Hablamos con Simón Mesa sobre el estreno de "Amparo" en Cannes

por © Carolina G. Guerrero / Esther González-NOTICINE.com
Simón Mesa (T.Ayerdi)
Simón Mesa (T.Ayerdi)
El colombiano Simón Mesa se encuentra en el Festival de Cannes presentando su opera prima, "Amparo", la historia de una madre que, tras ser forzosamente reclutado su hijo durante el conflicto civil de los años noventa, intenta salvarlo. La película, que está centrada en su protagonista femenina, protagonizada por Sandra Melissa Torres, no es el primer relato de temática social en defensa de la mujer del medellinense. Su cortometraje "Leidi", Palma de Oro en este mismo festival, ya analizaba desde un prisma documental la lucha de la mujer en Colombia. "Amparo" está incluida en la sección autónoma de Cannes en la que compite junto a otro film iberoamericano, "Libertad" de la catalana Clara Roquet. El director, productor y guionista del viaje de una mujer contra el odio, la corrupción y la violencia, ha hablado en exclusiva con NOTICINE.com.

- ¿Por qué eligió el contexto de los años noventa en Colombia?
Quería hacer algo más personal. Me interesaba ver cómo era crecer en Medellín en esa época, visitar una historia con mi madre, yo soy hijo de madre soltera, quería ver a mi mamá como una suerte de guerrera. Partió de lo personal pero digamos que el contexto es lo que llamamos en Colombia las batidas. Me parecía un acto muy violento. Mi generación y anteriores a mí, sentíamos que era algo muy fuerte que te montaran en un camión... Entonces hice investigación pero siempre quise fijarme en el punto de vista de Amparo. También estaba muy presente el hijo pero se fue haciendo más ausente a partir que el ejército se lo llevara.

- ¿Cómo fue la producción de su primer largometraje?
Estuve varios años desarrollando el proyecto hasta que por fin lo hicimos pasaron cinco años, es bien complejo hacer cine en Colombia. Nosotros tomamos la decisión de producir la película, un poco por tomar las decisiones. Mi oficio es profesor, de eso vivo y tengo que sacar tiempo libre para hacer cine, es difícil, producir es muy difícil, te trae sensaciones emocionantes, una alegría muy grande pero también te pone entre las cuerdas. Definitivamente es un acto de fe, hago la primera a ver cómo sale y si no sigo como profesor. Ahora estoy con la segunda y es un poco más fácil. Esperamos que el proceso sea más suave. Al final uno siempre lo hace, ya llevo quince años estudiando cine, hice una maestría y es una adicción, es como dejar de fumar.

- En el reparto trabaja Sandra Melissa Torres junto a otros actores no profesionales, ¿cómo fueron los castings para seleccionar a los personajes de "Amparo"?
No me interesa trabajar sólo con no actores. En Medellín cuando iniciamos el casting intentamos no cerrarnos a nada, vimos actrices profesionales, no teníamos restricciones. Sandra y Amparo son dos seres totalmente diferentes, Sandra hizo su parte como actriz y creo que en toda esa búsqueda que hicimos ella fue quien más mostró el personaje. Hay muchas opciones pero entre los actores aquí hay más tradición de teatro que en el cine.

- La naturalidad del personaje de la madre de Amparo, interpretado por Luciana Gallego Alvarez, es muy destacable, ¿se ha basado en alguna persona real para componerlo?
La madre de Amparo en el guion estaba un poco insinuado que iba a ser una mujer fuerte pero la actriz era un poco así y terminó creando el personaje. Yo creo que fue tal vez intuitivo porque ésa era la imagen que me transmitía mi propia abuela. Al final uno termina filtrando sus propias vivencias en las historias. Es una película que se centra en Amparo como madre y muchas situaciones que vienen de mi crecer, de momentos cotidianos aunque esté en un contexto político muy duro porque se trata de una película definitivamente política.

- ¿Por qué el ámbito político gana tanto peso en su película?
Porque Colombia es una sociedad habituada a ese mundo áspero, creces con esa generación como de cansancio. Es una sociedad corrupta, violenta, machista, dificil...uno piensa que debe conformarse, vivir así. Hay veces que te dan ganas de quedarte para hacer una sociedad mejor pero otras simplemente te vas. Yo vivo en Medellín era una forma de sacar esa disconformidad. Estaba deliberadamente haciendo una película política que representara una posición frente a esta sociedad conformista.

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