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Uno de los más sólidos actores argentinos de su generación, Jorge Marrale fue prolífico en roles de villano, pero ya en su madurez ha sido capaz de brillar con personajes que exhiben una humanidad patente en su clara mirada, y en su sonrisa. En Huelva por tercera vez, ahora con "El rapto", que se perfila como una posible favorita al Colón de Oro, habló en exclusiva con NOTICINE.com sobre sus últimos trabajos, sus aprendizajes en la vida y el amor al cine, que le contagió su madre gallega.  

- Es su segunda película reciente con una directora, después de "Empieza el baile", ¿Es muy diferente ser dirigido por una mujer?
Yo vengo del mundo de la televisión en Argentina, en los años 80, también me dirigió una mujer, María Armilla de Avellaneda, que era como una mosca blanca dentro del mundo de la televisión dominado por hombres. Encuentro la mirada de la mujer, no solo en el caso de Marina Seresesky en “Empieza el baile”, sino también con Daniela Goggi , que ya me dirigió antes a mí en “María Marta: El crimen del country”, una serie de HBO. Estuvimos trabajando entonces casi 4 meses juntos. Lo que veo en la mira de la mujer es una mirada con una sensibilidad particular que complementa y amplia de forma notable, me percaté de esto con todas las mujeres con las que trabajé. Tienen una mirada especial y yo me congratulo de trabajar con ellas, me sacan lo mejor, me miran y analizan los roles de manera distinta. Debería haber más directoras e ingresar más, es una mirada novedosa y nueva, con un conocimiento en lo sensible de lo humano mucho más notable.

- A Daniela la conocemos más por películas comerciales, aquí se revela como una directora mucho más compleja, ¿Cómo cree que se ha producido esta transformación?
Creo que, como los actores, los directores a veces también toman proyectos que no son lo que desean profundamente. Esto es lo que le pasó a Daniela, hizo películas de buena facturación, es una directora joven, es su crecimiento, y esto es un oficio. Mirando "El rapto" te das cuenta de que es un inmenso progreso, ella sabe escuchar y te da la libertad de ser.

- ¿Filmaron ustedes mucho más de lo que se ve? Porque la película va hurtando información, que en otras películas sería un problema, sin embargo, en ésta parece que ayuda al espectador a transitar por las etapas del protagonista...
Además del trabajo dramático, ahí está el trabajo de Rodrigo de la Serna, no deja cabo suelto, si deja alguno es para que te conmuevas con lo que sucede, para generar desconcierto, el deseo de recuperar a su hermano le hace delirar con las acciones, para mí es uno de los actores argentinos más notables.

- ¿Qué opina de su personaje, el padre de la saga, que parece resultar no tan concernido por el secuestro de su hijo?
¿Elías? Se le ve más abuelo o empresario que padre, tuvimos que construir el personaje junto a Daniela Goggi y Andrea Garrote, respecto al funcionamiento del protagonista, un padre con mirada doble, una más pronunciada y ocupada hacia la empresa y otra distante sobre el destino de sus hijos. Uno de ellos desaparece rápido de la escena y su ausencia está permanente en el rol de Rodrigo de la Serna, su hermano en la ficción, uno conoce padres así, distantes, una ambigüedad con la que me gustó trabajar.

-  La historia está basada en un caso real ¿Su personaje es fiel al personaje real?
No lo puedo saber, toda película es una recreación, es una libre adaptación del libro, pero la película aprovecha el relato para tratar otras cosas como la mirada sobre la Argentina de ese momento, con esa extorsión de los servicios que hoy en día se sigue manteniendo, es algo que se trata durante toda la película, y que, como metáfora al ver a esos padres tan ocupados de sus hijos, se plantea el qué va a pasar con esas nuevas generaciones.



- Últimamente ha hecho “La Burbuja”, ¿Qué puede contar de esta película?
Tiene que ver con una estafa, en términos de un personaje que hace creer a los demás que está sucediendo algo, una hecatombe parecida a la pandemia e involucra a su familia. Es un thriller dirigido por Miguel Roca y que aún no vi completo, el 28 de diciembre lo estrenamos.

- En agosto rodó otra, “¿Qué busca mi personaje?”...
Sí, la Argentina está teniendo un cine federal muy interesante, cada provincia está teniendo leyes propias que les permiten filmar donde sea. En esta hago de Jorge Marrale, es muy interesante y divertida.

- ¿Qué encuentros personales cree que han sido importantes en su vida?
Hay encuentros que no tienen que ver con el trabajo en sí, sino con encontrarse con determinadas personas, vitales, como con directores y directoras. Tengo que agradecer que algunos directores como Alejandro Doria, me vieran en los teatros y me pidieran acudir al cine o a la televisión, me dirigió en “Las manos”. Aprendí mucho de la gente, me moviliza la sensibilidad, es necesario en este oficio ser sensible y abierto, a eso aprendí, a aumentar la sensibilidad, llegó con el tiempo, para interpretar con mayor profundidad y autenticidad.

- ¿Y qué aprendió de su madre, española?
La alegría de vivir, el canto... Cuando no había lavadoras, mi vieja cantaba cantos y morriñas gallegas mientras lavaba a mano, no me olvido de eso. Si hay alguien que haya influido en mi vocación, fue ella, divertida. Falleció temprano, iba mucho con ella al cine del barrio, ella amaba el cine, y yo terminé amando al cine al ver como ella lo amaba. Soy un gran agradecido a mi veja.

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