para el otro, lo resuelven de otra manera. Es hablar un poco de la corrupción, de los conflictos de intereses, de las redes sociales, pero de una manera más local y donde todo el mundo se conoce. Creo que es interesante.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
- El origen del film está en un hecho real que vivió su codirectora, Natalia Cabral, ¿cómo lo ficcionaron?
Partío en parte de una situación vivida y, a partir de entonces, desarrollamos una historia más compleja. A partir del encuentro con ese chico negro y evitarlo, que es lo que le pasó a Natalia. A mí, una cosa que me parecía interesante, nos gusta las películas de conflicto interno y algo interesante que le pasa a Miriam es que ella no es blanca, ella es mulata y evita a alguien por ser de su misma condición, y eso es algo que trabajamos mucho, porque de repente no se ve tanto. La mayor parte de las cintas en torno al racismo lo ven como un conflicto externo. Son muy activas en cuanto hay alguien que te está atacando y tú reaccionas a eso. Pero el problema de la película es que Miriam tiene ese racismo internamente, y eso mismo que le pasa a ella, lo hace. Es algo muy común en República Dominicana, y es algo que a mí me sorprendió mucho cuando llegué. Ves una sociedad donde el 70% de la población es negra, pero que no se quiere reconocer como tal. Esa herencia española la viven de una manera muy intensa. En cambio la herencia africana es como algo escondido. Hay una frase dominicana que dice: "es el negro detrás de la oreja", o sea, lo negro lo tienes escondido y, a partir de ahí, nos parecía muy interesante bordar ese tema. Para nosotros es una cosa universal. Abordamos el tema en la República Dominicana pero creo que sobre todo nos interesa eso, los conflictos familiares, los conflictos internos y la película fue surgiendo a partir de esos recuerdos y, a partir de ahí, fuimos capturando momentos, cosas que se dicen en el entorno y fuimos armando esa historia.
- Las cuestiones de identidad son especialmente punzantes en la adolescencia, la edad de su protagonista...
Totalmente, por eso también elegimos un personaje de esa edad, porque con la edad uno se va cristalizando, la gente tiene más clara las cosas pero al mismo tiempo no hay ese debate, ese cuestionamiento de uno mismo y, de repente, con Miriam es muy interesante porque ella en cierta manera se está descubriendo a sí misma y eso es bonito. Con las otras niñas pasa igual, por eso en esas películas de adolescentes es tan interesante cuando no se hace de una manera superficial, cuando tratas de acercarte realmente a lo que es, a esas dudas. Al final, parece fácil, porque los adultos te dicen una cosa pero realmente tú tienes otros sentimientos, otras emociones. Con la edad yo creo que uno tiene mucho más claro lo que le interesa, lo que piensa y ahí uno empieza a cuestionar a los padres. Miriam está en esa edad donde ella no lo tiene completamente claro. Tiene unas ideas, pero en su entorno se dice lo opuesto e incluso hay un tema del divorcio. Su padre es de una manera y piensa de una manera y su madre es lo opuesto y constantemente ella está entre la espada y la pared, y entre dos frentes y además, no puede expresarse, todo lo interioriza y eso es la película.
- Ustedes estudiaron juntos en la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba, y decidieron convertir esta historia en su opera prima ¿Les resultó muy complicado juntar el dinero para poder hacerla?
Sí, fue complicado. Hacer una película siempre es complicado, de todas formas, es una película que, al inicio,tenía a una productora española al frente, que estuvo buscando el dinero, y no lo conseguimos. Era un momento muy difícil en España, en plena crisis económica. Entonces, al final, fuimos a República Dominicana, montamos una productora, y fue mucho más sencillo. A veces no es el proyecto, es el lugar o el momento. Lo que pasa es que en República Dominicana ahora se vive un momento muy dulce, porque la cinematografía está empezando, hay muchas expectativas, están muy abiertos y uno se siente muy bienvenido. Nosotros llegamos con esas ideas, con muchas ganas de hacer películas, que traíamos ya de la escuela de cine y a partir de ahí ha sido más sencillo. Siempre es difícil buscar dinero, porque es para hacer una película muy personal, muy actoral, que nunca la escribimos pensando en un mercado ni en venderla, sencillamente pensamos en hacer una buena película. Entonces, siempre es difícil pero al final lo conseguimos nosotros, que somos jóvenes, ni si quiera éramos productores en ese momento, la producción la fuimos aprendiendo trabajando, encontrándonos en reuniones de producción y ahí fuimos aprendiendo y la financiamos.
- ¿Y coordinarse, organizar el trabajo entre ustedes dos, resultó complicado?
Es muy intuitivo, porque nosotros venimos de hacer documentales. Básicamente en los documentales, yo hago la cámara, Natalia hace el sonido, después editamos más o menos conjuntamente y nos vamos organizando en función de lo va ocurriendo, no es como qué hace cada quién, sino que depende del momento. En el caso de "Miriam miente", nos íbamos dividiendo, incluso a veces dirigíamos los dos, conversábamos. Hay algo que funcionó muy bien y creo que en Dominicana se recomendaría a todo el mundo, y es que nosotros pasamos como un año antes de empezar la película trabajando con los actores. Entonces, tranquilamente en la casa ensayando muchas escenas, improvisando, y en muchas improvisaciones apuntábamos cosas. Entonces, en cierta manera, cuando llega el rodaje, es como que ya está todo. Tú pones la cámara y las cosas surgen y si no surge sabes más o menos, ya has tenido esa experiencia, y ya sabes más o menos por donde puedes tirar. Entonces, en ese aspecto es más sencillo y la codirección también, es como que ya se han hablado muchas cosas, ya se han tratado, puesto que somos pareja y compartimos nuestra vida. Entiendo que la codirección puede ser muy difícil cuando de repente es alguien que no conoces. Lo interesante es que nosotros, trabajamos todo el día y llegamos a la casa y estamos en la cama trabajando, seguimos hablando de la película. Eso es una ventaja y es un problema al mismo tiempo.
- Ahora que se se estrena la película, ¿cree que el éxito en Huelva les ayudará?
Sí, fue algo importante, porque es una película que, de entrada, no tiene una plataforma comercial fuerte, es una película de autor. Se va a empezar a distribuir en España el día 30 de noviembre, gracias a que es una coproducción con España. Hay muy pocas salas, pero yo creo que este premio nos puede ayudar a que se hable de la película y que visibilice más. Al final, los premios para estas películas son más importantes que incluso para películas grandes ganarse un Oscar, porque es una manera de que se hable de ella.
- ¿Piensan en nuevos proyectos?
Tenemos más proyectos, tenemos otros proyecto... El otro día, Natalia me dice: "No lo cuentes tanto de qué va" (risas). Voy a tener que intentar no contar mucho. Hay otro proyecto que queremos filmar en Cataluña, yo soy catalán y la cuestión es que los protagonistas son dos niños de trece años, en ese caso son niños.
- ¿Volverían entonces a la adolescencia?
Sí, porque uno empieza a escribir y sale por ahí. A veces te preguntan por qué escribes sobre eso, y es que es difícil de explicar. La cuestión es que salió esa idea también de recuerdos, y pasó un suceso inicial que es que los dos niños participan en un abuso colectivo a una niña de su misma edad, y a partir de ese hecho, que es cuando empieza la película, va de cómo los dos niños que son amiguitos, pero tienen distintas redes sociales dentro de ese pueblo y cómo tienen distinta suerte a partir de quiénes son sus padres. Uno sufre consecuencias más graves y para el otro, lo resuelven de otra manera. Es hablar un poco de la corrupción, de los conflictos de intereses, de las redes sociales, pero de una manera más local y donde todo el mundo se conoce. Creo que es interesante.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.