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Por Daniel Olave M.

A los 29 años, la actriz chilena Manuela Martelli se consagra como una de las actrices más importantes del cine chileno gracias a la cinta de Alicia Scherson "El Futuro", coproducción chileno-italo-española, basada en el libro "Una novelita lumpen", del escritor Roberto Bolaño, y que se ha estrenado esta semana en el estadounidense Festival de Cine de Sundance.

Martelli, quien debutó a los 18 años con el filme "B-Happy", de Gonzalo Justiniano, ha participado en otros como "Machuca", de Andrés Wood, "Como un avión estrellado", del argentino Ezequiel Acuña, "Malta con huevo", de Cristóbal Valderrama, "Radio corazón", de El Rumpy  y "Navidad", de Sebastián Lelio, con la que estuvo en el Festival de Cannes. Ahora se encuentra en Sundance, presentando su más reciente trabajo y acompañada nada menos que por una leyenda del cine como Rutger Hauer, el actor holandés  famoso por su trabajo junto a Paul Verhoeven  y películas de culto como "Blade Runner" y "Furia ciega".

"El tiene demasiadas películas en el cuerpo", dice Manuela de su coestrella, "pero se mete mucho en su papel, y siempre está buscando opciones y maneras de enriquecer el personaje y meter detallitos. Un tipo súper dedicado, se fascinó por la novela y conmigo tuvo mucha sintonía. Le encanta contar historias, y hablar de sus películas, es divertido Rutger".

"El futuro", es el tercer largometraje de Scherson (tras "Play", ganadora en Tribeca y "Turistas") y en ella, Manuela encarna a Bianca, una muchacha que tras un accidente que provoca la muerte de sus padres, debe hacerse cargo de su hermano y sobrevivir en una Roma casi apocalíptica, donde conoce a un viejo actor de películas de romanos, encarnado por Hauer. Filmada en gran parte en Italia, está coprotagonizada por actores de ese país como Luigi Ciardo, Nicolas Vaporidis y Alessandro Giallocosta.

Sobre su trabajo en "El futuro", la joven actriz asegura que fue "tremendo",  debido a lo extenso del rodaje. "Fue un proyecto largo. Un rompecabezas a nivel de producción, rodada en tres países en dos momentos distintos, en  tres idiomas. Pero para mí, ha sido muy enriquecedor, una experiencia maravillosa. Me encanta la novela de Bolaño y también la adaptación que hizo Alicia. Es una suerte poder hacer ese personaje precioso".

Además, cuenta Martelli, fue la primera vez que trabaja con una directora mujer. "Fue una muy buena experiencia. También tuvimos mucha sintonía. Agradezco el humor que tiene, un humor muy delicado, y negro, distinto al de Bolaño, pero cercano también. Fue muy entretenido. Ella se preocupa mucho de las actuaciones y es muy precisa".

Su experiencia con Alicia Scherson servirá como parte del aprendizaje de una nueva etapa que emprenderá Martelli, quien prepara su debut en la realización cinematográfica.  Lleva dos años en Filadelfia, estudiando un máster en dirección de cine, y actualmente trabaja en su proyecto de tesis: el guión de su primer largometraje como directora. "Mi idea es hacer la investigación en parte en Chile luego vuelvo para terminar el guión. Como tengo dos becas, la Fullbright y la beca Chile, ambas me hacen volver a Chile, y mi idea es venir y filmar la película acá".

"Siempre me gustó el cine", asegura. "Por eso actué en "B-Happy". Yo quería estudiar dirección.  Incluso estudié arte, porque pensaba que sería un buen punto de partida, para después irme a estudiar afuera. Siempre lo tuve claro". Martelli no quiere entregar muchos indicios de su película, pero cuenta que le interesa revisar la historia: "pero la historia reciente, desde que existe el registro audiovisual casero". Su película indagará "no es la historia de los grandes hombres", sino desde un punto de vista femenino y "sobre la historia de lo que pasaba en las cocinas de la casas, del rol de la mujer desde lo íntimo, de lo privado". Agrega que, aunque en un principio su idea era solo dirigir su película "hoy no me cierro a la posibilidad de actuar también en ella".