Alejandro Amenábar logra aplausos pero divide a la crítica con "Agora"
- por © E.E. (Cannes)-NOTICINE.com
El esperado regreso del chileno-español Alejandro Amenábar, cinco años después de "Mar adentro", con la película que dicen podría ser -costó 50 millones de euros- la más cara en la historia del cine español, ha dividido a la crítica en Cannes. "Agora", el más ambicioso de sus proyectos parte de su interés y estudio de la astronomía, que le llevó a conocer a Hipatia, una astrónoma en la Alejandría del faro y la biblioteca, en el siglo IV de nuestra era, personaje real apasionante y nunca antes protagonista en la gran pantalla.
Film cien por cien español, coproducido entre su propia compañía, Himenóptero, la de su amigo Fernando Bovaira, y Telecinco Cinema, "Agora" no pudo entrar en la competencia del Festival más importante del mundo, pero -a diferencia de Coppola- el hispanoamericano sí accedió a participar en la categoría "fuera de concurso" y con ello a una atención mediática -a la que le ayuda el protagonismo en pantalla y la presencia aquí de la británica Rachel Weisz- que puede favorecer sus ventas en el mercado.
Es de hecho la primera vez que el chileno de nacimiento participa en el festival de la Costa Azul, algo que le ha llenado de satisfacción. No sabemos si otro tanto pensará al leer las críticas, que a pesar de reconocer lo suntuoso de la producción -realizada en Malta, en estudios al aire libre- carga las tintas sobre la larga duración, el exceso de "astronomismo" del guión y la escasa emoción que despliega esta historia épica que -según ha explicado Amenábar en rueda de prensa- es un film contra la intolerancia y el fundamentalismo, que en los hechos narrados corresponde a los cristianos en su ascenso al poder romano.
En la egipcia ciudad de Alejandría enseña astronomía y matemáticas Hipatia, una mujer librepensadora que chocará con el dogmatismo anticientífico de los cristianos, quienes imponen su credo a sangre y fuego, arrasan la biblioteca donde enseña y la convierten en martir. Amenábar sostiene que siempre fue consciente de que estaba haciendo "Una película sobre el pasado que podía a la vez ser muy contemporánea".
En este sentido, añade: "Pudiera interpretarse como un film anticristiano pero también he encontrado paralelismos en el martirio de Hipatia con el Cristianismo, y la tortura y martirio de Jesús. Es una película contra el fundamentalismo que elimina al que piensa diferente de lo que se considera ortodoxo".
Reconoce el chileno-español que se inspiró por los grandes espectáculos épicos de David Lean o "Ben Hur", pero que también quiso conservar el concepto de intimismo de algunas de sus cintas previas, y que a pesar del alto presupuesto, los decorados y los extras, no considera a "Agora" su película más difícil, "porque fuimos a rodar con todo muy preparado, un buen "story-board" y sin sufrir inclemencias del tiempo que nos perjudicaran".
Por su parte, Weisz ha declarado su admiración y cariño por Amenábar, de quien dijo haber visto todas sus películas: "Hubiera hecho cualquier película con él, pero además me ofreció un papel espléndido. Hipatia es una mujer obsesionada por su trabajo, por el cual lo sacrifica todo. Es un tipo de personaje que habitualmente se asocia con lo masculino, pero aquí es una mujer, que consagró su vida al trabajo y se convirtió en martir por sus ideas. Nunca había oído hablar de ella antes de leer el guión".
A pesar de que el pase de prensa, como tal mayoritariamente contemplado por periodistas y críticos, acabó en aplausos, las primeras críticas publicadas coinciden en reconocer la valentía del cineasta español por tratar un tema tan ambicioso, la calidad de una producción que podría ser una de las independientes europeas más caras del año, pero no consideran que el resultado haya estado a la altura de las ambiciones, sobre todo en el terreno dramático, emocional, interpretativo (en los personajes masculinos) y de equilibrio entre sus ingredientes. Y estas opiniones repartidas coinciden tanto en las publicaciones españolas como en las anglosajonas como Screen International o Variety.
Film cien por cien español, coproducido entre su propia compañía, Himenóptero, la de su amigo Fernando Bovaira, y Telecinco Cinema, "Agora" no pudo entrar en la competencia del Festival más importante del mundo, pero -a diferencia de Coppola- el hispanoamericano sí accedió a participar en la categoría "fuera de concurso" y con ello a una atención mediática -a la que le ayuda el protagonismo en pantalla y la presencia aquí de la británica Rachel Weisz- que puede favorecer sus ventas en el mercado.
Es de hecho la primera vez que el chileno de nacimiento participa en el festival de la Costa Azul, algo que le ha llenado de satisfacción. No sabemos si otro tanto pensará al leer las críticas, que a pesar de reconocer lo suntuoso de la producción -realizada en Malta, en estudios al aire libre- carga las tintas sobre la larga duración, el exceso de "astronomismo" del guión y la escasa emoción que despliega esta historia épica que -según ha explicado Amenábar en rueda de prensa- es un film contra la intolerancia y el fundamentalismo, que en los hechos narrados corresponde a los cristianos en su ascenso al poder romano.
En la egipcia ciudad de Alejandría enseña astronomía y matemáticas Hipatia, una mujer librepensadora que chocará con el dogmatismo anticientífico de los cristianos, quienes imponen su credo a sangre y fuego, arrasan la biblioteca donde enseña y la convierten en martir. Amenábar sostiene que siempre fue consciente de que estaba haciendo "Una película sobre el pasado que podía a la vez ser muy contemporánea".
En este sentido, añade: "Pudiera interpretarse como un film anticristiano pero también he encontrado paralelismos en el martirio de Hipatia con el Cristianismo, y la tortura y martirio de Jesús. Es una película contra el fundamentalismo que elimina al que piensa diferente de lo que se considera ortodoxo".
Reconoce el chileno-español que se inspiró por los grandes espectáculos épicos de David Lean o "Ben Hur", pero que también quiso conservar el concepto de intimismo de algunas de sus cintas previas, y que a pesar del alto presupuesto, los decorados y los extras, no considera a "Agora" su película más difícil, "porque fuimos a rodar con todo muy preparado, un buen "story-board" y sin sufrir inclemencias del tiempo que nos perjudicaran".
Por su parte, Weisz ha declarado su admiración y cariño por Amenábar, de quien dijo haber visto todas sus películas: "Hubiera hecho cualquier película con él, pero además me ofreció un papel espléndido. Hipatia es una mujer obsesionada por su trabajo, por el cual lo sacrifica todo. Es un tipo de personaje que habitualmente se asocia con lo masculino, pero aquí es una mujer, que consagró su vida al trabajo y se convirtió en martir por sus ideas. Nunca había oído hablar de ella antes de leer el guión".
A pesar de que el pase de prensa, como tal mayoritariamente contemplado por periodistas y críticos, acabó en aplausos, las primeras críticas publicadas coinciden en reconocer la valentía del cineasta español por tratar un tema tan ambicioso, la calidad de una producción que podría ser una de las independientes europeas más caras del año, pero no consideran que el resultado haya estado a la altura de las ambiciones, sobre todo en el terreno dramático, emocional, interpretativo (en los personajes masculinos) y de equilibrio entre sus ingredientes. Y estas opiniones repartidas coinciden tanto en las publicaciones españolas como en las anglosajonas como Screen International o Variety.