José Luis Torres Leiva habla sobre "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos"
- por © Carolina G. Guerrero-NOTICINE.com
Proyectada el año pasado en los festivales de San Sebastián y Valdivia, "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", último trabajo del chileno José Luis Torres Leiva, tenía previsto su estreno en salas el próximo 4 de junio. A la espera de confirmación, NOTICINE.com habló con el también autor de "Verano" y "El cielo, la tierra, y la lluvia".
- ¿Qué cuenta en "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos"?
Trata sobre dos mujeres que son pareja hace muchos años y una de ellas tiene una enfermedad terminal. Finalmente decide no hacerse el tratamiento. Su pareja la cuida hasta el momento de su muerte. La película es como una larga despedida de ese momento. También vuelven a redescubrir el amor que las unió en un comienzo.
- ¿De dónde le llegó la inspiración?
Principalmente, es un poema que leí hace un tiempo y que estuvo durante todo el momento de escribir este guion y es un poema que tiene una carga de tragedia. Me parece que uno de los poemas más hermosos es sobre el amor y sobre la muerte. Tiene algo de tristeza y una carga en ese aspecto, aun así, me parece una relación de amor muy hermosa y sincera. Creo que la película toma también esos dos temas sobre el amor y la muerte y los trabaja, no solo de manera trágica y con un fin, sino también como una pequeña luz que da la película sobre las personas que quedan después de que alguien fallece.
- La casualidad ha hecho que su película llegue cuando el coronavirus ha puesto la muerte prematura en primer plano...
Sí. Creo que salen muchos temas que son imprescindibles en conjunto con el tema de la muerte, pero para mí, principalmente, lo más importante de la película es hablar sobre el presente de estas dos mujeres. Debido a cómo ellas se ven enfrentadas a esta situación y que se ve un final inminente para una de ellas comienzan como a apreciar el instante preciso. En eso resurge el amor que las une. Para mí eso era lo importante de la película, por eso la película se fija mucho en los detalles, en los rostros, la cámara está muy cerca de ellas, las miradas, los gestos… en todas esas pequeñas cosas que, muchas veces, nosotros no somos conscientes y no nos fijamos tanto porque la rutina nos come.
- La muerte es para mucha gente un tema tabú. ¿Cómo la encara usted?
Mi idea de hacer la película es porque me tocó en un momento de mi vida antes de llegar a los 40. Muchos amigos cercanos a mi edad fallecieron por distintas circunstancias, la mayoría por enfermedades. Ahí me planteé que tenía la misma edad y nunca había pensado el tema de la muerte y como procesar algo así, algo que es inevitable para todos, desde otra perspectiva. He tratado de darle no solo una mirada como un fin, sino también como el comienzo de entender otra manera de enfrentar la vida. Para mí es muy importante el afecto, el acercarse a una persona, el decirle una palabra de amor, el mirar a los ojos, el saber que está ahí. Creo que muchas veces pasamos eso de lado y es importantísimo tener esa conciencia.
- Su aproximación a este melodrama es poética, esencialmente.
Para mí como está inspirado en este poema, la película también tiene un poema entre medio de Alejandra Pizarnik que es un poema que habla también sobre la muerte. Para mí era algo muy importante el cómo transmitir eso a través de imágenes. Como que mi intención principal era traducir algo muy mínimo y muy frágil de ese estado de ellas a través de las imágenes y los sonidos de la película.
- ¿Quedó satisfecho del resultado final de la película?
Sí. Fue una película que fue un proceso muy satisfactorio, desde la escritura del guion, el trabajo con las actrices, el rodaje… Creo que ha sido un hermoso proceso que ahora al poder mostrar la película me siento muy contento, es una película que quería hacer.
- ¿Que significó el debut en el Festival de San Sebastián?
Ya la selección de la película en ese festival nos tomó a todos de sorpresa. Conocían el proyecto porque ya habíamos estado en el foro de coproducción. Entonces cuando vieron la película, la invitaron y ya eso fue una linda sorpresa. Una película muy pequeña y frágil pero que el hecho de estar en el festival le va a dar un montón de posibilidades. Creo el hecho de estar allí contribuyó a que la película fuera conocida. Al festival de San Sebastián ya había venido en otras ocasiones, significó un instante muy interesante de encuentro con el público, con otras cinematografías, no solo del ámbito latinoamericano, sino de otras partes. Creo que se produjo un diálogo muy lindo. Para mí siempre es muy importante y provechoso en ese sentido. Siempre se saca una enseñanza de esa experiencia.
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- ¿Qué cuenta en "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos"?
Trata sobre dos mujeres que son pareja hace muchos años y una de ellas tiene una enfermedad terminal. Finalmente decide no hacerse el tratamiento. Su pareja la cuida hasta el momento de su muerte. La película es como una larga despedida de ese momento. También vuelven a redescubrir el amor que las unió en un comienzo.
- ¿De dónde le llegó la inspiración?
Principalmente, es un poema que leí hace un tiempo y que estuvo durante todo el momento de escribir este guion y es un poema que tiene una carga de tragedia. Me parece que uno de los poemas más hermosos es sobre el amor y sobre la muerte. Tiene algo de tristeza y una carga en ese aspecto, aun así, me parece una relación de amor muy hermosa y sincera. Creo que la película toma también esos dos temas sobre el amor y la muerte y los trabaja, no solo de manera trágica y con un fin, sino también como una pequeña luz que da la película sobre las personas que quedan después de que alguien fallece.
- La casualidad ha hecho que su película llegue cuando el coronavirus ha puesto la muerte prematura en primer plano...
Sí. Creo que salen muchos temas que son imprescindibles en conjunto con el tema de la muerte, pero para mí, principalmente, lo más importante de la película es hablar sobre el presente de estas dos mujeres. Debido a cómo ellas se ven enfrentadas a esta situación y que se ve un final inminente para una de ellas comienzan como a apreciar el instante preciso. En eso resurge el amor que las une. Para mí eso era lo importante de la película, por eso la película se fija mucho en los detalles, en los rostros, la cámara está muy cerca de ellas, las miradas, los gestos… en todas esas pequeñas cosas que, muchas veces, nosotros no somos conscientes y no nos fijamos tanto porque la rutina nos come.
- La muerte es para mucha gente un tema tabú. ¿Cómo la encara usted?
Mi idea de hacer la película es porque me tocó en un momento de mi vida antes de llegar a los 40. Muchos amigos cercanos a mi edad fallecieron por distintas circunstancias, la mayoría por enfermedades. Ahí me planteé que tenía la misma edad y nunca había pensado el tema de la muerte y como procesar algo así, algo que es inevitable para todos, desde otra perspectiva. He tratado de darle no solo una mirada como un fin, sino también como el comienzo de entender otra manera de enfrentar la vida. Para mí es muy importante el afecto, el acercarse a una persona, el decirle una palabra de amor, el mirar a los ojos, el saber que está ahí. Creo que muchas veces pasamos eso de lado y es importantísimo tener esa conciencia.
- Su aproximación a este melodrama es poética, esencialmente.
Para mí como está inspirado en este poema, la película también tiene un poema entre medio de Alejandra Pizarnik que es un poema que habla también sobre la muerte. Para mí era algo muy importante el cómo transmitir eso a través de imágenes. Como que mi intención principal era traducir algo muy mínimo y muy frágil de ese estado de ellas a través de las imágenes y los sonidos de la película.
- ¿Quedó satisfecho del resultado final de la película?
Sí. Fue una película que fue un proceso muy satisfactorio, desde la escritura del guion, el trabajo con las actrices, el rodaje… Creo que ha sido un hermoso proceso que ahora al poder mostrar la película me siento muy contento, es una película que quería hacer.
- ¿Que significó el debut en el Festival de San Sebastián?
Ya la selección de la película en ese festival nos tomó a todos de sorpresa. Conocían el proyecto porque ya habíamos estado en el foro de coproducción. Entonces cuando vieron la película, la invitaron y ya eso fue una linda sorpresa. Una película muy pequeña y frágil pero que el hecho de estar en el festival le va a dar un montón de posibilidades. Creo el hecho de estar allí contribuyó a que la película fuera conocida. Al festival de San Sebastián ya había venido en otras ocasiones, significó un instante muy interesante de encuentro con el público, con otras cinematografías, no solo del ámbito latinoamericano, sino de otras partes. Creo que se produjo un diálogo muy lindo. Para mí siempre es muy importante y provechoso en ese sentido. Siempre se saca una enseñanza de esa experiencia.
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