Bill Plympton estrenó en Gijón su nueva película animada, "Revengeance"

por © Ingrid Ortiz (Gijón)-NOTICINE.com
Bill Plympton
Bill Plympton es una de esas personas caricaturescas –divertidas, sin pelos en la lengua-, no especialmente por su físico sino por su forma de expresarse cuando acaban las formalidades. El rey de la animación indie estadounidense ha vuelto un año más al Festival de Gijón con el estreno de "Revengeance", su primer largometraje codigirido con otro aclamado animador: Jim Lujan.

El cocktail podía ser explosivo, y dio como resultado una historia irreverente, con una galería de personajes de los barrios bajos de Los Ángeles, dibujos crudos y cargados de simbolismo y los códigos de la mejor novela negra americana. En la búsqueda de Rod Rosse, un cazarrecompensas que sigue la pista de una ladrona, no faltarán los moteros rudos, las mujeres sexys ni los policías corruptos.

El director norteamericano definía el estilo de la cinta como el de "un cómic underground". Y es que aunque los trazos de los personajes –sobre todo los femeninos- recuerdan a Plympton, difieren un poco de su estilo habitual. "Intenté llevarlos a mi terreno –explicó en una comparecencia ante los medios- pero había algo que no funcionaba. La fuerza se perdía. Así que prácticamente no toqué nada de la idea original de Lujan".

Sobre las referencias políticas que se encarnan en el villano del film, el animador afirmó con cierto tono socarrón que "la producción de la película comenzó antes de que Donald Trump se presentara incluso a candidato. Parece algo premonitorio, pero lo cierto es que no es el primer ni el único norteamericano corrupto".

Sin embargo, el oscarizado director se confesaba optimista y con esperanza en materia política, no así respecto a la industria cinematográfica. Plympton ha visto reconocido su talento con una Palma de Oro en Cannes y otros premios en festivales europeos como Annecy, Fantasmaporto o Sitges, y el propio Festival de Gijón le dedicó una retrospectiva en 2014. Pero "en Hollywood –admitió- es tremendamente complicado que un estudio quiera financiar una película de animación para adultos. Europa sí tiene esa cultura".

De hecho, comparó la mecánica americana con la empleada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial: "Trabajar en los grandes estudios de animación es como hacerlo en los campos de concentración. Horas interminables, con escasos derechos sociales o seguridad social, y en condiciones absolutamente precarias".

"Revengeance", como el resto de proyectos del animador, fue financiada gracias a la ayuda del cada vez más necesario micromecenazgo; gracias a la plataforma KickStarter y algunos inversores europeos consiguieron alcanzar los 90 000 dólares, una suma que terminó destinada en su totalidad a los gastos de producción y montaje. "Mi trabajo (30 000 dibujos hechos a base de Sharpies) y el de Luján (que se encargó del diseño, la música y puso voz al 90% de los personajes) fue gratis".

A esta historia quijotesca se suma otra gran hazaña: la del estreno de otra película fuera de cartel "Hitler’s folly", que puede disfrutarse de manera gratuita en la web del director (plymton.com). "La idea me vino cuando me enteré de que a Hitler le gustaba mucho ‘Blancanieves’. Me pregunté ¿qué habría pasado si el canciller nazi se hubiera dedicado al arte y hubiera decidido hacer competencia a Disney?".

Esta premisa sirvió para que varios compañeros abandonaran el proyecto. "Entiendo que alguien pueda sentirse ofendido, pero creo que Hitler puede convertirse en un personaje cómico. No soy el primero, ya lo hicieron antes Mel Brooks o Chaplin". Definitivamente, si hay algo que le guste más a Plympton que el dibujo, es provocar.

Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.