El ecuatoriano Sebastián Cordero estrena en España su coproducción "Rabia"
- por © J.A. (Málaga)-NOTICINE.com
Se rodó en España, aunque sus protagonistas son dos emigrantes latinos, y ahora por primera vez, después de una exitosa carrera en festivales, "Rabia" se presenta en el país europeo en el marco de la competencia del Festival de Málaga, donde las impresiones iniciales han sido positivas para esta historia de amor, con un trasfondo social, y la tensión propia del cine de suspense. NOTICINE.com habló en exclusiva con su director, el ecuatoriano Sebastián Cordero, y su protagonista, le bella actriz colombiana Martina García.
"Es una película -afirma Cordero- que cuenta la historia de dos emigrantes latinoamericanos en España que son novios. El hombre trabaja en la construcción y ella en el servicio doméstico en una gran casa venida a menos. El, José María tiene un carácter muy fuerte y su tendencia es a meterse en broncas. Así, un día accidentalmente mata a su capataz y se ve obligado a esconderse en alguna parte porque lo persigue la policía. Elige la gran casa donde trabaja su chica, sin que nadie lo sepa, incluída ella misma. Entonces, el vive aculto en el desván de la mansión, comiendo lo que puede, y al rato de estar allí descubre que hay dos líneas telefónicas y a través de una de ellas puede comunicarse por la otra con su novia, Rosa, pero no le dice que está bajo su mismo techo. Le pide que le espere, que algún día podrán estar juntos. Es pues una historia de un amor imposible entre dos personas que viven a distancia aunque estén en el mismo espacio. Yo lo veo como una película con su contexto social pero por otro lado es un "thriller" muy estilizado".
Las anteriores cintas del guionista y realizador ecuatoriano, "Ratas, ratones y rateros" y "Crónicas" alcanzaron una amplia relevancia internacional por el tratamiento de temáticas sociopolíticas con el ritmo y las técnicas del cine de género, un cocktail que resulta grato a Cordero.
"No necesariamente busco sólo el "thriller" -asegura-, pero yo siempre he pensado que el cine tiene la responsabilidad de contar la realidad social, política... lo más auténtica posible, y si tiene la posibilidad de abrirle los ojos a alguien, es maravilloso. Pero a la vez creo que el cine tiene que entretener al espectador, y si no logras engancharlo y tenerlo atento a la pantalla fracasas en contar la historia. Combinar mensaje e interés me parece importantísimo, y ese balance creo que es el que ahora mismo con más fuerza está agarrando en el cine latinoamericano actual. Seguiré por esa rama, a veces será con el "thriller" o a veces por otro lado, pero siempre con ese objetivo".
Para la joven actriz bogotana Martina García García, "Rabia" no es su primera experiencia protagonista en cine, ya que debutó con poco más de 20 años en la cinta de su compatriota Sergio Cabrera "Perder es cuestión de método", pero sí quizás su trabajo más arriesgado. "Se dio porque inicialmente era una coproducción de España con México, pero después entró también Colombia, que tenía que aportar a la protagonista, y tuve la suerte de ser yo la elegida. Me enviaron el guión y empezamos a trabajar hasta que fuimos a filmar al País Vasco", cuenta.
"Yo había debutado -añade- en el cine con un papel también protagónico, en "Perder es cuestión de método", después hice uno de reparto en "Satanas" y otro personaje importante en la mexicana "Amar a morir", y luego vino "Rabia", que es particularmente importante porque la historia está sobre todo encima de Rosa, mi personaje".
A diferencia de otras actrices colombianas que triunfaron primero en televisión para luego hacer cine, García ha recorrido casi un camino inverso, o al menos ha brillado primero en la gran pantalla. "Mi caso -explica- es un poco particular y no es facil la elección, porque tampoco hay tantas oportunidades de hacer películas. Aunque ahora se está viviendo un buen momento, un despertar del cine en Colombia. Pero es cierto que he hecho más cine que televisión y eso es inusual para una actriz no sólo colombiana, sino latinoamericana en general".
Para Martina las mayores dificultades de "Rabia" fueron por un lado el plan de producción que obligaba por el cambio físico de su compañero, el mexicano Gustavo Sánchez Parra, a empezar prácticamente por el desenlace de la película, y por otro el estar embarazada y ser madre de un niño en la ficción y tener que manejar ese bebé. "Yo no soy madre, y no es que piense que para hacer ese papel tuviera que pasar por la maternidad, porque soy actriz y ese es mi trabajo. Si hiciera de asesina no tendría que haber matado antes... (risas). Pero sí me costó trabajar con un recién nacido de dos semanas y hacerlo sentir cómodo entre mis brazos. Por suerte tenía a su madre al lado y tuvimos que acostumbrarnos el uno al otro".
A Martina, que combina dulzura y belleza a sus aún no cumplidos 29 años, pronto la veremos en otra cinta iberoamericana importante, "Biutiful", al lado de Javier Bardem, que se estrenará mundialmente en Cannes el mes próximo.
"Es una película -afirma Cordero- que cuenta la historia de dos emigrantes latinoamericanos en España que son novios. El hombre trabaja en la construcción y ella en el servicio doméstico en una gran casa venida a menos. El, José María tiene un carácter muy fuerte y su tendencia es a meterse en broncas. Así, un día accidentalmente mata a su capataz y se ve obligado a esconderse en alguna parte porque lo persigue la policía. Elige la gran casa donde trabaja su chica, sin que nadie lo sepa, incluída ella misma. Entonces, el vive aculto en el desván de la mansión, comiendo lo que puede, y al rato de estar allí descubre que hay dos líneas telefónicas y a través de una de ellas puede comunicarse por la otra con su novia, Rosa, pero no le dice que está bajo su mismo techo. Le pide que le espere, que algún día podrán estar juntos. Es pues una historia de un amor imposible entre dos personas que viven a distancia aunque estén en el mismo espacio. Yo lo veo como una película con su contexto social pero por otro lado es un "thriller" muy estilizado".
Las anteriores cintas del guionista y realizador ecuatoriano, "Ratas, ratones y rateros" y "Crónicas" alcanzaron una amplia relevancia internacional por el tratamiento de temáticas sociopolíticas con el ritmo y las técnicas del cine de género, un cocktail que resulta grato a Cordero.
"No necesariamente busco sólo el "thriller" -asegura-, pero yo siempre he pensado que el cine tiene la responsabilidad de contar la realidad social, política... lo más auténtica posible, y si tiene la posibilidad de abrirle los ojos a alguien, es maravilloso. Pero a la vez creo que el cine tiene que entretener al espectador, y si no logras engancharlo y tenerlo atento a la pantalla fracasas en contar la historia. Combinar mensaje e interés me parece importantísimo, y ese balance creo que es el que ahora mismo con más fuerza está agarrando en el cine latinoamericano actual. Seguiré por esa rama, a veces será con el "thriller" o a veces por otro lado, pero siempre con ese objetivo".
Para la joven actriz bogotana Martina García García, "Rabia" no es su primera experiencia protagonista en cine, ya que debutó con poco más de 20 años en la cinta de su compatriota Sergio Cabrera "Perder es cuestión de método", pero sí quizás su trabajo más arriesgado. "Se dio porque inicialmente era una coproducción de España con México, pero después entró también Colombia, que tenía que aportar a la protagonista, y tuve la suerte de ser yo la elegida. Me enviaron el guión y empezamos a trabajar hasta que fuimos a filmar al País Vasco", cuenta.
"Yo había debutado -añade- en el cine con un papel también protagónico, en "Perder es cuestión de método", después hice uno de reparto en "Satanas" y otro personaje importante en la mexicana "Amar a morir", y luego vino "Rabia", que es particularmente importante porque la historia está sobre todo encima de Rosa, mi personaje".
A diferencia de otras actrices colombianas que triunfaron primero en televisión para luego hacer cine, García ha recorrido casi un camino inverso, o al menos ha brillado primero en la gran pantalla. "Mi caso -explica- es un poco particular y no es facil la elección, porque tampoco hay tantas oportunidades de hacer películas. Aunque ahora se está viviendo un buen momento, un despertar del cine en Colombia. Pero es cierto que he hecho más cine que televisión y eso es inusual para una actriz no sólo colombiana, sino latinoamericana en general".
Para Martina las mayores dificultades de "Rabia" fueron por un lado el plan de producción que obligaba por el cambio físico de su compañero, el mexicano Gustavo Sánchez Parra, a empezar prácticamente por el desenlace de la película, y por otro el estar embarazada y ser madre de un niño en la ficción y tener que manejar ese bebé. "Yo no soy madre, y no es que piense que para hacer ese papel tuviera que pasar por la maternidad, porque soy actriz y ese es mi trabajo. Si hiciera de asesina no tendría que haber matado antes... (risas). Pero sí me costó trabajar con un recién nacido de dos semanas y hacerlo sentir cómodo entre mis brazos. Por suerte tenía a su madre al lado y tuvimos que acostumbrarnos el uno al otro".
A Martina, que combina dulzura y belleza a sus aún no cumplidos 29 años, pronto la veremos en otra cinta iberoamericana importante, "Biutiful", al lado de Javier Bardem, que se estrenará mundialmente en Cannes el mes próximo.