Guillermo del Toro y su criatura acuática inauguran la edición 50 del Festival de Sitges
- por © Nilton Torres (Sitges)-NOTICINE.com
Desde hace varios años Guillermo del Toro ha hecho gala de alternar grandes blockbusters con películas más personales y arriegadas. ¿Y qué puede ser más arriesgado que una historia de amor entre una mujer de la limpieza, muda, que cae rendidamente enamorada en los brazos escamosos de una criatura de piel resbaliza y branquias, que vive recluida en un tanque de agua en un laboratorio?
"Hace mucho que quería hacer una película que contara la historia de la bella y la bestia, pero sin que la princesa fuera de Disney ni que la bestia se convirtiera en príncipe", dice Guillermo del Toro y con "La forma del agua" el cineasta mexicano ha cumplido con su objetivo.
Del Toro ha regresado al Festival de Cine de Sitges, del que es un viejo conocido, para presentar su última película- ganadora de un León de Oro en el Festival de Venecia- y también para recibir un homenaje por su aportación al fantástico.
"El festival de Sitges ha sido fundamental para mi trabajo. Para mí es muy especial y que esté aquí con gripe es un muestra del amor más puro", comentó el realizador y acotó que hacer "La forma del agua" fue una urgencia para él.
"Estaba trabajando en 'Pacific Rim 2' y surgieron unas circunstancias que me obligaban a esperar seis meses para continuar, así que me puse de inmediato a trabajar en esta película que ha costado 19 millones de dólares, pero que quería que se viera como de sesenta millones".
Guillermo del Toro dice que con 52 años y diez películas como director en su haber, siempre había contado historias que tenían que ver con su infancia, pero esta vez ha hecho un film como adulto, donde hay sexo, amor, y que habla también de seres solitarios e invisibles.
"Pero además ésta es una película enamorada del cine y enamorada del amor", dice el realizador, quien reconoce que hay evidentes referencias a clásicos del terror, como que la criatura puede recordar a la que aparece en "La mujer y el monstruo", pero eso no tiene mayor relevancia.
"Si ves un gorila gigante en la pantalla, siempre tendrá la impronta de King Kong. El cine para mí es vital y he querido rendir un homenaje al cine, no a las películas", dice Del Toro, y agrega que lo que a él más le interesa es la poesía de las imágenes y el género.
"Me interesa la criatura de la laguna negra nadando debajo de la mujer vestida de blanco en la película "la mujer y el monstruo", o el Nosferatu parado en el dintel de la puerta. Todo el horror que puede ser poesía me interesa", señala el realizador y acota que es también la primera vez, en 25 años, que no graba un audiocomentario para la versión DVD y BluRay del film.
"Yo siento que la película se explica sola", precisa Del Toro.
"Hace mucho que quería hacer una película que contara la historia de la bella y la bestia, pero sin que la princesa fuera de Disney ni que la bestia se convirtiera en príncipe", dice Guillermo del Toro y con "La forma del agua" el cineasta mexicano ha cumplido con su objetivo.
Del Toro ha regresado al Festival de Cine de Sitges, del que es un viejo conocido, para presentar su última película- ganadora de un León de Oro en el Festival de Venecia- y también para recibir un homenaje por su aportación al fantástico.
"El festival de Sitges ha sido fundamental para mi trabajo. Para mí es muy especial y que esté aquí con gripe es un muestra del amor más puro", comentó el realizador y acotó que hacer "La forma del agua" fue una urgencia para él.
"Estaba trabajando en 'Pacific Rim 2' y surgieron unas circunstancias que me obligaban a esperar seis meses para continuar, así que me puse de inmediato a trabajar en esta película que ha costado 19 millones de dólares, pero que quería que se viera como de sesenta millones".
Guillermo del Toro dice que con 52 años y diez películas como director en su haber, siempre había contado historias que tenían que ver con su infancia, pero esta vez ha hecho un film como adulto, donde hay sexo, amor, y que habla también de seres solitarios e invisibles.
"Pero además ésta es una película enamorada del cine y enamorada del amor", dice el realizador, quien reconoce que hay evidentes referencias a clásicos del terror, como que la criatura puede recordar a la que aparece en "La mujer y el monstruo", pero eso no tiene mayor relevancia.
"Si ves un gorila gigante en la pantalla, siempre tendrá la impronta de King Kong. El cine para mí es vital y he querido rendir un homenaje al cine, no a las películas", dice Del Toro, y agrega que lo que a él más le interesa es la poesía de las imágenes y el género.
"Me interesa la criatura de la laguna negra nadando debajo de la mujer vestida de blanco en la película "la mujer y el monstruo", o el Nosferatu parado en el dintel de la puerta. Todo el horror que puede ser poesía me interesa", señala el realizador y acota que es también la primera vez, en 25 años, que no graba un audiocomentario para la versión DVD y BluRay del film.
"Yo siento que la película se explica sola", precisa Del Toro.