Guillermo Francella y Luis Brandoni hacen balance del rodaje de "Mi obra maestra"
- por © Deborah de la Calle-NOTICINE.com
"Mi obra maestra", la nueva película de Gastón Duprat y Mariano Cohn (esta vez con tareas separadas), finalizó recientemente su rodaje, tras varias semanas en las que Guillermo Francella y Luis Brandoni compartieron escenas en Buenos Aires, Jujuy y Río de Janeiro. Entre los dos veteranos actores, que por primera vez comparten protagonista, la química funcionó perfectamente. "Hemos trabado una amistad que va más allá del trabajo, lo cual nos permite trabajar con tranquilidad, con alegría y con la seguridad de que si algo estamos haciendo mal, va a haber un amigo que lo va a tratar de salvar hasta los más mínimos detalles", contó Brandoni.
Ha sido Gastón Duprat el encargado de dirigir el guión de su hermano Andrés, que ya escribió "El ciudadano ilustre", mientras que su habitual cómplice en la realización, Mariano Cohn, se limitó a producir la cinta, en la que Arturo (Francella) es un marchand de arte encantador y algo inescrupuloso que tiene una galería. Renzo (Brandoni) es su viejo amigo, un pintor antaño exitoso y ahora en decadencia, con una personalidad hosca, que rechaza el contacto social, que está casi en la indigencia y que tiene un único alumno, Álex (el español Raúl Arévalo). Arturo logra asociarse con una poderosa coleccionista internacional, Dudú (Andrea Frigerio), y junto con ella intenta reflotar la carrera artística de Renzo, pero las cosas irán de mal en peor. Es entonces cuando el marchand pone en marcha un plan extremo.
"Soy un pintor figurativo -explicó Luis Brandoni a los medios porteños- que triunfó en los 80, cuando trabó amistad con este galerista que recién se iniciaba y resultó un gran suceso; eso generó un lazo afectivo muy importante entre ellos, pero luego este hombre ya no es quien era, no vende lo que vendía, lo cual lo apena y lo pone muy rabioso con el mundo, y su único apoyo es su viejo y querido amigo, que también tiene su límite de paciencia y de financiación".
Por su parte, Guillermo Francella, que ha empalmado este rodaje con el de la nueva película de Armando Bo, "Animal", añadió que "esa rabia que él tiene se convierte en terquedad y resentimiento, y lo vuelve un ser antisociable. Obra como la que él hacía, con opinión, pasa a ser cosa del pasado y si hoy no te aggiornás, no sos requerido, y él se empecina con quedarse en aquel universo. No sólo no vende, sino que entra en la indigencia, lo desalojan, y su amigo lucha a brazo partido por querer cambiarlo emprendiendo una estrategia para que vuelva a ser el que era".
"El disparador que tiene y lo que cuenta desde un universo desde el arte pero sin sofisticación, muy interesante por lo que ocurre desde la relación humana, desde la amistad, desde la incondicionalidad y con una idea, en un tercer acto, brillante", agregó. El texto lo atrapó desde el inicio y cuando se sumó Beto (Brandoni) al proyecto le pareció "ideal para todos, todo componía algo muy atractivo". Francella tenía ganas "de trabajar con los chicos" (Duprat y Cohn), había visto su filmografía y cree que ambos tienen algo en su dramaturgia que le parece "diferente, con cierta ironía, con cierto tema social que me atrae y el libro, en este caso, ayudó mucho".
Mariano Cohn subrayó que a pesar de tratarse de una comedia, los personajes de los actores no usan ese tono humorístico de algunas de sus previas cintas: "Por eso acá hay un desafío. La película por sí sola es una comedia incómoda, pero el registro actoral es de realismo, tiene mucho humor pero no es un humor del que participen los personajes. Ellos evaluaron los guiones, no son actores que hagan cualquier cosa, y nosotros los elegimos a ellos por su precisión, potencia y expresividad, que es el tipo de actuación que nos gusta, actores expresivos y no tanto minimalistas. Vemos cómo fluye una cosa química cuando los vemos actuar juntos, es la película de dos amigos".
Por su parte, Duprat, este vez director en solitario, agregó que fue un placer contar con unos actores "extraordinarios, están perfectos para los roles, casi como si hubiesen sido escritos para ellos. La película se conforma de escenas de mucha intensidad, de diálogo y de mucha exposición para ambos a nivel emocional".
El rodaje de "Mi obra maestra" tuvo lugar en distintas locaciones de Buenos Aires (Museo Fortabat, Hospital Ballestrini), Jujuy (Humahuaca, Rumiyoc y Lipán) y Río de Janeirio (Museo de Arte Contemporáneo Niterói). En los escenarios porteños, parte de la trama discurre en una vieja casona de La Boca, que alberga uno de los talleres del pintor. El estreno se prevé para el año próximo en algún festival internacional.
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Ha sido Gastón Duprat el encargado de dirigir el guión de su hermano Andrés, que ya escribió "El ciudadano ilustre", mientras que su habitual cómplice en la realización, Mariano Cohn, se limitó a producir la cinta, en la que Arturo (Francella) es un marchand de arte encantador y algo inescrupuloso que tiene una galería. Renzo (Brandoni) es su viejo amigo, un pintor antaño exitoso y ahora en decadencia, con una personalidad hosca, que rechaza el contacto social, que está casi en la indigencia y que tiene un único alumno, Álex (el español Raúl Arévalo). Arturo logra asociarse con una poderosa coleccionista internacional, Dudú (Andrea Frigerio), y junto con ella intenta reflotar la carrera artística de Renzo, pero las cosas irán de mal en peor. Es entonces cuando el marchand pone en marcha un plan extremo.
"Soy un pintor figurativo -explicó Luis Brandoni a los medios porteños- que triunfó en los 80, cuando trabó amistad con este galerista que recién se iniciaba y resultó un gran suceso; eso generó un lazo afectivo muy importante entre ellos, pero luego este hombre ya no es quien era, no vende lo que vendía, lo cual lo apena y lo pone muy rabioso con el mundo, y su único apoyo es su viejo y querido amigo, que también tiene su límite de paciencia y de financiación".
Por su parte, Guillermo Francella, que ha empalmado este rodaje con el de la nueva película de Armando Bo, "Animal", añadió que "esa rabia que él tiene se convierte en terquedad y resentimiento, y lo vuelve un ser antisociable. Obra como la que él hacía, con opinión, pasa a ser cosa del pasado y si hoy no te aggiornás, no sos requerido, y él se empecina con quedarse en aquel universo. No sólo no vende, sino que entra en la indigencia, lo desalojan, y su amigo lucha a brazo partido por querer cambiarlo emprendiendo una estrategia para que vuelva a ser el que era".
"El disparador que tiene y lo que cuenta desde un universo desde el arte pero sin sofisticación, muy interesante por lo que ocurre desde la relación humana, desde la amistad, desde la incondicionalidad y con una idea, en un tercer acto, brillante", agregó. El texto lo atrapó desde el inicio y cuando se sumó Beto (Brandoni) al proyecto le pareció "ideal para todos, todo componía algo muy atractivo". Francella tenía ganas "de trabajar con los chicos" (Duprat y Cohn), había visto su filmografía y cree que ambos tienen algo en su dramaturgia que le parece "diferente, con cierta ironía, con cierto tema social que me atrae y el libro, en este caso, ayudó mucho".
Mariano Cohn subrayó que a pesar de tratarse de una comedia, los personajes de los actores no usan ese tono humorístico de algunas de sus previas cintas: "Por eso acá hay un desafío. La película por sí sola es una comedia incómoda, pero el registro actoral es de realismo, tiene mucho humor pero no es un humor del que participen los personajes. Ellos evaluaron los guiones, no son actores que hagan cualquier cosa, y nosotros los elegimos a ellos por su precisión, potencia y expresividad, que es el tipo de actuación que nos gusta, actores expresivos y no tanto minimalistas. Vemos cómo fluye una cosa química cuando los vemos actuar juntos, es la película de dos amigos".
Por su parte, Duprat, este vez director en solitario, agregó que fue un placer contar con unos actores "extraordinarios, están perfectos para los roles, casi como si hubiesen sido escritos para ellos. La película se conforma de escenas de mucha intensidad, de diálogo y de mucha exposición para ambos a nivel emocional".
El rodaje de "Mi obra maestra" tuvo lugar en distintas locaciones de Buenos Aires (Museo Fortabat, Hospital Ballestrini), Jujuy (Humahuaca, Rumiyoc y Lipán) y Río de Janeirio (Museo de Arte Contemporáneo Niterói). En los escenarios porteños, parte de la trama discurre en una vieja casona de La Boca, que alberga uno de los talleres del pintor. El estreno se prevé para el año próximo en algún festival internacional.
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