Kenya Márquez escribe sobre su nuevo film, "Asfixia"
- por © NOTICINE.com
Por Kenya Márquez *
Los procesos de creación, producción y exhibición de "Fecha de caducidad", mi largometraje anterior, confirmaron mi interés narrativo y formal en el tema de la falta de resignación ante la pérdida: pero al mismo tiempo me llevaron a hacer consciente una preocupación permanente respecto a los problemas de discriminación y marginación generados por los prejuicios hacia las apariencias —generalmente físicas— que la sociedad tolera en el mejor de los casos, pero que generalmente señala como ilegítimas.
A través de "Asfixia", me interesa explorar una situación recurrente en México, donde existen un sin número de presos que son inocentes y purgan condena en los reclusorios tras procesos irregulares o mal hechos. Además, quiero señalar las condiciones y circunstancias psicosociales que experimentan los presos en nuestro país cuando son liberados y su reinserción social, muchas veces fallida, entre otras causas, por los prejuicios y desconfianza de la sociedad a la que buscan reincorporarse. Este juicio social se acentúa o adquiere connotaciones especiales cuando el sujeto excarcelado es una mujer con hijos y/o su apariencia se aparta de los cánones estéticos validados socialmente. Justamente, la protagonista de este proyecto, Alma, es una joven madre albina que permite ahondar en los fenómenos de marginación y discriminación familiar y laboral que marcan a las madres excarceladas. Su historia pone en evidencia el alto porcentaje de mujeres que sufren una pena injustamente, por haber asumido en forma deliberada o haber sido culpadas de modo circunstancial a causa de un delito cometido por su pareja. Alma es inocente, pero su condición le relega a la soledad y la marginación social.
Me gustan las metáforas en los títulos, no sé si sean los más acertados o atractivos, pero me parece un juego de palabras y sensaciones. Asfixia representan el momento permanente que viven los personajes principales: Alma y Clemente en el momento por el que pasan, Alma tiene una sensación permanente que vive sin aire y Clemente se crea su propia asfixia.
En cuanto a los actores, el principal esfuerzo con la actriz albina primero fue buscarla, porque en México al día de hoy no existía una actriz albina. Por ahí nos cruzamos en el camino con una actriz en España pero era imposible pensar en ella por la distancia y el acento. Fue una búsqueda larga, pero creo que el encuentro con Johana fue contundente, una mañana la vi en un trabajo musical que ella había realizado y a los tres días estaba haciendo un casting que me sorprendió. Mi instinto me decía que ella era quien tenía que interpretar a Alma y creo que no me equivoque.
En el caso del maestro Enrique Arreola siempre me ha gustado su trabajo y fue también muy contundente el encuentro con él, en su casting, creo que entendió muy bien la historia el personaje y me sentí muy cómoda con él, es un gran actor. Con Mónica del Carmen, desde que escribir el personaje lo pensé para ella, la admiro por sus trabajos anteriores. Raúl Briones fue una gran coincidencia, de las grandes recomendaciones que he recibido por una colega quien trabajaba en la película. Creo que fue de los placeres de esta película que disfrute muchísimo, el trabajo de mesa con todos los actores.
(*): La cineasta y exdirectora del Festival de Guadalajara Kenya Márquez, acaba de mostrar en ese mismo certamen su nueva película, "Asfixia", denuncia de un sistema judicial injusto e ineficaz, y de un ambiente social que margina al diferente, más si es mujer.
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Los procesos de creación, producción y exhibición de "Fecha de caducidad", mi largometraje anterior, confirmaron mi interés narrativo y formal en el tema de la falta de resignación ante la pérdida: pero al mismo tiempo me llevaron a hacer consciente una preocupación permanente respecto a los problemas de discriminación y marginación generados por los prejuicios hacia las apariencias —generalmente físicas— que la sociedad tolera en el mejor de los casos, pero que generalmente señala como ilegítimas.
A través de "Asfixia", me interesa explorar una situación recurrente en México, donde existen un sin número de presos que son inocentes y purgan condena en los reclusorios tras procesos irregulares o mal hechos. Además, quiero señalar las condiciones y circunstancias psicosociales que experimentan los presos en nuestro país cuando son liberados y su reinserción social, muchas veces fallida, entre otras causas, por los prejuicios y desconfianza de la sociedad a la que buscan reincorporarse. Este juicio social se acentúa o adquiere connotaciones especiales cuando el sujeto excarcelado es una mujer con hijos y/o su apariencia se aparta de los cánones estéticos validados socialmente. Justamente, la protagonista de este proyecto, Alma, es una joven madre albina que permite ahondar en los fenómenos de marginación y discriminación familiar y laboral que marcan a las madres excarceladas. Su historia pone en evidencia el alto porcentaje de mujeres que sufren una pena injustamente, por haber asumido en forma deliberada o haber sido culpadas de modo circunstancial a causa de un delito cometido por su pareja. Alma es inocente, pero su condición le relega a la soledad y la marginación social.
Me gustan las metáforas en los títulos, no sé si sean los más acertados o atractivos, pero me parece un juego de palabras y sensaciones. Asfixia representan el momento permanente que viven los personajes principales: Alma y Clemente en el momento por el que pasan, Alma tiene una sensación permanente que vive sin aire y Clemente se crea su propia asfixia.
En cuanto a los actores, el principal esfuerzo con la actriz albina primero fue buscarla, porque en México al día de hoy no existía una actriz albina. Por ahí nos cruzamos en el camino con una actriz en España pero era imposible pensar en ella por la distancia y el acento. Fue una búsqueda larga, pero creo que el encuentro con Johana fue contundente, una mañana la vi en un trabajo musical que ella había realizado y a los tres días estaba haciendo un casting que me sorprendió. Mi instinto me decía que ella era quien tenía que interpretar a Alma y creo que no me equivoque.
En el caso del maestro Enrique Arreola siempre me ha gustado su trabajo y fue también muy contundente el encuentro con él, en su casting, creo que entendió muy bien la historia el personaje y me sentí muy cómoda con él, es un gran actor. Con Mónica del Carmen, desde que escribir el personaje lo pensé para ella, la admiro por sus trabajos anteriores. Raúl Briones fue una gran coincidencia, de las grandes recomendaciones que he recibido por una colega quien trabajaba en la película. Creo que fue de los placeres de esta película que disfrute muchísimo, el trabajo de mesa con todos los actores.
(*): La cineasta y exdirectora del Festival de Guadalajara Kenya Márquez, acaba de mostrar en ese mismo certamen su nueva película, "Asfixia", denuncia de un sistema judicial injusto e ineficaz, y de un ambiente social que margina al diferente, más si es mujer.
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