Neus Ballús y su nueva presencia en la Berlinale con "Staff Only"

por Super User
Neus Ballús
La cineasta española Neus Ballús ha vuelto a la Berlinale, donde ya participó con su previo docudrama "La plaga", de la mano de "Staff Only", película ya claramente de ficción, pero que mantiene su interés en la descripción de personajes dispares que conviven en un mismo ambiente. En esta ocasión se trata de clientes y trabajadores en un resort africano, separados por clase social, nacionalidad y raza. NOTICINE.com habló en exclusiva con ella.

- Explíquenos lo que cuenta en "Staff Only".
Narra el viaje iniciático de Marta, una chica de 17 años que sale por primera vez de España, viaja a Senegal en unas vacaciones familiares y se encuentra con la dificultad de relacionarse con gente de cultura y de entorno de una realidad económica distinta a la suya. Es un viaje iniciático en el que ella pasa a ser adulta.

- España es un país muy turístico donde se pueden dar circunstancias más o menos parecidas, ¿por qué decidió ubicarlo en Senegal?
Digamos que el modelo del turismo es un entorno en el que se reproducen mucho estos sistemas de relaciones un poco pervertidas por el interés, y, por lo tanto, suceden en muchas partes del mundo donde hay mucho desarrollo turístico, incluida España. El hecho de situarlo en Senegal era especialmente importante para que fuera un contexto muy alejado de Marta, donde no se pudiera reconocer. Otra lengua, otro color de piel, otro continente, otra realidad cultural y económica… Pensaba que situarla en un contexto radicalmente diferente al suyo haría que el viaje fuera más potente.

- Hace unos años hizo "La plaga", una película híbrida entre documental y ficción ¿Por qué ahora decide hacer ficción?
Tenía ganas de cambiar un poco de registro después de "La plaga", si bien es verdad que hay muchas cosas que continúan de allí. Esta preocupación por la relación con el otro, aquel distinto a nosotros, está en ambas películas. Es una preocupación que tengo no solo como cineasta, sino como ciudadana. Creo que uno de los retos más importantes de la humanidad es comprender al otro, entender cuáles son sus motivaciones y llegar a acuerdos. También una manera de trabajar viene de mi background como documentalista, casi como una antropóloga. Conocí esta zona de Senegal durante mucho tiempo, conocí historias reales de trabajadores y turistas, y a partir de toda esta documentación parte la ficción. También el hecho de trabajar con actores y actrices no profesionales marca mucho la dinámica de la película, aunque sea una ficción. Yo tenía muy claro que la protagonista tenía que ser una chica que no tuviera ninguna experiencia previa en cine.

- ¿Qué fue lo más complicado de todo el proceso de la película?
Yo diría que el rodaje fue de las partes más sencillas del proceso. Contrariamente a lo que podríamos pensar no fue nada difícil rodar en Senegal, no fue nada conflictivo, no tuvimos ningún problema. La relación entre el equipo francés-español-senegalés funcionó a la perfección. En cambio, es una película que costó mucho construir el guion: la escritura fue un reto muy importante, usar este contexto, introducir una historia de una adolescente, una relación con su padre y mantener algunos elementos de documental. La escritura fue una de las partes más complicadas y, evidentemente, la financiación. Siempre es complicado financiar películas, pero quizá el hecho de situarla en África hacia que muchos financiadores europeos no sintieran esa responsabilidad hacia un tema que contar.

- ¿Qué le interesa de la adolescencia?
Creo que Marta, que es una adolescente que cumple 18 años durante la película, descubre cómo funciona el mundo y que el lugar que ocupas en la sociedad determina las relaciones con los demás. Aunque tengas la voluntad de tener una relación de amistad de forma honesta y directa con alguien si pertenece a una cultura o una realidad económica muy diferente, hay algo de la macrústructura que marca tu comportamiento. Descubrir esto es un descubrimiento triste, porque tenemos en el ADN todavía unas formas de comportamiento que vienen de nuestro pasado. En la relación con los africanos, por ejemplo, de nuestro pasado colonial, hay comportamientos inconscientes de dominación. Prácticamente en el gesto de Marta casi como de comprar una relación, que es un gesto muy inconsciente, se esconde todo un background cultural que llevamos encima y descubrirlo es algo trágico. Por suerte la relación con el padre tiene este tinte más esperanzador.

- ¿Cómo describiría la Berlinale? ¿Qué tiene de especial este festival frente a otros?
Yo creo que la Berlinale es un festival muy comprometido con la descripción de realidades y con las películas que tienen un cierto posicionamiento político. Tienen un compromiso por la diversidad de cine de muchos lugares del mundo, y, por lo tanto, es una ventana abierta a la industria del cine y a la ciudad de Berlín que es muy cinéfila, que en estos días llena las salas. Abre esta ventana a conocer el mundo de otra manera a través del cine.

- ¿Qué espera de su participación en este certamen?
Cuando haces una película la haces para que el público la vea. Las preocupaciones durante el proceso de creación son tan extremas que el hecho de ser seleccionada en Berlín y de mostrarse es como un final de trayecto, todo lo que viene a partir de esto (premios, reconocimientos…) yo lo veo como un extra. Es un espacio en el que nosotros como cineastas ya no controlamos, la película está hecha y es ella la que tiene que encajar con el gusto o expectativas de la gente, o no hacerlo.

- ¿Tiene la película distribuidora en España?
Sí, A contracorriente, que estrenará la película durante este año.