Luis Alejandro Pérez habla sobre el estreno de "Piola"
- por © Alba Mallenco-NOTICINE.com
El chileno Luis Alejandro Pérez estrena en el país "Piola", su opera prima en largometraje, un drama que retrata la transición de la adolescencia a la edad adulta, paso que suele ser complicado para la mayoría de los mortales, aunque con un añadido: un contexto de carencias humanas, sociales y económicas. Los protagonistas son Ignacia Uribe, conocida por proyectos como "Pacto de Sangre" o "Araña", Max Salgado de "Historias de Cuarentena", y René Miranda conocida por films como "El camino de los Perros" o "Piter". El resto del elenco lo forman Javier Castillo, Steevens Benjamin, Andrés Rebolledo, Alejandro Trejo y Paula Zúñiga. La cinta ganó 6 premios en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y estará disponible desde este sábado 21 de noviembre a las 21:00 hrs en la plataforma Puntoplay de Puntoticket.
"Para mi, era importante evidenciar los conflictos y anhelos. Estos niños muestran cómo el sistema los corrompe, pero quería ir más allá, a su dimensión más humana y mostrar cómo cometemos errores. Personajes erráticos que están en búsqueda de su espacio y de su equilibrio. Hacerlo desde varios ángulos me permite perfilar mejor algo tan cambiante y complejo como la realidad", decía Pérez en una entrevista con El Desconcierto. Y así es la historia de Martín y Charly, dos chicos que pasan sus ratos libres haciendo música rap y que una noche paseando encuentran un arma cargada en las orillas de un cerro. Al mismo tiempo, Sol pierde a su perra. Aparentemente las tramas son inconexas pero están íntimamente ligadas formando el retrato.
Por otro lado, la trama ilustra a la clase media-baja del país que tantas veces ha sido retratada de forma errónea, incluso con tintes norteamericanos o europeístas que para nada reflejan la realidad. "Durante años las películas fueron realizadas por la clase más acomodada. Bajaban hasta la periferia y realizaban retratos completamente ajenos, impropios y alejados de la realidad. Era pornomiseria, un turismo de la pobreza. Y cuando no era así, era una clase media absolutamente depresiva y silenciosa", explicaba de forma tajante. Aunque también trata otros temas como el maltrato animal, el racismo, la delincuencia o la tenencia ilegal de armas.
Además, que el hip hop sea el tipo de música que los protagonistas tocan no es casualidad. Este género marca la adolescencia de los jóvenes chilenos y cuando hacen suyas las calles, ellas mismas gritan estos acordes, para el director es como un "lazo de unión que aporta identidad a la película y le otorga un sonido particular". Incluso marca la diferencia al explicar que "mientras que en EE.UU raperar puede ser llegar al éxito, en Latinoamérica forma parte de una cultura de largas noches en vela y trabajos precarios". La música corre a cargo de Pablo Mondragón.
Luis Alejandro Pérez ha dirigido y guionizado otros proyectos entre los que hay más de diez cortometrajes como "Siempre tarde" (2013), "Mi vida secreta" (2011), "Soy tú" (2008) y "La jerarquía de los zapatos" (2006). Además han sido exhibidos y premiados en festivales de todo el mundo: Mar del Plata, SANFIC, Lakino Berlín o el Clermont-Ferrand.
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"Para mi, era importante evidenciar los conflictos y anhelos. Estos niños muestran cómo el sistema los corrompe, pero quería ir más allá, a su dimensión más humana y mostrar cómo cometemos errores. Personajes erráticos que están en búsqueda de su espacio y de su equilibrio. Hacerlo desde varios ángulos me permite perfilar mejor algo tan cambiante y complejo como la realidad", decía Pérez en una entrevista con El Desconcierto. Y así es la historia de Martín y Charly, dos chicos que pasan sus ratos libres haciendo música rap y que una noche paseando encuentran un arma cargada en las orillas de un cerro. Al mismo tiempo, Sol pierde a su perra. Aparentemente las tramas son inconexas pero están íntimamente ligadas formando el retrato.
Por otro lado, la trama ilustra a la clase media-baja del país que tantas veces ha sido retratada de forma errónea, incluso con tintes norteamericanos o europeístas que para nada reflejan la realidad. "Durante años las películas fueron realizadas por la clase más acomodada. Bajaban hasta la periferia y realizaban retratos completamente ajenos, impropios y alejados de la realidad. Era pornomiseria, un turismo de la pobreza. Y cuando no era así, era una clase media absolutamente depresiva y silenciosa", explicaba de forma tajante. Aunque también trata otros temas como el maltrato animal, el racismo, la delincuencia o la tenencia ilegal de armas.
Además, que el hip hop sea el tipo de música que los protagonistas tocan no es casualidad. Este género marca la adolescencia de los jóvenes chilenos y cuando hacen suyas las calles, ellas mismas gritan estos acordes, para el director es como un "lazo de unión que aporta identidad a la película y le otorga un sonido particular". Incluso marca la diferencia al explicar que "mientras que en EE.UU raperar puede ser llegar al éxito, en Latinoamérica forma parte de una cultura de largas noches en vela y trabajos precarios". La música corre a cargo de Pablo Mondragón.
Luis Alejandro Pérez ha dirigido y guionizado otros proyectos entre los que hay más de diez cortometrajes como "Siempre tarde" (2013), "Mi vida secreta" (2011), "Soy tú" (2008) y "La jerarquía de los zapatos" (2006). Además han sido exhibidos y premiados en festivales de todo el mundo: Mar del Plata, SANFIC, Lakino Berlín o el Clermont-Ferrand.
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