El cine español vuelve a la Seminci con "La madre" y la Espiga para Geraldine Chaplin
- por © J.A. (Valladolid)-NOTICINE.com
La tercera película de producción o coproducción española, "La madre", de Alberto Morais, cerró este martes la participación del país anfitrión en la Seminci de Valladolid, y no lo ha hecho con una nota especialmente brillante, con un melodrama adolescente en el que falta información. Pero la figura de la jornada fue la actriz estadounidense Geraldine Chaplin, hija de "Charlot" y residente durante muchos años en España, en cuyo cine ha tenido una muy activa participación, y no sólo por su relación sentimental y profesional con Carlos Saura. La Seminci le otorgó su Espiga de Honor.
Pese a su participación en numerosos proyectos internacionales, en justicia a Chaplin puede considerársele también actriz española, tras participar en films de directores como Pedro Almodóvar, Juan Antonio Bayona, Antonio Hernández, Ray Loriga, Dunia Ayaso y Félix Sabroso, o Isabel Coixet, por sólo citar a algunos.
La actriz, de 72 años, popular desde que David Lean la eligió para "Doctor Zhivago" (aunque había debutado siendo niña a las órdenes de su propio padre en la escena de los títulos iniciales de "Candilejas / Limelight"), aseguró aquí en Valladolid que se consideraba una persona con suerte, desde su propio nacimiento y el apellido que lleva. Pero, además de hija del genial Charles Chaplin es nieta del dramaturgo Eugene O'Neill, y ha podido participar en centenar y medio de películas, en los más diversos papeles. Hace poco brilló en la película dominicana "Dólares de arena" o en "Un monstruo viene a verme / A Monster Calls", de Bayona, todo un éxito en este momento en la taquilla española.
Chaplin recordó a su padre, de quien contó que se consideraba "único", pero no un "genio". "Chaplin es, Chaplin existe, Chaplin es único, no se puede explicar. Entra por el corazón, la mente, te hace crecer, cuando sales te hace pensar, es modernísimo, y hay que ver las películas una que otra vez, yo las he visto cientos de veces y siempre me enseñan", aseguró.
"La comedia -agregó- más que otro genero, es lo más difícil. Es quizá la única forma de apreciar lo terrible y maravilloso que es el mundo, y lo grande que es la vida. Con comedia sí se puede conseguir todo, y esto quizá lo pienso porque empecé con 'Dr. Zhivago', como una pobre cornuda, y he hecho de cornuda muchas veces, hasta que Carlos Saura me convirtió en una solterona neurasténica".
A su edad, Gerarldine Chaplin quiere seguir muy en activo: "Sigo en la lucha, soy un animal moribundo, pero sigo en la lucha y espero hacer mucho más".
"Creo en el destino, y sobre todo creo en la suerte, siempre he tenido suerte en mi vida. He hecho unos 150 personajes, pero en el mundo hay muchísimos millones de personas más, y no me importaría seguir interpretándolos", concluyó.
Por su parte, el vallisoletano de nacimiento Alberto Morais, participó en la competencia por la Espiga de Oro con "La madre", un melodrama sobre un adolescente semiabandonado por su madre. A pesar de que éste (Javier Mendo) es el protagonista de la cinta, "la madre sobrevuela toda la historia, es una película sobre la ausencia de la madre", aseguraba el cineasta, que se declara firme defensor del cine de autor, especialmente de raíces europeas y muy pegado al neorrealismo.
Elogió Morais a su protagonista, Laia Marull, de quien dijo "aprendí muchísimo", y aportó mucho al propio guión. "Los directores necesariamente tenemos que ser ladrones de ideas ajenas, de otros directores que nos gustan, pero también de la gente que trabaja con nosotros en las películas. Cualquiera te puede dar una buena idea... De lo que se trata es de robar con dignidad", aseguró.
En ese sentido, Alberto Morais recordó que Charles Chaplin y Rossellini son sus principales influencias, aunque desde muy joven a visto películas de autor. "Mi padre me ponía a los 10 años películas de Fassbinder... Es lo que tiene ser hijo de comunistas", dijo con humor.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Pese a su participación en numerosos proyectos internacionales, en justicia a Chaplin puede considerársele también actriz española, tras participar en films de directores como Pedro Almodóvar, Juan Antonio Bayona, Antonio Hernández, Ray Loriga, Dunia Ayaso y Félix Sabroso, o Isabel Coixet, por sólo citar a algunos.
La actriz, de 72 años, popular desde que David Lean la eligió para "Doctor Zhivago" (aunque había debutado siendo niña a las órdenes de su propio padre en la escena de los títulos iniciales de "Candilejas / Limelight"), aseguró aquí en Valladolid que se consideraba una persona con suerte, desde su propio nacimiento y el apellido que lleva. Pero, además de hija del genial Charles Chaplin es nieta del dramaturgo Eugene O'Neill, y ha podido participar en centenar y medio de películas, en los más diversos papeles. Hace poco brilló en la película dominicana "Dólares de arena" o en "Un monstruo viene a verme / A Monster Calls", de Bayona, todo un éxito en este momento en la taquilla española.
Chaplin recordó a su padre, de quien contó que se consideraba "único", pero no un "genio". "Chaplin es, Chaplin existe, Chaplin es único, no se puede explicar. Entra por el corazón, la mente, te hace crecer, cuando sales te hace pensar, es modernísimo, y hay que ver las películas una que otra vez, yo las he visto cientos de veces y siempre me enseñan", aseguró.
"La comedia -agregó- más que otro genero, es lo más difícil. Es quizá la única forma de apreciar lo terrible y maravilloso que es el mundo, y lo grande que es la vida. Con comedia sí se puede conseguir todo, y esto quizá lo pienso porque empecé con 'Dr. Zhivago', como una pobre cornuda, y he hecho de cornuda muchas veces, hasta que Carlos Saura me convirtió en una solterona neurasténica".
A su edad, Gerarldine Chaplin quiere seguir muy en activo: "Sigo en la lucha, soy un animal moribundo, pero sigo en la lucha y espero hacer mucho más".
"Creo en el destino, y sobre todo creo en la suerte, siempre he tenido suerte en mi vida. He hecho unos 150 personajes, pero en el mundo hay muchísimos millones de personas más, y no me importaría seguir interpretándolos", concluyó.
Por su parte, el vallisoletano de nacimiento Alberto Morais, participó en la competencia por la Espiga de Oro con "La madre", un melodrama sobre un adolescente semiabandonado por su madre. A pesar de que éste (Javier Mendo) es el protagonista de la cinta, "la madre sobrevuela toda la historia, es una película sobre la ausencia de la madre", aseguraba el cineasta, que se declara firme defensor del cine de autor, especialmente de raíces europeas y muy pegado al neorrealismo.
Elogió Morais a su protagonista, Laia Marull, de quien dijo "aprendí muchísimo", y aportó mucho al propio guión. "Los directores necesariamente tenemos que ser ladrones de ideas ajenas, de otros directores que nos gustan, pero también de la gente que trabaja con nosotros en las películas. Cualquiera te puede dar una buena idea... De lo que se trata es de robar con dignidad", aseguró.
En ese sentido, Alberto Morais recordó que Charles Chaplin y Rossellini son sus principales influencias, aunque desde muy joven a visto películas de autor. "Mi padre me ponía a los 10 años películas de Fassbinder... Es lo que tiene ser hijo de comunistas", dijo con humor.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.