Hablamos con el colombiano Iván Gaona sobre el estreno en Venecia de "Pariente"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
El joven realizador santandereano Iván Gaona ha debutado a lo grande. Su opera prima en el largo tras varios cortos producidos con el mismo equipo y planteamientos locales, "Pariente", ha tenido su estreno mundial en la sección Giornate degli Autori de la Mostra de Venecia, que se cierra este sábado. Este drama que mezcla una historia de desamor con el trasfondo del desarme de un grupo paramilitar fue protagonizado por actores naturales del mismo lugar donde se filmó, hasta el punto de que todos mantienen sus propios nombres como los de su personaje, y el protagonista, Willington, es también camionero en la vida real. NOTICINE.com dialogó en exclusiva con el cineasta colombiano.
- Cuénteme de dónde surge "Pariente" y qué cuenta en ella.
Es la historia de amor de un conductor de camión que buscar recuperar el amor de su ex novia, que está a punto de casarse con otro hombre, y en medio de este triángulo amoroso tiene lugar un movimiento de desmovilización militar en la región de Santander. Yo soy de un pueblo de esta región, Güepsa, a unas 4 horas de la capital de Colombia, donde hemos desarrollado la obra cinematográfica que tenemos con nuestra empresa. Esta es nuestra quinta película, los anteriores que hemos hecho han sido cortos, pero lo hemos llevado como la construcción de un universo con las mismas personas de este pueblo.
- La película es muy auténtica en ese sentido…
Sí, siempre habíamos hecho cortos con la gente de la región, porque digamos que la potencia que necesita un actor en un cortometraje puede negociarse. Para este largo pensamos en llevar actores profesionales pero en un punto vimos que o necesitábamos más dinero o más tiempo para sumergir al actor en este universo. Así que decidimos emprender un proceso de preparación con gente de la región y nos dimos cuenta que había mucha familiaridad entre ellos.
- En cuanto a la historia concreta que cuenta, ¿también tiene base real?
El punto de partida es una historia de amor que me pasó a mí. Como siempre pasa, cuando te deja una chica y te sientes culpable empieza esta búsqueda de perdón aunque sepas que ya no va a volver. Digamos que las historias de amor no eran de mi interés, pero esto de sublimar un tono propio y anclarlo en una región como algo más profundo es lo que me llevó a hacerlo.
- "Pariente" vincula el amor y la guerra...
Lo que es más admirable de pueblos como el colombiano, que están expuestos a constantes conflictos armados, bien sea de guerrillas, de izquierdas, de derechas o paramilitares como expone la película, es que la gente se acostumbra a sus rutinas simples. Me pareció muy bonito y fantástico vincular un problema sencillo como buscar a una exnovia con un conflicto que abarca la realidad de un país.
- ¿Como está viviendo la experiencia de uno de los festivales más importantes del mundo alguien que como usted es un debutante?
De alguna manera nuestro recorrido por el cortometraje nos permitió descubrir este mundo desconocido de los festivales. Al llegar con el largometraje sentíamos que teníamos un aval, un camino hecho y la certeza de que habíamos estado haciendo las cosas bien. Es un espaldarazo de mucha emoción que nos invita a seguir haciéndolo. Venecia es muy particular, porque está la parte turística y luego la villa donde suceden todos los escenarios cinematográficos. En algún momento te sobrepasa. Yo no conocía Venecia y durante los dos primeros días no puedes dejar de tomar fotos, de mirar para todos lados y de hablar con las personas, y luego te acuerdas de que también estás en un festival. Entonces vienes y hay grandes películas de autores que has admirado toda la vida y sientes el privilegio de estar aquí y poderlas ver y eventualmente hablar con algún director… Yo creo que uno se vuelve un zombi, no es consciente de todo lo que pasa hasta que llega a casa y dice "esto es tremendo", pero en el momento no hay tiempo de maniobrar.
- ¿ Y qué espera usted de la Mostra?
La ganancia siempre es estar aquí, aunque sea un cliché. Hacemos los proyectos un poco a ciegas, confiando en que lo que haces tendrá cierto poder bien sea en el público local de tu país o por fuera, pero estar aquí ya es una ganancia e igual cuando te vas enterando de por lo que compites te da como un sustillo. Pero el haber estado aquí es también un espaldarazo para la película, que se estrena en Colombia en octubre.
- ¿La paz en Colombia dará pie a contar esas historias de violencia que han podido quedar soterradas por el propio conflicto?
El cine colombiano en los últimos 13 años, gracias a la nueva Ley de Cine, ha potenciado la producción de películas y eso se ha visto en todo el mundo. Y sí, de alguna manera, en los temas de conflictos siempre había un resquemor, no necesariamente por el miedo de comprometerse con esos bandos radicales sino por no tener una distancia para hablar de ellos. Cuando se cierran estos procesos complejos ya empieza a crearse una distancia y se ven muchas cosas de las que hablar y seguramente la cinematografía lo hará.
- ¿Cree que en la próxima consulta sobre el final del conflicto hay un riesgo de dividir a la sociedad colombiana?
Es interesante porque esa idea está en la película: lo que de alguna manera posibilita la existencia de estos bandos radicales que abogan por una guerra contra una guerrilla de izquierda, esa permisión, existe en la cabeza de las personas. Cuando tú sientes que las instituciones en tu país tienen un grado de corrupción se empiezan a avalar medidas de ultraderechas. En "Pariente" se plantea eso un poco. Cualquiera puede adoptar potencialmente una postura paramilitar y creo que eso va a ser una cosa muy interesante históricamente: cómo en un pueblo que ha estado sumergido en una guerra, aun así hay medio país que sigue diciendo "vamos a seguir dándonos en la cara porque esa es la única solución". Da un poco de temor, pero uno lo siente entre el pueblo y de alguna manera ese es un reflejo que queda en la película.
- ¿Tiene algún otro proyecto de largometraje en cartera?
Ahora mismo estamos en la etapa de desarrollo de otro largometraje que se llama "Mujer primavera". Es una historia de amor, también, que tiene que ver con lo que sucedió en Colombia cuando los grandes carteles de la droga se acabaron tras la muerte de Pablo Escobar y lo que sucedió en la política. Qué paso con la permeación de la corrupción, dónde está ese pueblo respecto a la política y a los niveles de poder.
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- Cuénteme de dónde surge "Pariente" y qué cuenta en ella.
Es la historia de amor de un conductor de camión que buscar recuperar el amor de su ex novia, que está a punto de casarse con otro hombre, y en medio de este triángulo amoroso tiene lugar un movimiento de desmovilización militar en la región de Santander. Yo soy de un pueblo de esta región, Güepsa, a unas 4 horas de la capital de Colombia, donde hemos desarrollado la obra cinematográfica que tenemos con nuestra empresa. Esta es nuestra quinta película, los anteriores que hemos hecho han sido cortos, pero lo hemos llevado como la construcción de un universo con las mismas personas de este pueblo.
- La película es muy auténtica en ese sentido…
Sí, siempre habíamos hecho cortos con la gente de la región, porque digamos que la potencia que necesita un actor en un cortometraje puede negociarse. Para este largo pensamos en llevar actores profesionales pero en un punto vimos que o necesitábamos más dinero o más tiempo para sumergir al actor en este universo. Así que decidimos emprender un proceso de preparación con gente de la región y nos dimos cuenta que había mucha familiaridad entre ellos.
- En cuanto a la historia concreta que cuenta, ¿también tiene base real?
El punto de partida es una historia de amor que me pasó a mí. Como siempre pasa, cuando te deja una chica y te sientes culpable empieza esta búsqueda de perdón aunque sepas que ya no va a volver. Digamos que las historias de amor no eran de mi interés, pero esto de sublimar un tono propio y anclarlo en una región como algo más profundo es lo que me llevó a hacerlo.
- "Pariente" vincula el amor y la guerra...
Lo que es más admirable de pueblos como el colombiano, que están expuestos a constantes conflictos armados, bien sea de guerrillas, de izquierdas, de derechas o paramilitares como expone la película, es que la gente se acostumbra a sus rutinas simples. Me pareció muy bonito y fantástico vincular un problema sencillo como buscar a una exnovia con un conflicto que abarca la realidad de un país.
- ¿Como está viviendo la experiencia de uno de los festivales más importantes del mundo alguien que como usted es un debutante?
De alguna manera nuestro recorrido por el cortometraje nos permitió descubrir este mundo desconocido de los festivales. Al llegar con el largometraje sentíamos que teníamos un aval, un camino hecho y la certeza de que habíamos estado haciendo las cosas bien. Es un espaldarazo de mucha emoción que nos invita a seguir haciéndolo. Venecia es muy particular, porque está la parte turística y luego la villa donde suceden todos los escenarios cinematográficos. En algún momento te sobrepasa. Yo no conocía Venecia y durante los dos primeros días no puedes dejar de tomar fotos, de mirar para todos lados y de hablar con las personas, y luego te acuerdas de que también estás en un festival. Entonces vienes y hay grandes películas de autores que has admirado toda la vida y sientes el privilegio de estar aquí y poderlas ver y eventualmente hablar con algún director… Yo creo que uno se vuelve un zombi, no es consciente de todo lo que pasa hasta que llega a casa y dice "esto es tremendo", pero en el momento no hay tiempo de maniobrar.
- ¿ Y qué espera usted de la Mostra?
La ganancia siempre es estar aquí, aunque sea un cliché. Hacemos los proyectos un poco a ciegas, confiando en que lo que haces tendrá cierto poder bien sea en el público local de tu país o por fuera, pero estar aquí ya es una ganancia e igual cuando te vas enterando de por lo que compites te da como un sustillo. Pero el haber estado aquí es también un espaldarazo para la película, que se estrena en Colombia en octubre.
- ¿La paz en Colombia dará pie a contar esas historias de violencia que han podido quedar soterradas por el propio conflicto?
El cine colombiano en los últimos 13 años, gracias a la nueva Ley de Cine, ha potenciado la producción de películas y eso se ha visto en todo el mundo. Y sí, de alguna manera, en los temas de conflictos siempre había un resquemor, no necesariamente por el miedo de comprometerse con esos bandos radicales sino por no tener una distancia para hablar de ellos. Cuando se cierran estos procesos complejos ya empieza a crearse una distancia y se ven muchas cosas de las que hablar y seguramente la cinematografía lo hará.
- ¿Cree que en la próxima consulta sobre el final del conflicto hay un riesgo de dividir a la sociedad colombiana?
Es interesante porque esa idea está en la película: lo que de alguna manera posibilita la existencia de estos bandos radicales que abogan por una guerra contra una guerrilla de izquierda, esa permisión, existe en la cabeza de las personas. Cuando tú sientes que las instituciones en tu país tienen un grado de corrupción se empiezan a avalar medidas de ultraderechas. En "Pariente" se plantea eso un poco. Cualquiera puede adoptar potencialmente una postura paramilitar y creo que eso va a ser una cosa muy interesante históricamente: cómo en un pueblo que ha estado sumergido en una guerra, aun así hay medio país que sigue diciendo "vamos a seguir dándonos en la cara porque esa es la única solución". Da un poco de temor, pero uno lo siente entre el pueblo y de alguna manera ese es un reflejo que queda en la película.
- ¿Tiene algún otro proyecto de largometraje en cartera?
Ahora mismo estamos en la etapa de desarrollo de otro largometraje que se llama "Mujer primavera". Es una historia de amor, también, que tiene que ver con lo que sucedió en Colombia cuando los grandes carteles de la droga se acabaron tras la muerte de Pablo Escobar y lo que sucedió en la política. Qué paso con la permeación de la corrupción, dónde está ese pueblo respecto a la política y a los niveles de poder.
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