Noticine.com

"Colibrí", es el nuevo drama dirigido por los hermanos colombianos Juanpedro y Francisco Salazar que llegará a las salas de cine nacionales este 1 de agosto. La cinta narra una emotiva historia de amor, familia y la búsqueda de identidad. Ambientada en Bogotá, la trama sigue a una joven pareja millennial que se enfrenta al desafío de convertirse en padres. El colibrí, símbolo recurrente en la película, representa el incesante vaivén de la vida y la búsqueda de equilibrio en tiempos de cambio. En esta entrevista con NOTICINE.COM, los directores nos comparten los detalles detrás de la creación de esta conmovedora obra, su visión sobre el cine colombiano y la única experiencia que es dirigir un largometraje junto a tu propio hermano.

- ¿Cómo es dirigir no solo con otra persona, sino con tu propio hermano?
Francisco: Mi hermano y yo, crecimos juntos, obviamente, pero creo que antes de nuestro amor por el cine, nosotros éramos músicos, entonces, durante el bachiller, y durante, cuando éramos más más pequeños nosotros tocábamos música juntos, entonces ya teníamos esa compatibilidad de poder trabajar juntos.

Juan Pedro: Nosotros nos llevamos menos de un año, entonces cuando mi hermano dice que crecimos juntos literalmente, o sea, compartimos casi todo juntos, Hasta nuestros amigos, entonces nuestra relación desde chicos, o sea, es algo muy fuerte, compartimos mucho nuestra pasión por el cine, los dos amamos el mismo tipo de cine, nos encanta hablar cine juntos y estudiamos cine juntos. Entonces ya desde la universidad hicimos varios cortometrajes y también hicimos nuestro primer largometraje, y en ese primer rodaje  mi hermano yo aprendimos un montón sobre cómo nosotros como o sea cada uno tiene su estilo diferente de liderazgo, cada uno empezó a aprender un poco como cuáles son nuestros esfuerzos fuertes y nuestras debilidades, en el sentido de saber si tenemos un problema con uno de los actores sabemos que posiblemente mi hermano es un poquito más fácil para manejar ese lado personal, o si hay un tema de algo técnico posiblemente yo soy el que entró ahí. Todo depende del contexto, tampoco es que para cada solución haya una persona específica.

- ¿Puede que un director o un escritor o un guionista se pueda sentir como representado por Germán, ese escritor de teatro que está en un bloqueo sin saber terminar su obra?
Francisco: Germán es una reflexión de alguna forma de muchas personas que están buscando su camino y están buscando quiénes son. Yo me puedo identificar mucho con Germán y creo que todos escritores, artistas, porque son personas que a un final están buscando una identidad dentro de su arte, están tratando de manifestar algo y a veces es muy difícil hacerlo, especialmente cuando hay una presión dentro de la vida personal. La otra protagonista, Catalina, sufre mucho las consecuencias de lo mal que trató a su hermano en su día, ¿cómo buscáis que el espectador empatice con ella ahora que quiere disculparse, sabiendo que es responsable de todo lo que le está pasando?

Juanpedro: Eso fue parte del reto de este guión no porque cuando empezamos a escribirlo creo que empezamos con la historia de Catalina y después empezamos a describir la historia de Germán. Y para mí, resaltando algunas cosas que estaba hablando mi hermano, la película es una exploración de esa búsqueda de identidad, tener un hijo es un gran cambio en la vida y eso hace que ambos cuestionen mucho quienes son, sus decisiones del pasado y entonces el viaje de Catalina es uno de buscar perdón, se da cuenta que tiene la responsabilidad de criar un nuevo ser humano y de traer a la vida y darle valores. Porque los hijos siempre juzgan a los padres y siempre está esa pregunta de: "¿Será que mi hijo me va a juzgar por esto?" "¿Por qué no tengo la oportunidad de limpiar mi alma o limpiar mi ser?" para que cuando venga este niño, yo pueda enfrentarlo y decirle: "¿sabes qué? yo cometí este error, pero supe redimirlo".



- ¿Creen que el personaje de Catalina tal y como lo habéis escrito, merece perdón, merece redención?
Francisco: Yo creo que todas las personas en el mundo son complejas y creo que nadie es blanco y negro y creo que la persona, todo el mundo comete errores y creo que esos errores se pueden perdonar pero más allá de creo que se debe perdonar o no es una mujer que está tratando de redimirse, como dijo mi hermano, y que al final la familia, pues sí, la familia es algo que siempre lo va a unir a uno y pues a veces no es tarde para poder redimir y poder buscar ese perdón.

- El hermano pequeño de Catalina que no aparece apenas y todo lo que sabemos de él son reconstrucciones de relatos de terceras personas. ¿A la hora del guión puede ser un poco complicado crear un personaje así?
Juanpedro: Fue un reto porque obviamente que la película se ha construido a partir de varias conversaciones de a dúo, hay una repetición en la estructura como para generar ese movimiento, en el que Catalina habla con un nuevo personaje que le diera nueva información sobre su hermano y los posibles conflictos que pueden existir. Entonces sí fue un gran reto, fue un acto de balance de esos tres elementos, porque en otras versiones del guión había aún más personajes. Y últimamente decidimos que algunos se estaban volviendo un poco redundantes en la información que le estaban dando a Catalina y además estaba volviéndose demasiado largo.

- Martina, la socia de la compañía de teatro de Germán, le cuestiona su mentalidad de que "solo con cambiar las cosas van a mejorar", y le advierte del peligro de forzar los cambios en el resto. ¿Qué mensaje quieren dar en la película sobre el concepto del cambio?
Francisco: Es una de las cosas que se quería explorar. Uno no puede, digamos, irse por la presión y por las tradiciones y por lo que el resto de las personas le dicen que tiene que hacer, uno tiene que también ser uno mismo, y creo que ese es el mensaje que le está dando Martina a Germán, creo que es como el mensaje de la película, que tiene que dejar ir todas esas presiones, todo el mundo le dice alrededor, y tiene que ser uno mismo para poder afrontar ese cambio y afrontar ese cambio sea bueno o sea malo sea ese cambio y afrontarlo uno mismo sin que el resto del mundo le diga qué tiene que hacer. Eso es lo que nosotros queríamos explorar. Cómo la presión de otras personas puede ir a hacer un cambio que al final no es realmente lo que uno quiere, sino que es lo que el resto de la gente quiere

Juanpedro: El cambio es inevitable y el cambio cada uno está cambiando en cada minuto o sea biológicamente pero también emocionalmente físicamente de todo de todo. Hay cambio constante. Pero yo creo que lo que la película está explorando un poco es la diferencia entre las presiones para cambiar externas frente a las interiores. Las que uno decide cambiar versus las que la otra gente lo presiona a cambiar. Entonces yo creo que para mí ahí está el conflicto de la película principalmente. Catalina se va en búsqueda de su hermano en parte porque ella quiere arreglarlo pero también siente que hay una presión externa de  "No puedo, no puedo afrontar a mi hijo con este gran pecado en mi vida",Pero al mismo tiempo creo que es una pregunta muy válida que nos podemos hacer, ¿sabes qué? O sea, ¿qué importa, cierto? Si cometiste un error, y creo que es recomendable poder decirle a tu hijo o hija: "¿sabes qué? Yo cometí este error y nunca lo redimí porque eso es parte de ser humano". Por el lado de Germán,es aún más confuso porque como artista tiene ese síndrome del impostor en el que uno siempre se está cuestionando.

- Aunque es una pareja de protagonistas, los dos tienen tramas diferentes cada uno por separado, ¿Cómo manejan esto en guión para que una no tenga mucho más peso que la otra en la historia?
Francisco: Cuando empezamos a escribir esto fue algo muy importante, a la hora de escribir, rodar y montar la película, que la montó Juan Pedro también, eso fue algo muy consciente dentro de la estructura que estábamos formando y que creo que pudimos lograr gracias a que estuvimos siempre pendientes de los dos personajes, desarrollando los dos personajes, porque al final también es un desarrollo de los dos y cómo no darle uno más que al otro.

- ¿Han plasmado en el personaje de Germán vuestras experiencias de discusiones con vuestros padres, familia o amigos? Esas que dicen: "esto es mi trabajo, no es un hobby, yo quiero ser director de cine, yo quiero ser quiero vivir de mi arte".
Juanpedro: No voy a decir que son conversaciones exactas, porque todo drama exagera la realidad y ni siquiera diría que ocurrieron con mis padres, porque siempre nos han apoyado un montón, mi papá fue bibliotecólogo, mi madre bacterióloga, entonces vienen de otros mundos profesionales, Y que sus dos hijos vengan y les digan que quieren estudiar cine, obviamente les hace tener sus preguntas, pero ellos desde siempre nos apoyaron mucho con el arte, porque nosotros antes queríamos estudiar música y después de repente decidimos estudiar cine, pero ellos siempre nos apoyaron mucho en nuestras decisiones. Pero si que tuvimos esas conversaciones de diferentes maneras con otros familiares.

- Otro director, José Luis Arzuaga, nos contó hace un mes las dificultades del cine colombiano para llegar a las salas ¿Están preocupados por cómo se difunde el cine en Colombia?
Francisco: Es una industria que está creciendo, a diferencia de Argentina o España, que tienen una industria que está más consolidada. Hay una variedad de cine colombiano muy grande, que permite contar muchos tipos de historias, pero hay dificultad a la hora de abrir espacios para promocionarlo porque estamos compitiendo con las producciones de Hollywood y los exhibidores les dan más prioridad lógicamente porque son más rentables, creo que todavía es parte del proceso crecimiento de esta industria y eso siempre toma tiempo. Hay dramas, comedias, películas íntimas, épicas, de terror… Creo que eso es también parte de nuestro trabajo como directores, como productores, como parte de esta industria, en mostrar que hay una diversidad. Yo sí le tengo mucha fe a que entre más cine colombiano se haga, mejor.

Juanpedro: El espectador colombiano también tiene que saber que existe el cine colombiano, ese acercamiento con la audiencia, es un puente que todavía no se ha cruzado y creo que ese es el proceso en el que ahorita nos encontramos tratando de mirar, el cómo nos conectamos con una audiencia que ha sido entrenada para ver producciones estadounidenses y creo que es parte de la siguiente fase de crecimiento del cine colombiano.

Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM o FACEBOOK.