Festival de La Habana: Primeras recomendaciones
- por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
Con la proyección del film "Revolución", homenaje de 10 realizadores mexicanos que mediante sendos cortos agrupados en ese largometraje rinden homenaje al Centenario de la Revolución Mexicana, comenzó este jueves la 32 edición del el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (que se extenderá hasta el día 12) en su habitual sede de inauguración, el teatro Karl Marx. Como siempre, durante todo el día varios cines en la capital comenzaron sus tandas con films del evento, lo cual continuará durante los 10 días, proyectándose al resto del país.
Hablando de estos, los largos de ficción que concursan, más allá de su valía intrínseca, apuntan a una realidad incuestionable: la evidente madurez del nuevo cine latinoamericano, asentado en una pluralidad de estilos, lenguajes, poéticas –incluso- que nos permite, a pesar de las crisis y las dificultades para hacerlo, hombrearnos con las más aventajadas cinematografías primermundistas.
Quizá las propias carencias materiales, las tortuosas (no otro término cabe) condiciones en que la mayoría de nuestros cineastas hace su obra, implique un incentivo para encauzar el evidente talento -claro que sin este no hubiera nada- hacia resultados cuánto menos notables, respetuosos, al margen de las preferencias y las (in)satisfacciones.
2010 es un año que ha permitido el lucimiento de varias cinematografías, las cuales oscilan en sus conquistas pero de un modo u otro, se mantienen enarbolando el puntero fílmico: Argentina, México y Brasil están no sólo cuantitativa sino (lo más importante) cualitativamente bien representados; Chile hace tiempo se ha colocado en esa avanzada, mientras otras cinematografías (Venezuela, Perú, así como más de una coproducción) también responden más que dignamente.
De los porteños y sus contornos recibiremos varios films que no hay que perderse, entre ellos (y no sólo por esto, claro) su propuesta ante el Oscar: "Carancho", un film de Pablo Trapero ("Leonera") inspirado en el alto porciento de accidentes de tránsito que tienen lugar a diario en la cosmopolita Buenos Aires: película literalmente violenta pero que significa un mayor redondeo narrativo en este cineasta interesante pero que en anteriores obras ha dado más de un tropiezo en las puestas; otra para seguir es "La mirada invisible", de Diego Lerman ("Tan de repente"), historia de espionajes y delaciones en un centro educativo en plena dictadura militar que, sin embargo, prioriza el drama humano y las relaciones interpersonales.
El país que anda celebrando el Centenario de su Revolución acerca "De la infancia", realizada por ese personal y original autor que es Carlos Carrera ("El traspatio"), contundente indagación en la niñez desprotegida, como se sabe mal endémico de toda la región. De allí, rubricado por la querida María Novaro ("Danzón") es otra cinta sobre las relaciones familiares, pero que enrumba la diégesis hacía la química y la biología, sin olvidar el corazón: "Las buenas hierbas".
Chile trae "La vida de los peces", de Matías Bize ("En la cama"), relato de desarraigos, de exilios también interiores, amores que enlazan varios países.
Estos dos últimos países se unen a Alemania en la coproducción "Post morten", de Pablo Larraín ("Tony Manero") sobre otra obsesión chilena: una desaparición en pleno golpe de Estado pinochetista en 1973.
Pero estas cinematografías colegiadas siguen dando frutos nada menos que con la unión de Venezuela, Cuba y Francia en "Havana Eva", de la amiga Fina Tórres ("Mecánicas celestes"), una deliciosa comedia desarrollada en la capital cubana, con triángulo amoroso (tipo muchacha que se debate entre dos hombres) la cual desde ya es fuerte candidata al premio de la popularidad.
A propósito de casa, Cuba compite con 4 estrenos, incluido el ya visto y premiado "José Martí, el ojo del canario", de Fernando Pérez.
El otro gigante sureño, Brasil, intentará sorprendernos con "Como esquezer" (Cómo olvidar) realizada por Malú de Martino, drama lésbico que exhibe matices muy peculiares.
De otros lares (República Dominicana, Perú/Francia, Uruguay/España…) llegarán también historias, ca(s)os, personajes que nos invitarán desde la pantalla a la complicidad y el juicio.
Respecto al documental, los cortos, animados, guiones inéditos y carteles, también hay estimable representación de no pocos países, los cuales aspiran a los premios corales (oficiales del concurso) y a los colaterales que entregarán diversas instituciones y organismos, incluso internacionales.
Entre las novedades de este año, figuran los acápites Vanguardias (con propuestas experimentales y novedosas de jóvenes cineastas), El Oscar en la Habana (mediante títulos, la mayoría menos conocidos, que han sido galardonados con la preciada estatuilla) y Nuestra América en el Bicentenario de la Independencia a Cien años de la Revolución Mexicana (cortos y largos que reverencian la efemérides).
Repiten: las muestras internacionales, Panoramas latinoamericano y Contemporáneo Internacional, Latinoamérica Primera Copia, Hecho en Cuba, Cine fantástico y de horror en América Latina y las secciones informativas de todos los géneros.
Entre las presentaciones especiales, sobresale "Esta noche poseeré tu cadáver", una película que realizara el brasileño José Mojica en 1967, que contará con acompañamiento musical en vivo.
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Hablando de estos, los largos de ficción que concursan, más allá de su valía intrínseca, apuntan a una realidad incuestionable: la evidente madurez del nuevo cine latinoamericano, asentado en una pluralidad de estilos, lenguajes, poéticas –incluso- que nos permite, a pesar de las crisis y las dificultades para hacerlo, hombrearnos con las más aventajadas cinematografías primermundistas.
Quizá las propias carencias materiales, las tortuosas (no otro término cabe) condiciones en que la mayoría de nuestros cineastas hace su obra, implique un incentivo para encauzar el evidente talento -claro que sin este no hubiera nada- hacia resultados cuánto menos notables, respetuosos, al margen de las preferencias y las (in)satisfacciones.
2010 es un año que ha permitido el lucimiento de varias cinematografías, las cuales oscilan en sus conquistas pero de un modo u otro, se mantienen enarbolando el puntero fílmico: Argentina, México y Brasil están no sólo cuantitativa sino (lo más importante) cualitativamente bien representados; Chile hace tiempo se ha colocado en esa avanzada, mientras otras cinematografías (Venezuela, Perú, así como más de una coproducción) también responden más que dignamente.
De los porteños y sus contornos recibiremos varios films que no hay que perderse, entre ellos (y no sólo por esto, claro) su propuesta ante el Oscar: "Carancho", un film de Pablo Trapero ("Leonera") inspirado en el alto porciento de accidentes de tránsito que tienen lugar a diario en la cosmopolita Buenos Aires: película literalmente violenta pero que significa un mayor redondeo narrativo en este cineasta interesante pero que en anteriores obras ha dado más de un tropiezo en las puestas; otra para seguir es "La mirada invisible", de Diego Lerman ("Tan de repente"), historia de espionajes y delaciones en un centro educativo en plena dictadura militar que, sin embargo, prioriza el drama humano y las relaciones interpersonales.
El país que anda celebrando el Centenario de su Revolución acerca "De la infancia", realizada por ese personal y original autor que es Carlos Carrera ("El traspatio"), contundente indagación en la niñez desprotegida, como se sabe mal endémico de toda la región. De allí, rubricado por la querida María Novaro ("Danzón") es otra cinta sobre las relaciones familiares, pero que enrumba la diégesis hacía la química y la biología, sin olvidar el corazón: "Las buenas hierbas".
Chile trae "La vida de los peces", de Matías Bize ("En la cama"), relato de desarraigos, de exilios también interiores, amores que enlazan varios países.
Estos dos últimos países se unen a Alemania en la coproducción "Post morten", de Pablo Larraín ("Tony Manero") sobre otra obsesión chilena: una desaparición en pleno golpe de Estado pinochetista en 1973.
Pero estas cinematografías colegiadas siguen dando frutos nada menos que con la unión de Venezuela, Cuba y Francia en "Havana Eva", de la amiga Fina Tórres ("Mecánicas celestes"), una deliciosa comedia desarrollada en la capital cubana, con triángulo amoroso (tipo muchacha que se debate entre dos hombres) la cual desde ya es fuerte candidata al premio de la popularidad.
A propósito de casa, Cuba compite con 4 estrenos, incluido el ya visto y premiado "José Martí, el ojo del canario", de Fernando Pérez.
El otro gigante sureño, Brasil, intentará sorprendernos con "Como esquezer" (Cómo olvidar) realizada por Malú de Martino, drama lésbico que exhibe matices muy peculiares.
De otros lares (República Dominicana, Perú/Francia, Uruguay/España…) llegarán también historias, ca(s)os, personajes que nos invitarán desde la pantalla a la complicidad y el juicio.
Respecto al documental, los cortos, animados, guiones inéditos y carteles, también hay estimable representación de no pocos países, los cuales aspiran a los premios corales (oficiales del concurso) y a los colaterales que entregarán diversas instituciones y organismos, incluso internacionales.
Entre las novedades de este año, figuran los acápites Vanguardias (con propuestas experimentales y novedosas de jóvenes cineastas), El Oscar en la Habana (mediante títulos, la mayoría menos conocidos, que han sido galardonados con la preciada estatuilla) y Nuestra América en el Bicentenario de la Independencia a Cien años de la Revolución Mexicana (cortos y largos que reverencian la efemérides).
Repiten: las muestras internacionales, Panoramas latinoamericano y Contemporáneo Internacional, Latinoamérica Primera Copia, Hecho en Cuba, Cine fantástico y de horror en América Latina y las secciones informativas de todos los géneros.
Entre las presentaciones especiales, sobresale "Esta noche poseeré tu cadáver", una película que realizara el brasileño José Mojica en 1967, que contará con acompañamiento musical en vivo.
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