Colaboración: "Capitán Koblic", huyendo de las culpas
- por © NOTICINE.com
Por Eduardo Larrocha
Quienes en 1976 estuvimos en contacto con decenas de argentinos que huían de la represión del general Videla tuvimos noticia del tipo de crueldad de la que huían. Habían tenido que salir por pies de su país y venían a una España ilusionada con un futuro que ahora se cuestiona. Aquí sabíamos de violencia institucional. Hacía sólo un año que había muerto nuestro propio dictador. “Capitán Koblic” vuelve a aquellos tiempos y se pone del otro lado para hablar de la mala conciencia de alguno de esos cómplices del régimen militar que derrocó al gobierno de Isabel Perón. Sebastián Borenzstein, el director de “Capitán Koblic” cambia el tono de comedia de sus dos anteriores películas -en España sólo hemos visto “Un cuento chino”- y se lanza al thriller con evocaciones dramáticas de esa reciente historia.
Emiliano Basile se hacía algunas preguntas al hacer la reseña de esta película , tras estrenarse en Argentina el pasado mes de abril. Cuestionaba nuestra compañero para qué y para quién se había realizado una producción tan maniquea con malos y peores. Si allá la pregunta tiene dudosa respuesta en el momento político presente aquí en España donde se estrena este viernes la podemos ver como humanizando a un personaje contradictorio que fue rehén de sus galones, tuvo que participar en los vuelos de la muerte y en algún momento sintió asco por su papel en la represión.
El capitán Koblic que da nombre al largometraje es un personaje de ficción cuya culpabilidad y fuga corresponde a la de algún aviador arrepentido de la sangrienta dictadura militar. Tomás Koblic se arrepiente de haber participado en los vuelos de la muerte con los que los “milicos” se libraban de opositores echándolos vivos, o muertos, al Atlántico.
Cuestionamientos políticos aparte, en este relato noir o western criollo Ricardo Darín encarna espléndidamente al protagonista y se convierte en uno de los ganchos de esta película. Esta producción argentina se sitúa en 1977 cuando el protagonista huyendo de diferentes destinos se refugia en casa de un amigo que le protege de la mirada inquisitorial de sus compañeros de la Armada. En Colonia Elena hay un policía sanguinario y tirano que encarna magistralmente Oscar Martín. Es el comisario local corrupto y corrompedor violento de todo lo que toca. Los paisajes de la pampa, la fotografía y la reconstrucción de una época trágica y difícil son méritos de “Capitán Koblic”. Inma Cuesta es un contrapunto de dolor y dulzura con su acento pampero bastante creíble.
A la vez que “Capitán Koblic” se estrenaba en Argentina, aquí la película participaba en el Festival de cine español de Málaga y Rodrigo Pulpeiro recibía la Biznaga de plata por la mejor fotografía. En el Palmarés, Oscar Martínez, a quien ya conocíamos de “Relato Salvajes”, se llevó el galardón del certamen como mejor actor secundario en su papel de comisario Velarde. Esta es la visión desde este lado del Atlántico. Que el público español juzgue la película de Sebastián Borenszstein.
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Quienes en 1976 estuvimos en contacto con decenas de argentinos que huían de la represión del general Videla tuvimos noticia del tipo de crueldad de la que huían. Habían tenido que salir por pies de su país y venían a una España ilusionada con un futuro que ahora se cuestiona. Aquí sabíamos de violencia institucional. Hacía sólo un año que había muerto nuestro propio dictador. “Capitán Koblic” vuelve a aquellos tiempos y se pone del otro lado para hablar de la mala conciencia de alguno de esos cómplices del régimen militar que derrocó al gobierno de Isabel Perón. Sebastián Borenzstein, el director de “Capitán Koblic” cambia el tono de comedia de sus dos anteriores películas -en España sólo hemos visto “Un cuento chino”- y se lanza al thriller con evocaciones dramáticas de esa reciente historia.
Emiliano Basile se hacía algunas preguntas al hacer la reseña de esta película , tras estrenarse en Argentina el pasado mes de abril. Cuestionaba nuestra compañero para qué y para quién se había realizado una producción tan maniquea con malos y peores. Si allá la pregunta tiene dudosa respuesta en el momento político presente aquí en España donde se estrena este viernes la podemos ver como humanizando a un personaje contradictorio que fue rehén de sus galones, tuvo que participar en los vuelos de la muerte y en algún momento sintió asco por su papel en la represión.
El capitán Koblic que da nombre al largometraje es un personaje de ficción cuya culpabilidad y fuga corresponde a la de algún aviador arrepentido de la sangrienta dictadura militar. Tomás Koblic se arrepiente de haber participado en los vuelos de la muerte con los que los “milicos” se libraban de opositores echándolos vivos, o muertos, al Atlántico.
Cuestionamientos políticos aparte, en este relato noir o western criollo Ricardo Darín encarna espléndidamente al protagonista y se convierte en uno de los ganchos de esta película. Esta producción argentina se sitúa en 1977 cuando el protagonista huyendo de diferentes destinos se refugia en casa de un amigo que le protege de la mirada inquisitorial de sus compañeros de la Armada. En Colonia Elena hay un policía sanguinario y tirano que encarna magistralmente Oscar Martín. Es el comisario local corrupto y corrompedor violento de todo lo que toca. Los paisajes de la pampa, la fotografía y la reconstrucción de una época trágica y difícil son méritos de “Capitán Koblic”. Inma Cuesta es un contrapunto de dolor y dulzura con su acento pampero bastante creíble.
A la vez que “Capitán Koblic” se estrenaba en Argentina, aquí la película participaba en el Festival de cine español de Málaga y Rodrigo Pulpeiro recibía la Biznaga de plata por la mejor fotografía. En el Palmarés, Oscar Martínez, a quien ya conocíamos de “Relato Salvajes”, se llevó el galardón del certamen como mejor actor secundario en su papel de comisario Velarde. Esta es la visión desde este lado del Atlántico. Que el público español juzgue la película de Sebastián Borenszstein.
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