Hablamos con Alex Anwandter sobre el estreno en Chile de su opera prima, "Nunca vas a estar solo"

por © J.A.-NOTICINE.com
Alex Anwandter
Próxima a mostrarse por primera vez en Chile, en el Festival de Santiago (SANFIC), meses después de su estreno mundial en la Berlinale, el pasado febrero, donde logró un premio especial del jurado de los Teddy Award, galardones a films de temática gay, "Nunca vas a estar solo", de Alex Anwandter, exlíder de Teleradio Donoso, está inspirada en el asesinato del joven gay Daniel Zamudio. El personaje central es Pablo (Andrew Bargsted), quien enfrenta una compleja relación con su padre, Juan (Sergio Hernández), un hombre de 60 años que trabaja en una fábrica de maniquíes y que está obsesionado con la idea de transformarse en socio de la empresa. Su plan da un giro brutal cuando su hijo adolescente, el único sostén de su mundo familiar, sufre una violenta golpiza callejera a cargo de homofóbicos extremistas de derecha. Hablamos en exclusiva con el músico y cineasta chileno.

- ¿Qué cuenta, en pocas palabras, su opera prima?
"Nunca vas a estar sólo" trata de un padre cuyo hijo sufre un violento ataque por ser gay, por su sexualidad, y la historia se centra sobre los otros tipos de violencia que descubre el padre, una vez que se debe de enfrentar a ese ataque tan grave.

- ¿Qué es lo que le llamó la atención para empezar en el cine, y precisamente con esta historia?
Bueno la verdad es que desde hace bastante tiempo he experimentado en el campo audiovisual, a través de videoclips. Siempre me gustó mucho el cine, pero también vi en el caso real de esta historia, que si bien es de ficción está inspirada en una historia real (El caso de joven homosexual Daniel Zamudio que tras haber sido apaleado y torturado por un grupo de jóvenes murió semanas después a causa de las heridas), una historia con la suficiente urgencia como para hacer el salto, digamos, y adentrarme en profundidad a este otro lenguaje.

- Hábleme de cuáles fueron sus criterios a la hora de adaptar ésta historia real que conmocionó a Chile y convertirla en una historia de ficción, ¿Por qué mitigó el resultado final de la historia, que en la vida real fue más trágica?
La verdad es que tiene un diseño y un propósito doble. La primera parte es que me interesaba mucho abstraer el tema y no limitarlo al episodio específico que lo inspiró, y de esta manera la película, y yo, decimos que no sólo fue él, que de hecho murieron otros niños en Chile después de eso, y no se supo nada, porque la atención mediática se centró en ese caso. La película entonces hace ese esfuerzo por cambiar el foco, desde el incidente inicial que es más espectacular, por llamarlo de alguna manera, hacia el análisis del contexto que alberga esta violencia… y esto está simbolizado en el padre. Y la segunda parte, es que el personaje del padre permite también una identificación quizá más transversal con la que acercarse a la historia, es un hombre heterosexual que probablemente se define a sí mismo como "normal", y eso permite un acercamiento no necesariamente desde lo gay a la película, sino desde, entre comillas, "la normalidad".

- En la representación chilena de la Berlinale de este año había otra película en concreto que habla del lesbianismo, ¿Hay una preocupación ahora mismo entre los cineastas chilenos por la temática gay, o es una casualidad?
Yo creo que es más bien una preocupación por retratar el contexto local y los tipos de problemas que tenemos, las violencias que vivimos, y las opresiones que sufre la gente, y en parte sirve como un ejercicio artístico que funciona como espejo de nuestro contexto inmediato.

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